NACIÓN
Benedetti hace escandalosa revelación: “El problema para Laura Sarabia es que se revelara la cantidad de dinero en efectivo que había en su casa”
El embajador en Caracas habló duramente contra la jefe de Gabinete de Gustavo Petro.
En una serie de trinos, el embajador Armando Benedetti no se guardó nada frente a las acusaciones que lo señalaban de estar detrás del escándalo alrededor de la niñera Marelbys Meza. El político se despachó contra quien fue en algún momento su mano derecha y la acusó de algo muy grave: querer ocultar la plata que movía en efectivo en su casa.
“Laura Sarabia me busca a mí y yo lo que hago es contratarla. Para ese momento, el problema para Laura Sarabia es que se revelara la cantidad de dinero o el flujo de dinero en efectivo que había en su casa”, señaló.
De ahí sale la idea de que ella se vaya conmigo a Venezuela. Es al revés: @laurisarabia me busca a mí y yo lo que hago es contratarla. Para ese momento, el problema para @laurisarabia es que se revelara la cantidad de dinero o el flujo de dinero en efectivo que había en su casa.
— Armando Benedetti (@AABenedetti) May 31, 2023
Queda clarísimo que no construí ninguna conspiración. Es Marelbyss, a través de una amiga, la que empieza a buscar a los medios. Mi “pecado” es saber que se iba a publicar y me quedé callado. Por la veracidad y gravedad de los hechos, no había forma de pararlo.
— Armando Benedetti (@AABenedetti) May 31, 2023
En otro trino contó cómo terminó él metido en esa historia. “Laura Sarabia me llamó el 17 de abril a la 1:00 p. m. a decirme que estaba preocupada porque Marelbys estaba en contacto con varios periodistas, y me pidió que le ayudara”, señaló tras las acusaciones de que él estaría detrás de instrumentalizar a la mujer.
Precisiones que @DCoronell no hizo después de yo haber hablado con él más de una hora:@laurisarabia me llamó el 17 de abril a la 1 p.m. a decirme que estaba preocupada porque Marelbys estaba en contacto con varios periodistas, y me pidió que le ayudara.
— Armando Benedetti (@AABenedetti) May 31, 2023
El caso de la niñera de Laura Sarabia se convirtió en un enorme escándalo para el Gobierno Petro y en un asunto de primer orden en la Casa de Nariño, que está a punto de hacer estallar una de las peleas más grandes que ha tenido el Gobierno en casa. Según reveló Darcy Quinn, “en estos momentos, el embajador Armando Benedetti viaja a Colombia para reunirse con el presidente Petro y hablar de Laura Sarabia, quien lo acusa de instrumentalizar a la niñera para hablar en su contra”.
Lo más leído
Atención …. En estos momentos @AABenedetti viaja a Colombia para reunirse con @petrogustavo y hablar de @laurisarabia que lo acusa de instrumentalizar a la niñera para hablar en su contra …
— Darcy Quinn (@darcyquinnr) May 31, 2023
La periodista contó en La FM detalles desconocidos hasta ahora de lo que sucedió semanas antes de la publicación en SEMANA de la historia de Meza. “Benedetti recibió la petición de Sarabia para que la ayudara con su niñera, que la amenazaba con hablar con los medios y decidió llevarla a Venezuela en el avión en el que viajaba a Caracas”, puntualizó Darcy.
Y agregó que, tras ese viaje, “la niñera Marelbys Meza decide regresar y hablar con la revista”.
En su conversación con SEMANA, Sarabia cuenta que llegó a Marelbys por el entonces senador, que fue también su jefe en el pasado. Y recordó que Marelbys vivió un episodio similar en esa casa que, a su juicio, muestra que ella no actuó de manera irregular. “No creo que haya un abuso de poder. Le pregunté conscientemente si quería hacer el polígrafo, así como cuando trabajaba con el senador Benedetti. La conozco a ella por él. También, cuando pasó un caso similar, le hicieron un polígrafo”, dijo en entrevista con Vicky Dávila.
La jefa de Gabinete de Gustavo Petro argumentó esa historia en su defensa. Meza había trabajado en la casa del entonces senador y fue llevada a una prueba de polígrafo también. “Yo no la estaba investigando. Al senador Benedetti, hace un año, también le pasó lo mismo y mandó a hacer un polígrafo. ¿También estaba investigando a la señora?”, reclama.
