Con agudas quejas contra equipo técnico de la ministra Corcho, avanzó cumbre en la Casa de Nariño sobre reforma a la salud

Con profundas grietas se desarrolló la cumbre entre los partidos de coalición del Gobierno nacional y el presidente Gustavo Petro para lograr una concertación del 100 % de la polémica reforma a la salud, sumada la no asistencia del presidente del partido Liberal César Gaviria, se incluyó una delicada advertencia que elevó el Partido Conservador.

Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador, en una declaración que dio en la Casa de Nariño, alertó que el equipo técnico de la ministra de Salud, Carolina Corcho, ha impedido llegar a acuerdos sobre la controversial iniciativa.

“El equipo de la ministra Corcho ha consensuado temas con nuestros equipos técnicos que no están reflejados en el articulado en el que se está trabajando, esperamos que se recomponga eso hoy”, sostuvo Cepeda.

Y señaló: “Hicimos consenso con el señor presidente Petro luego con la ministra de Salud, Carolina Corcho, los técnicos se han reunido durante largas horas y lo que se plasma en el proyecto que se presenta esta mañana el Ministerio de Salud, eso no está de acuerdo con lo que se había pactado”.

“Incluso hay un acta de compromisos de unos fondos burocratizados, eso lo dijimos desde el primer día, unas Caps (Centro de Atención Prioritario) que están asumiendo unas funciones más allá de la atención primaria, pero vamos a dar la discusión, porque estoy seguro [de] que se pueda llegar a lo que se acordó”, subrayó Cepeda.

El expresidente César Gaviria no asistió a la cumbre en Palacio con Petro. No le convence el borrador de la reforma a la salud

El expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, no asistió en la tarde de este lunes a la Casa de Nariño a una reunión con el presidente Gustavo Petro, a la que estaba citado con el fin de revisar el más reciente borrador de reforma a la salud.

SEMANA conoció en exclusiva que a Gaviria no le convenció la más reciente versión que recibió de parte del Gobierno y que fue elaborado por el comité técnico de la ministra de Salud, Carolina Corcho.

A la cita en Palacio también estaban citados la directora del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, y el director del Partido Conservador, Efraín Cepeda.

La postura de Gaviria amenaza el futuro del proyecto en el Congreso, teniendo en cuenta que el Partido Liberal tiene la bancada más numerosa de congresistas (al sumar senadores y representantes a la Cámara).

El expresidente Gaviria siempre ha dicho que, si no está de acuerdo con el borrador del Gobierno, su partido radicará una reforma a la salud en el Congreso, en la próxima legislatura.

Una fuente de SEMANA y que forma parte de las mesas técnicas confirmó que los tres partidos políticos encontraron profundas diferencias entre lo acordado verbalmente y lo escrito frente al aseguramiento, la gestión del riesgo y la gestión financiera del nuevo modelo del sistema de salud.

En otras palabras, la fuente, quien pidió omitir su identidad, le dijo a este medio que el borrador de reforma y las modificaciones que presentó el equipo técnico de Carolina Corcho “dejaron las EPS, pero con otro nombre. Sin embargo, quedaron sin qué hacer; es como desaparecerlas sobre el terreno”.

Además, el equipo de Corcho insiste en dejar los fondos territoriales, pese a que el viernes 24 de marzo, La U, el Partido Conservador y el Partido Liberal amenazaron con levantarse de la mesa porque ese punto seguía en la redacción cuando el bloque de partidos políticos se había opuesto.

“Una cosa es lo que se habla en la Casa de Nariño y otra la que aparece en el borrador de la reforma”, insistió la fuente.

La directora del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, y el presidente del Partido Conservador, Efraín Cepeda, insisten sostener el ánimo conciliatorio.

De hecho, lo han sostenido desde que se reunieron por primera vez con el presidente Gustavo Petro y, posteriormente, con el ministro del Interior, Alfonso Prada.

No obstante, tienen claro que si el equipo técnico de la ministra no cede, redactarán su ponencia por aparte y se opondrán al proyecto en la Comisión Séptima de la Cámara.

Se espera que después de las 5:00 p. m., tras el encuentro con el presidente Gustavo Petro, La U y el Partido Conservador definan si insisten en ponerse de acuerdo con la ministra Carolina Corcho o arman tolda aparte y votan negativo el proyecto tal y como está redactado.

De momento se desconoce qué posición asumirá el presidente Gustavo Petro frente a la negativa de César Gaviria, un expresidente que asistió a una mesa técnica con Carolina Corcho en el Ministerio del Interior y mostró su espíritu conciliador, pero el equipo técnico de la ministra no plasmó lo acordado con los partidos políticos en el texto de la nueva reforma.

Reforma a la salud: ¿qué va a pasar con los pacientes de alto costo?

En Colombia hay siete millones de pacientes de alto costo, que, en la actualidad, son atendidos por un especialista a través de programas diseñados por las Entidades Promotoras de Salud (EPS). De acuerdo con el Ministerio de Salud, estas enfermedades generan gastos muy altos derivados de tratamientos y medicamentos, lo que le cuesta al Estado once billones de pesos por año.

Para Néstor Álvarez, presidente de Pacientes Alto Costo, organización centrada en el derecho a la participación social en salud, la reforma sí es necesaria porque “el sistema de salud actual tiene deficiencias tanto en resultados como en barreras administrativas, pues las EPS no han hecho la tarea”. Sin embargo, asegura que, a pesar de las buenas intenciones del Gobierno, la propuesta tiene debilidades que afectan el bienestar de los usuarios, en especial a los de alto costo.

A su juicio, la división de la prestación de servicios de salud en dos unidades, los Centros de Atención Primaria (Caps) y la red hospitalaria para los servicios especializados de mediana y alta complejidad, implican riesgos en la atención que “van en contra de la integralidad del paciente establecida en la Ley estatutaria de la salud”.

Este posible escenario, agrega, afectará a los pacientes de alto costo en la continuidad efectiva del tratamiento de estos programas especiales; además, los llevará a más trámites. Manifiesta que con este nuevo modelo de atención hacer un reclamo será mucho más difícil, pues no hay una ruta clara para radicar solicitudes y peticiones, lo que ralentizará procesos que ya están establecidos con las EPS.

Otra de las debilidades de la propuesta del Gobierno está en lo financiero, agrega Álvarez. Ceder la administración a entidades públicas teniendo en cuenta las deficiencias demostradas no convence a las asociaciones de pacientes, pues la corrupción se puede incrementar en la compra de servicios de atención en los municipios y departamentos.