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La exembajadora Ángela Benedetti y el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
La exembajadora Ángela Benedetti y el presidente de Colombia, Gustavo Petro. | Foto: SEMANA

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Angela Benedetti ‘atarzana’ a Petro: habla de concierto para delinquir “gestado en Palacio de Nariño” y pone en duda que el presidente no supiera

La exembajadora hizo referencia al entramado de corrupción en la UNGRD.

Redacción Semana
1 de septiembre de 2024

Ángela Benedetti, quien se desempeñó como embajadora de Colombia en Panamá, sigue dando de que hablar por su comentarios sobre el presidente de la República, Gustavo Petro, a quien esta vez criticó en medio del caso de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.

La exdiplomática criticó fuertemente al mandatario colombiano, quien, desde que se conoció el escándalo de corrupción revelado por el exdirector de la UNGRD Olmedo López y el exsubdirector Sneyder Pinilla, ha manifestado desconocimiento del tema.

El concierto para delinquir gestado en Palacio de Nariño. Apague y vámonos ! Y @petrogustavo nos quiere hacer creer que no sabia, que lo engañaron”, escribió en esta oportunidad la exfuncionaria, haciendo referencia al regaño del juez al Gobierno nacional en medio del caso.

Este se conoció este sábado, 31 de agosto, luego de que la justicia determinara enviar a la cárcel, de manera preventiva, a los dos exdirectivos de la entidad, mientras avanza el proceso en su contra por la corrupción que se gestó al interior de la unidad cuando estuvieron al frente.

El juez se despachó con contundencia en contra del Gobierno del presidente Gustavo Petro, por el entramado de corrupción en esa entidad, y señaló que sí se comprobó un “entramado”, en el cual participaron funcionarios públicos de alto nivel.

“Considera el despacho que, en este punto debe decir que sí se pudo acreditar con los elementos materiales probatorios ese entramado de corrupción en que participan funcionarios públicos, en particular de altas esferas del Estado”, manifestó visiblemente enojado el togado.

A ello sumó con contundencia: “Es que las reuniones no se realizaban en el barrio San Nicolás de Cali, un sector deprimido de Cali, o en el barrio San Bernardo de Bogotá, la reunión se realizaba nada más y nada menos que en la Casa de Nariño, donde uno esperaría que el delito no permee, porque desde allí es donde se llevan las riendas del Estado, desde allí donde se gobierna el Estado colombiano”.

Fue más allá en su candente intervención: “Era allí (Casa de Nariño) donde surgían las directrices, era allí donde se hacían las reuniones, era desde allí donde se direccionaban los recursos, a instancias —se dijo por parte de la Fiscalía— del Ministro de Hacienda y Crédito Público, del director del Dapre, del director de Función Pública y se terminaban direccionando los contratos para efectos de justamente lograr la apropiación y el direccionamiento de los mismos, para actualizar justamente los relatos que son objeto de investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación”.

Por lo que encuentra el despacho, que ese entramado criminal desafortunadamente y con absoluta vergüenza, debe decir este operador judicial, permeó estructuras del Estado, que incorporan por lo menos dos ramas del poder público, que están llamadas a hacerse control político de manera simultánea en ese sistema de pesos y contrapesos, que debe gobernar entre las tres ramas del poder público que incluyen en este caso la rama Judicial”, sentenció el togado.