La denuncia de la exniñera
Todo este escándalo estalló luego de la denuncia hecha por Marelbys Meza en SEMANA, donde recordó lo que le habría sucedido el pasado lunes 30 de enero, minutos antes de las dos de la tarde, cuando relata que la ingresaron a un sótano ubicado al frente de la Casa de Nariño para someterla a un polígrafo. Concretamente, al edificio Galán, adscrito a la Presidencia. Dicho suceso habría ocurrido luego de la pérdida de un dinero en efectivo que estaba en un maletín en la casa de Laura Sarabia.
“Yo sentía que me iban a dejar ahí, que no iba a volver a salir (...). Me hicieron el polígrafo y me dijeron: ‘Usted se puede burlar de ese aparato, pero de nosotros no. Esta noche no va a su casa, de aquí va presa, y le vamos a hacer un allanamiento a todos sus hermanos y a usted’”, relató Meza.
Según la niñera, fue Sarabia quien le advirtió que debía someterse al polígrafo. “Yo no quería ir allá, pero me tocaba. Si no iba, más me acusaban de que me había robado esa plata. Si iba, pues yo les decía: les aclaro que soy inocente. La verdad no quería ir, pero me fueron a recoger a mi casa. Tenía que ir o ir”, relata la mujer, de 51 años, quien vive en un humilde barrio del sur de la capital del país.
Acompañada de reporteros de SEMANA, Meza regresó a las inmediaciones de la Casa de Nariño el jueves pasado y le mostró al equipo periodístico cómo y por dónde la ingresaron. “Por aquí fue (y señala el edificio Galán, al frente de la Casa de Nariño). Entré en la camioneta. No me pidieron nada en ningún momento. Ni cédula. Pasamos derecho, me llevaron a un sótano donde está lo de poligrafía. Llevaba mi cédula, pero no firmé nada, ningún registro. Cuando estaba en el sótano, me sentí secuestrada, aturdida, ahogada, esperando a que me hicieran el polígrafo”.
Según cuenta la exniñera del hijo de Laura Sarabia, fue recibida “por la teniente Luna”, como recuerda que se llama la mujer de la Policía que luego la entregó a dos hombres vestidos de civil, quienes se encargaron del procedimiento junto con otro que estaba esperándolos en la sala de poligrafía. Este medio conoció los mensajes de voz que le envió Luna a Marelbys, recordándole su “cita en Palacio”. “Me puede regalar su nombre completo, por favor, y su número de cédula para que no le pongan problema en el ingreso acá en Presidencia”, le dice Luna.
“Eran tres hombres, no sé ni sus nombres ni sus apellidos. Pero, si los veo, sé quiénes son (...). Eran altos, robustos, uno moreno y uno más o menos trigueño”, recordó Meza, quien agregó que estuvo durante casi cuatro horas y media en el sótano, donde la sometieron al polígrafo.
Allí, relata, tuvo mucho “miedo”. “Me preguntaron acerca de la maleta, si yo había tomado el dinero. Que si yo tenía cómplices, que si yo le había entregado eso a alguien más, que para dónde había cogido, que a qué horas salía (...). No sabía qué contenía esa maleta porque a mí nunca me dijeron, o sea, la maleta era la del viaje que ella había hecho a Boyacá”.
Perturbada tras la prueba del polígrafo, que le practicaron en tres ocasiones, según ella, y después de las supuestas presiones de los tres hombres, a Marelbys le devolvieron su teléfono celular y la entregaron de nuevo a la oficial de la Policía que la recibió. Todo este procedimiento, según relata la mujer, duró cerca de seis horas.
Sobre los movimientos de dinero de la jefa de gabinete del Gobierno Petro, la mujer sostuvo: “Cuando ella llegaba, iba directo a su cuarto. Lo único que se escuchaba era que sonaba la caja fuerte cuando se le ponía la clave. Sonaba tiqui, tiqui, tiqui”.
Luego de estallar este escándalo, además del gran debate político generado, la Fiscalía General de la Nación abrió investigación para determinar si habría existido algún delito en lo sucedido, especialmente porque, según explicó el fiscal Francisco Barbosa, la única entidad con facultades para realizar este tipo de procedimientos. Como parte de la investigación, miembros del ente acusador llevaron a cabo este martes una extensa inspección a la Casa de Nariño.
Igualmente, este miércoles, la Procuraduría abrió indagación preliminar para investigar los hechos. De acuerdo con la procuradora Margarita Cabello no solo se debe investigar a Sarabia sino a otros funcionarios involucrados en lo ocurrido: “Se hace necesario adelantar una indagación preliminar con el objeto de individualizar a otros servidores que pudieron participar en los hechos”.
¿Cuánto dinero en efectivo tenía la jefa de gabinete?
Aunque la primera denuncia de la jefa de gabinete del Gobierno Petro habla de un poco más de 30 millones de pesos perdidos en su versión, la versión de la exniñera de su hijo menciona una cantidad superior.
