Atención: ‘revolcón’ electoral que está en la reforma política solamente se aplicará hasta dentro de tres años, afirmó presidente del Congreso, Roy Barreras

Solamente hasta dentro de tres años, las normas electorales que se están tramitando en la reforma política se aplicarían en los comicios que se desarrollan en el país.

Así lo confirmó el presidente del Congreso, Roy Barreras, quien agregó que las elecciones regionales de octubre del próximo año se llevarán a cabo con las mismas disposiciones que se realizan las jornadas electorales en la actualidad.

Según Barreras, “los cambios constitucionales que permitan cerrarle las listas y el paso a la compra y venta de votos, al clientelismo, a la corrupción, a la influencia del narcotráfico no alcanzan a implementarse para el 2023″.

Las normas a las que se refiere el congresista del Pacto Histórico son, por ejemplo, las listas cerradas a corporaciones públicas como los concejos y las asambleas departamentales, corporaciones que se elegirán en diferentes municipios y departamentos en los comicios del próximo año.

En este sentido, el congresista aseguró que, como se trata de una reforma constitucional, solamente estará aprobada hasta mediados de año de 2023, cuando la campaña para las elecciones locales esté bastante avanzada.

Barreras afirmó que “no puede someterse a los partidos, a escasos noventa días, a cambiar sus reglas de juego cuando hay que darles tiempo”.

“Serán tres años el tiempo que tendrán para poder establecer sus mecanismos de democracia interna, para garantizar la paridad de género de las mujeres, para que puedan darles garantías a todos de que no habrá bolígrafo, sino una democracia más limpia, así que en el 2023, para concejales, diputados, alcaldes y gobernadores, anticipo que las reglas serán iguales, las mismas que hoy rigen la elección”, anunció el presidente del Congreso.

La reforma política en la que están estas normas electorales es una de las prioridades del Gobierno nacional y las listas cerradas a corporaciones públicas una de las propuestas que mayor controversia ha generado en el Congreso.

Las planchas cerradas son listas en las cuales hay un número uno o cabeza de lista por el cual se vota y, a partir del número de sufragios que alcance, se van eligiendo candidatos en orden descendente. Esta modalidad es la menos utilizada por los partidos políticos, los cuales prefieren la lista abierta, en la cual cada candidato tiene su propio número y logra su elección dependiendo de la cantidad de votos que obtenga.

Sin embargo, algunos sectores políticos insisten en que este último esquema facilita el ingreso de dineros ilícitos a las campañas, las cuales, en algunas ocasiones, pueden terminar costando mucho más de lo que está permitido por la ley. Por ello, la propuesta es adoptar las listas cerradas para todas las elecciones a corporaciones públicas.

Pese a esta intención, diferentes sectores políticos se oponen a las listas cerradas. Entre ellos el senador de la Coalición Centro Esperanza-Alianza Verde Jota Pe Hernández y el excongresista Jorge Enrique Robledo, dirigente del Movimiento Dignidad, el cual tiene a la representante a la Cámara Jennifer Pedaraza.

Pese a que todo lo relacionado con la reforma política será una decisión de las mayorías en el Congreso, lo dicho por Barreras parece coincidir con la intención de varios sectores políticos, los cuales han hablado del escaso tiempo que tendrían para implementar mecanismos de democracia interna que les permitan tener listas cerradas, pero con garantías para quienes quieran participar en ellas.

El proyecto de acto legislativo de reforma política se prepara sus dos debates en la Cámara de Representantes, los cuales debe surtir antes del próximo 16 de diciembre. Si los supera, quedará lista para sus cuatro votaciones definitivas el próximo año, luego de las cuales se sabrá con certeza cuáles de las propuestas fueron avaladas por los partidos políticos y cuáles no.

SEMANA supo que una de las principales novedades de la iniciativa en su paso por la Cámara de Representantes será la insistencia en el voto obligatorio para las elecciones, el cual se cayó en el Senado hace algunos días.

La idea es incorporarlo nuevamente en el proyecto de acto legislativo y ponerlo a consideración de los representantes a la Cámara, los cuales decidirán si lo aprueban o no lo aprueban.

Además de las listas cerradas a corporaciones públicas, la reforma política tiene otras propuestas polémicas como, por ejemplo, que los congresistas puedan renunciar a sus curules para ser ministros del despacho. También que se habilite el llamado “transfuguismo”, es decir la posibilidad de que los legisladores puedan cambiarse de partido político durante un tiempo específico sin incurrir en la doble militancia.

Se espera que en los próximos días la Comisión Primera de la Cámara, por donde debe seguir su tránsito la reforma política, designe ponentes y comience la discusión y votación de la iniciativa la cual, en caso de ser aprobada, debe pasar a la plenaria de la corporación, donde completaría sus cuatro primeros debates. En este caso quedaría lista para sus cuatro debates restantes en el Congreso el próximo año.