Bailes, actuación, cámaras y ‘clown’: la historia de vida de Laura Villamil, la bailarina víctima de un show de fuego en Andrés Carne de Res

Si a Laura Daniela Villamil de niña, cuando estudiaba en el colegio Delia Zapata Olivella en Suba, noroccidente de Bogotá, le hubieran dicho que iba a disfrutar y a vivir por y para el arte, no lo habría dudado ni un segundo. Desde sus primeros años de vida respiraba y alimentaba esa vocación. Fue su profesor de secundaria quien la encaminó al mundo del arte y era cuestión de años para que su dedicación, amor y destrezas la llevaran a convertirse en una verdadera artista integral que iba a empezar a recibir grandes y merecidos aplausos.

Desde hace cinco años, los clientes de Andrés Carne de Res, en Chía, a las afueras de la capital del país, han tenido el placer de disfrutarla y ovacionarla por su talento, el mismo con el que todos estaban deslumbrados, a ritmo de música y danza, el pasado sábado 17 de agosto.

Ese día, sin embargo, una llamarada en medio de un show de fuego, de una manera rápida y voraz, intentó apagar la luz de la sonrisa de esta joven de 28 años. “A ella, desde muy pequeña en el colegio, le gustó mucho el tema del clown. Le gusta mucho hacer reír a la gente, a los compañeros, con experiencias y temáticas preparadas”, contó Santiago Villamil, hermano de Laura Daniela, en diálogo con SEMANA.

Mignolia Leguizamón, madre de la joven, recordó con claridad que a uno de los días más importantes en la vida de su hija llegó con el característico atuendo: “El día de su graduación, ella llegó a la ceremonia y subió a recibir su diploma con la nariz de clown. Le encanta ir a los ancianatos, hospitales, a llevarles sonrisas a niños y abuelos. Ella respira arte”.

Eso la llevó a estudiar Artes Escénicas en la Facultad de Artes de la Universidad Distrital, una carrera que escogió a pesar de que el sueño de su mamá era que se dedicara, como ella, al sector de la salud. “Yo soy enfermera y siempre quise que mis hijos se inclinaran por el lado de la salud. Cuando Laura Daniela me dijo que quería estudiar Artes Escénicas, para mí fue algo muy duro, pero sabía que esa profesión era la que a ella le gustaba. Ella es amor, responsabilidad, cariño, carisma, pero sobre todo arte”, relató Mignolia.

Es así como la única mujer entre los hermanos Santiago, Diego Fernando y Nicolás decidió dedicar su vida al arte y también a enseñarlo. “Ella es docente de artística en un colegio de Chía. En la mañana dicta sus clases y en la tarde se dirige a Andrés Carne de Res”, dijo Santiago.

En las tablas y la televisión

De las diferentes ramas del arte, la actuación es la preferida por Laura. “Ella es muy buena en lo que hace, es excelente. Tiene una destreza impresionante”, aseguró Santiago. Precisamente, por su capacidad para interpretar diferentes personajes, Laura Daniela fue una de las actrices principales de la obra de teatro El libro de Job, presentada tanto en La Candelaria como en el Jorge Eliécer Gaitán.

Se trata de una obra escrita y dirigida por Johan Velandia, reconocido actor colombiano que fue profesor de la joven. “Yo fui a verla y no se imagina la felicidad que sentí cuando todo el mundo se levantó a aplaudirla. Yo no podía estar más orgullosa”, narró Mignolia.

Esa obra de teatro fue la encargada de abrirle las puertas a Laura en el mundo de la actuación. “Ella ama actuar, ama las tablas, ama interpretar. Meses después la llamaron a participar en La reina del flow”, contó la mujer.

En esa producción de Caracol Televisión, Laura apareció en varias secuencias interpretando a una guardia del Inpec.

Esta joven, que hoy se encuentra en estado crítico en la Fundación Santa Fe en Bogotá, intercalaba su tiempo para ser docente, actuar y ser coordinadora de entretenimiento en Andrés Carne de Res. Varias facetas con algo en común: el arte.

La trágica noche

Lejos de imaginarse lo que estaba a punto de ocurrir, Mignolia sí notó algo diferente la noche del sábado 17 de agosto antes de que su hija, Laura Daniela, terminara incinerada en el 80 por ciento de su cuerpo en medio de un show de fuego en Andrés Carne de Res. Pero esa diferencia de la que ella se percató no fue suficiente para alertarla de la pesadilla que estaba a punto de comenzar.

“Ella siempre que se ponía el vestuario y se maquillaba se tomaba una foto para publicar en las redes y nos la enviaba a la familia, pero ese día no mandó nada. Por la noche caí en cuenta de que Laura no envió nada, pero supuse que quizás había llegado de afán y no le dio el tiempo para tomarse la foto”, reveló Mignolia.

Tristemente, ese augurio de Mignolia se cristalizó cuando recibió la desalentadora llamada en la que le avisaron de la tragedia que acababa de ocurrir. “A las nueve de la noche me llamó el jefe de ella para decirme que Laura había sufrido un accidente y que teníamos que acercarnos al Hospital de Chía. Comencé a gritar. Me dijeron que se había quemado las piernas y el abdomen”.

Las imágenes de lo ocurrido son desgarradoras. Tras recibir la llamada, Mignolia les pidió a su hijo Santiago y al padre de Laura que se dirigieran en moto, cuanto antes, al Hospital de Chía. Cuando llegaron al lugar, descubrieron la magnitud de la tragedia. “Mi hijo me llamó a decirme que me fuera para el hospital, que mi hija estaba bastante delicada y que podía ocurrir lo peor. Desde ese momento yo estoy muerta en vida”, dijo Mignolia, con la voz entrecortada.

De acuerdo con la madre de la joven, Laura está viva de milagro. “A mi hija la ingresaron al hospital a las 8:30 de la noche y solo hasta las cuatro de la mañana del día siguiente la trasladaron. Inicialmente, iba para el Hospital Simón Bolívar, pero luego cancelaron la cama de uci y la enviaron a la Fundación Santa Fe”.

La mujer reveló detalles hasta ahora desconocidos pero alentadores. “Cuando mi hija llegó a la Fundación Santa Fe, entró en paro cardiorrespiratorio. La doctora confesó que Laura estaba sin signos vitales y la tuvieron que reanimar. El hecho de que mi hija esté con vida es porque un angelito estaba con nosotros ese día”.Actualmente, Laura sigue en estado crítico, luchando y aferrándose a la vida.