Política
“Ante los golpes de Estado, la única respuesta válida y legítima es la del pueblo”: presidente Petro por crisis política en Guatemala
El mandatario colombiano asistió a la posesión del nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo.
El presidente de la República, Gustavo Petro, asistió a la posesión del nuevo mandatario de Guatemala, Bernardo Arévalo, la cual estuvo enmarcada por una tensión política que se viene agudizando en ese país.
Petro reaccionó a un video que está circulando en las redes sociales, en el cual se habla de una reacción de varios ciudadanos de Guatemala rechazando al parecer un grupo de “golpistas”.
El jefe de Estado, a través de su cuenta personal del X, antes Twitter, publicó un mensaje señalando que la única respuesta válida ante las amenazas a la democracia es el “pueblo y la solidaridad del mundo”.
Ante los golpes de estado , la única respuesta válida y legítima es la del pueblo y la solidaridad del mundo. https://t.co/6x1Dc5Mg8J
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 15, 2024
“Ante los golpes de Estado, la única respuesta válida y legítima es la del pueblo y la solidaridad del mundo”, posteó Petro.
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El socialdemócrata Bernardo Arévalo asumió finalmente en la madrugada del lunes la presidencia de Guatemala tras un boicot judicial que mantuvo en vilo al país por siete meses, pero reconoció que su carrera de obstáculos está lejos de terminar: “Nos aguardan desafíos inmensos”, advirtió.
Desde el balcón del Palacio Nacional, en el centro de la capital, Arévalo pidió a los guatemaltecos acompañarlo en su gestión para rescatar las instituciones del país de la “corrupción” y lograr el desarrollo social en este empobrecido país centroamericano.
“Inician hoy cuatro años de un mandato que seguramente estará marcado por una serie de obstáculos, muchos de los cuales no podemos prever en este momento”, admitió. “Sabemos que el cambio puede ser difícil”, añadió.
El presidente, sociólogo, exdiplomático y filósofo de 65 años, vaticinó que su Gobierno se hallará “en la necesidad de tomar decisiones difíciles” y enfrentará “momentos de duda y temor”.
“Fueron 106 días de resistencia, de dignidad, de gallardía”, ha destacado Arévalo a los 48 Cantones de Totonicapán y a otras organizaciones indígenas, a las que ha agradecido haber movilizado a otros sectores de la sociedad guatemalteca contra “los criminales que intentaban mantenerse en el poder”.
“En los próximos años, la tentación de confrontar y aumentar nuestras diferencias será recurrente. Este periodo conllevará la posibilidad de cometer errores” y recibir críticas, dijo.
No obstante, reiteró su compromiso de “transformar”, no solo las instituciones del Estado, sino también la “realidad cotidiana” de los guatemaltecos.
“No más corrupción, no más exclusión”, dijo el presidente, con la banda presidencial cruzada en el pecho y frente a una multitud de seguidores que celebraron y bailaron al ritmo de grupos musicales.
Desde que pasó sorpresivamente en junio a la segunda vuelta electoral, prometiendo combatir a los corruptos, la Fiscalía emprendió una ofensiva con la que buscó retirarle su inmunidad, desarticular su partido y anular los comicios, argumentando anomalías electorales.
Arévalo, que calificó las acusaciones de espurias, afirmó que una de las primeras tareas como presidente será pedirle la renuncia a la fiscal general Consuelo Porras, a la cabeza de esa arremetida y sancionada por Washington por “corrupción” y por “socavar la democracia”.
“El primer obstáculo es la Fiscalía. Es muy importante que salga la fiscal general que ha sido la operadora principal del pacto de corruptos”, declaró a la AFP Manfredo Marroquín, cofundador de Acción Ciudad, versión local de Transparencia Internacional.
Porras fue nombrada por el expresidente Jimmy Morales y ratificada en el cargo, hasta 2026, por el gobernante saliente Alejandro Giammattei, ambos vinculados con sectores corruptos. El mandatario no tiene la facultad de destituirla.
Arévalo aseguró que enfrentará “desafíos monumentales para erradicar las prácticas de corrupción que han permeado” al país, y están enquistados en la Fiscalía, tribunales, parlamento, gobierno, alcaldías y otras instituciones públicas.
“Debemos superar obstáculos significativos para liberar al Estado de aquellos que lo han capturado durante años, utilizándolo como botín propio”, insistió.
Pero Jordán Rodas, exprocurador de derechos humanos, exiliado en Washington, aseguró que será una tarea difícil. “Va a estar nadando en un pantano, dentro de una fauna salvaje, herida también”, dijo finalmente a la AFP.