Política
Impresentable: presidente Petro posesionó a Laura Sarabia en DPS; manejará millonaria chequera del Gobierno. La funcionaria aún debe responder por escándalo de niñera y chuzadas
La ceremonia fue a puerta cerrada en el despacho del jefe de Estado en la Casa de Nariño.
Pese a todos los pronósticos, el momento llegó y este lunes 4 de septiembre, el presidente de la República, Gustavo Petro, posesionó a Laura Sarabia como nueva directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), entidad que es considerada como la chequera del Gobierno nacional.
Sarabia regresa al gobierno del llamado cambio, tras durar tres meses por fuera, luego de que el mandatario colombiano tomó la decisión de sacarla del despacho de la jefatura de Gabinete de la Casa de Nariño.
Petro tomó la determinación luego de que SEMANA publicó en exclusiva el escándalo que sacudió a Sarabia por presunto abuso por el polígrafo al que fue sometida su exniñera Marelbys Meza, por la supuesta pérdida de una suma importante de dinero.
En ese mismo caso, se conoció por parte de la Fiscalía General de la Nación que Meza y varias personas fueron interceptadas al parecer ilegalmente en sus comunicaciones, vinculándolas con la peligrosa estructura del Clan del Golfo.
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De acuerdo con varios datos, el Departamento de Prosperidad Social maneja un presupuesto de más de 6 billones de pesos.
A renglón seguido, Laura Sarabia, la nueva directora del DPS, publicó su declaración de renta de 2022 en la página de la Función Pública horas antes de tomar posesión de su nuevo cargo este lunes 4 de septiembre.
De acuerdo con el documento, que es de carácter público, presentó un patrimonio bruto de 75 millones de pesos durante el año pasado y el total de patrimonio líquido es de 74.914.000 pesos.
En el 2021, un año antes de ingresar a la Presidencia de la República, su patrimonio bruto era de 14 millones, según la declaración que se conoció cuando estalló el escándalo entre ella y su exniñera, Marelbys Meza, quien la señala de someterla al polígrafo, sin previa autorización judicial, para esclarecer el robo de un dinero de su apartamento.
En el 2022, los ingresos brutos de la joven politóloga fueron de 200.613.000 pesos y los ingresos no constitutivos de renta, 14.850.000 pesos.
En últimas, según el documento, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) tiene un saldo en favor de la joven de 3 millones de pesos porque le hicieron más de 21 millones de pesos de retenciones.
SEMANA también conoció el certificado de declaración de conflicto de intereses que Sarabia presentó a la Función Pública.
Allí incluyó a su esposo, Andrés Fernando Parra, como persona que, eventualmente, es susceptible de generar un posible conflicto de intereses para la dirección de Prosperidad Social porque él, según confirmó la politóloga, “es representante legal de una empresa de consultoría en asuntos jurídicos y públicos”.
La misma historia ocurrió con Andrés Felipe Sarabia Torres, su hermano. Ella informó a la Función Pública que él “es socio de una empresa de consultoría en asuntos jurídicos y públicos”.
En ese documento, Laura Sarabia destacó que durante el 2022 recibió más de 100 millones de pesos por conceptos de salarios y demás ingresos laborales.
Además, 49.372.000 pesos en gastos de representación en la Casa de Nariño.
Sarabia también detalló sus gastos y deudas con tarjetas de crédito de distintas entidades bancarias.
La declaración de renta la hizo pública porque es parte de los compromisos que asume una persona que ostentará un cargo público en la Presidencia de la República.
Ella asumirá las riendas de la Dirección de Prosperidad Social, uno de los cargos más apetecidos del Gobierno porque tiene el presupuesto de 15 ministerios.
Su designación se produce en un momento judicial difícil para ella porque su investigación por el escándalo de exniñera lo asumirá la Corte Suprema de Justicia, quien decidirá si avanzará al mismo ritmo de la Fiscalía General de la Nación o, al contrario, se tomará más tiempo para determinar judicialmente la posible responsabilidad de la joven en la utilización del polígrafo del palacio presidencial.
Derivado de este hecho, cuatro personas terminaron capturadas la semana anterior y una más muerta: el coronel de la Policía Óscar Dávila, testigo clave, quien falleció en medio del escándalo porque se suicidó, según Medicina Legal.