Las corridas de toros y peleas de gallos tendrán mayor piso jurídico para su realización
Las corridas de toros y peleas de gallos tendrán mayor piso jurídico para su realización | Foto: SEMANA y API

Política

Así buscan declarar las peleas de gallos y las corridas de toros como “cultura popular”: alcaldes, obligados a adecuar escenarios para estas actividades

El Estado estará en la obligación de garantizar y “fomentar” estas prácticas en el país, así como recuperar estas “tradiciones” en los lugares en los que se hayan perdido.

4 de mayo de 2023

El pulso por la prohibición de las corridas de toros y el uso de animales para espectáculos está encendido en el Congreso. La semana pasada, la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes hundió en tercer debate el proyecto de ley que buscaba prohibir los espectáculos taurinos en todo el territorio nacional.

Esta iniciativa era de autoría de la senadora Andrea Padilla y al final perdió todo el respaldo de las bancadas que consideraron que la iniciativa no estaba bien planteada y sencillamente hablaba de una prohibición sin pensar en el bienestar de las familias que viven de la ganadería.

Sin embargo, estos congresistas podrían llevarse una sorpresa, pues acaba de ser radicado en la Cámara de Representantes un proyecto de ley que busca todo lo contrario: darle un mayor piso jurídico a las corridas de toros, peleas de gallos, corralejas y otros espectáculos que son parte de muchas ferias y fiestas en del país.

En algunos lugares, en el marco de las peleas de gallos, los duelo de los animales  atan espuelas metálicas o cuchillas en las patas de los pollos para hacer 'más letal' su ataque.
En algunos lugares, en el marco de las peleas de gallos, los dueños de los animales atan espuelas metálicas o cuchillas en las patas de los pollos para hacer 'más letal' su ataque. | Foto: Getty Images/ SparklingOliveStudio

La iniciativa, radicada por congresistas del Centro Democrático y el Partido Conservador, declara como “cultura rural y urbana popular” las corralejas, riñas de gallos, coleo, cabalgatas, entre otras actividades que se realizan con animales y se reconocen como “parte de las tradiciones culturales del pueblo colombiano, legada por la herencia cultural europea, africana e indígena”.

Según argumenta el texto, “en su conjunto estas actividades conforman la identidad nacional y son parte del patrimonio cultural de la Nación”.

“Por esta razón, el Estado les brindará protección con los objetivos de garantizar, fomentar su práctica y recuperarla cuando se haya perdido en cualquier parte del territorio nacional por causa del conflicto armado”, indica el proyecto.

Para facilitar la realización de actividades, el texto obliga a los alcaldes a adecuar los escenarios respectivos so pena de incurrir en “detrimento patrimonial”.

Torres del Parque: este conjunto residencial, diseñado por el arquitecto Rogelio Salmona y ubicado en el barrio La Macarena de Bogotá, es considerada una de las grandes obras de urbanismo del país, pues fue pensado para integrarse a su entorno, donde se encuentran la Plaza de Toros La Santamaría y el Parque de la Independencia. Foto: León Darío Pelaez / Semana.
Los alcaldes estarían en la obligación de adecuar los escenarios para realizar estos espectáculos | Foto: .

“Las autoridades municipales y distritales tienen la obligación de mantener en buen estado de uso los escenarios de propiedad de las respectivas entidades territoriales, que tradicionalmente se han destinado a actividades de la cultura rural y urbana popular”, señala el texto.

La iniciativa también busca en buena medida establecer algunas regulaciones para facilitar la práctica de estos eventos.

Por ejemplo, en el caso de las corralejas, indica que cada uno de los lidiadores de toros, llámese capoteros, muleteros, garrocheros, banderilleros y amarradores, “serán carnetizados por la asociación o gremio a la que pertenezcan. El portador del carné podrá participar en las faenas correspondientes. Los ganaderos y los dueños de caballos serán carnetizados por la asociación o gremio a los que se encuentren afiliados. En todo caso, tanto a unos como a otros se les impartirán cursos sobre el deber de protección animal y derechos y garantías constitucionales”.

En el caso de las peleas de gallos, la propuesta indica que “el gallo combatiente será llevado a la valla, en buen estado de salud y su edad mínima para combatir será de 11 meses. El tiempo máximo de cada riña será de ocho minutos y el tamaño máximo de las espuelas será de 43 milímetros.

Orejas por flores

Los españoles José Garrido (izquierda) y Román (derecha) cortaron de a dos orejas en la segunda corrida de la feria. El colombiano José Arcila (centro) se fue de vacío.
Se cambia el uso de las orejas por las flores como premio | Foto: Rodrigo Urrego

“La puya de picar al toro, tendrá forma piramidal de cuatro caras y será de máximo 67 milímetros de largo y máximo diecinueve 19 milímetros de ancho. En las novilladas picadas se utilizarán puyas de las mismas características, pero se rebajará en tres milímetros su largo. Solo será obligatorio el uso de un par de banderillas por toro, podrá permitirse el uso de un segundo y tercer par, en caso de que el diestro de turno así lo desee, y lo autorice el presidente de la plaza. El pincho de las banderillas será en forma de punzón circular y sus medidas serán de máximo 50 milímetros de largo y un grosor máximo de seis milímetros. Elimínese totalmente el uso de las banderillas negras”, reza el proyecto.

También se indica que los intentos para matar al toro se reducirán a máximo dos con la espada y dos con el descabello. En caso de que al toro no se le pueda dar muerte en estos intentos, se devolverá a los toriles. Los toros que no entren a los toriles, serán sacrificados en el ruedo de la manera más eficaz posible con avances tecnológicos tendientes a la morigeración”, dice el texto.

Una de las disposiciones más llamativas es la que cambia el uso de las orejas por flores para premiar a los toreros.

“Las faenas exitosas serán premiadas por la presidencia de la corrida, sin corte de apéndices del animal muerto, mediante el equivalente en ramos de flores, así: una oreja, un ramo; dos orejas, dos ramos; dos orejas y rabo, tres ramos”, apunta el proyecto.

La iniciativa deberá superar cuatro debates en el Congreso para convertirse en ley.