MinTransporte confirmó que la secretaria general y el secretario jurídico de la Aerocivil salieron de sus cargos tras escándalo en la entidad

El escándalo de la Aerocivil que reveló SEMANA en su más reciente edición empezó a generar las primeras medidas en el gobierno del presidente Gustavo Petro. Este lunes, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, confirmó en La FM que dirige Luis Carlos Vélez que rodaron las primeras cabezas en la entidad.

Se trata de la secretaria general y el jefe Jurídico de la Aerocivil. La primera es Gladys Canacué Médina, exalcaldesa de Pitalito y quien llegó a dicho despacho desde hace más de dos años por el Partido Conservador. Ambos serán reemplazados temporalmente por el secretario general y el jefe jurídico del Ministerio de Transporte.

“No me sorprende las denuncias, este tema viene de tiempo atrás, desde la administración anterior”, manifestó el funcionario después de anunciar en la estación de radial que ambos funcionarios ya fueron notificados de sus salidas. “Sí hubo irregularidades en Aerocivil, vamos a llegar al fondo de este tema de la mano con los organismos de control”, añadió. Reyes dejó claro que, pese a lo ocurrido, no se puede descalificar una entidad.

SEMANA destapó una olla podrida de denuncias por narcotráfico, contratos tramposos, estafas, venta de servicios y hasta nóminas paralelas con funcionarios fantasma que solo aparecen para cobrar los sueldos. Hay evidencias de una organización criminal dedicada a cobrar millonarias coimas por legalizar horas de vuelo y expedir licencias para los pilotos.

Las denuncias que no son de poca monta comprometen a cargos directivos, contratistas, funcionarios en las regionales, controladores y hasta bomberos. Todo en un círculo de complicidad e impunidad expuesta con cientos de documentos, soportes y correos llenos de advertencias por el voraz apetito por quedarse con el dinero público.

Según reveló esta revista, existe una alarmante lista con nombres de cerca de 100 funcionarios presuntamente vinculados con redes de narcotráfico que, de forma sincronizada con delincuentes, apagan los radares o los sacan de funcionamiento justo en los momentos en que las avionetas repletas de cocaína surcan los cielos o llegan al país con maletas llenas de efectivo.

A la Administración para el Control de Drogas (DEA) estadounidense llegará una explosiva información que tiene en poder de SEMANA. Las denuncias incluyen amenazas en contra de quienes se atreven siquiera a mencionar los hechos que vinculan a funcionarios de la Aerocivil con organizaciones narcotraficantes.

La red, según el documento, funciona así: los controladores supuestamente comprometidos con las actividades ilegales en cada regional tienen misiones puntales; ya sea apagar los radares o parquear las aeronaves en espacios previamente fijados, donde se supone que es cargada la cocaína. Incluso, algunos utilizan los privilegios de ser funcionarios de la Aerocivil para ingresar con vehículos de la misma entidad hasta los hangares evitando los controles del personal de seguridad. Vehículos de la entidad transportan la cocaína.

Tan pronto se enteró de la noticia el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, dijo que “llegó el momento de tomar acciones; esto no es algo nuevo. En la administración del expresidente Iván Duque también tuvimos gravísimos hechos de corrupción que se denunciaron y que solo llegaron a la cúpula de la entidad”.

Mientras tanto, la Procuraduría inició una investigación disciplinaria para esclarecer la conducta y la responsabilidad de los funcionarios públicos en el hecho.

Este lunes 28 de noviembre, el ministro Reyes liderará un consejo extraordinario directivo en la Aerocivil y tomará nuevas decisiones.