“El policía me saca al pasillo y me dice: ‘Es que aquí no estamos hablando de 100 pesos, estamos hablando de 150 millones de pesos que usted se robó. Diga dónde los tiene’”. Ese domingo, Sarabia estuvo presente en el apartamento, según Marelbys.
En dialogo con SEMANA, la jefa de gabinete no entregó una cifra definitiva del dinero que se le perdió en su casa. Primero dijo: “Eran unos dólares que tenía ahí y una plata que había sacado. La tenía en una maleta encima del sofá. Lo que referí en ese momento (cuando se conoció el caso) es que no sabía específicamente cuánto era. Es que eran más o menos unos 3.500 o 4.000 dólares. Y otra plata que había sacado para pagar una tarjeta, y eran unos 5 millones de pesos”.
No obstante, el pasado viernes en la mañana, tras una llamada de SEMANA el jueves en la noche, Sarabia amplió su denuncia ante la Fiscalía y allí dio otra cifra sobre el dinero que se le perdió. Habló de “7.000 dólares, aproximadamente, que se encontraban en mi residencia”.
La respuesta de Laura Sarabia en SEMANA
VICKY DÁVILA (V. D.): Marelbys Meza, la exniñera de su hijo, habló con SEMANA. Dijo que su conductor, el 30 de enero, la recogió en su casa y la llevó a Palacio. Ella terminó al frente, en un sótano, sometiéndose a un polígrafo. En la Casa de Nariño no quedó registro alguno. ¿Eso es correcto?
LAURA SARABIA (L. S.): no, no es correcto. La entraron porque entró en mi carro. No hizo el filtro normal. Ella incluso tiene todo el registro, todo lo legal y lo normativo.
V. D.: ¿cómo así? ¿La ingresaron por la parte de atrás pero hubo registro normativo?
L. S.: no es que la hayan ingresado por la parte de atrás. Lo que pasa es que sucede el robo de mi casa. Yo le pregunto a ella si está dispuesta a someterse al polígrafo, como se sometió todo mi esquema de seguridad. Ella dice que no tiene ningún problema.
Entonces yo le digo: ‘Te voy a mandar a recoger para que no tengas problema’. Ella vivía muy lejos. Mi conductor fue, la esperó y la trajo acá. Como entraron en mi carro, ingresaron por el parqueadero, pero no fue para ocultarla ni por la parte de atrás ni nada de eso.
V. D.: o sea, ella no ingresó con registro.
L. S.: claro.
V. D.: si busco en los registros de Palacio, ¿encuentro que estuvo allí?
L. S.: sí. Le puedo mandar la hora. ¿Por qué lo puedo certificar? Porque, para el polígrafo, uno tiene que firmar un consentimiento y en la prueba está la fecha, la hora, el nombre, su firma, su huella y todo. Es la constancia de que ella lo hizo acá.
V. D.: Marelbys dice que fue bajo presión porque ustedes estaban sospechando de ella. Asegura que, si no iba, quedaba como si se hubiese robado la plata del maletín perdido. Y dice que, por eso, le tocó ir.
L. S.: Vicky, nunca la obligué. Ella nunca me dijo: ‘Oye, yo no quiero ir’. Me dijo que estaba dispuesta a hacerlo y así se hizo. No estuve presente y tampoco sé si ella fue o no (la responsable de la pérdida del dinero).
Y lo que le digo: ella firmó un consentimiento con la Policía. Vuelvo e indico: ella nunca me refirió que no quisiera hacerlo. Obviamente ese era el procedimiento en ese momento.
V. D.: ella dijo que se sintió secuestrada.
L. S.: ante eso, puedo decir que esos procedimientos de polígrafo quedan grabados. Entonces, esa es la prueba de que en ese momento se hizo todo bajo la ley. Jamás se hizo nada en contra de nadie.
V. D.: ¿pero había una orden judicial para someterla ante el polígrafo?
L. S.: no.
V. D.: ¿pero no cree que cuando Marelbys dice que aceptó someterse al polígrafo bajo presión, es lógico? Estaba sola con tres personas frente a Palacio y sospechaban que se había robado una fuerte suma de dinero. ¿No le parece suficientemente atemorizante?
L. S.: en el momento en que ella me dice ‘recójame para ir a hacer el polígrafo’ es consciente de lo que va a hacer. No se le hizo el polígrafo a ella sola. Se le hizo a todo mi esquema de seguridad y a mis conductores.
V. D.: su esquema de seguridad es de la Policía, pero ella era su empleada particular. No es una funcionaria.
L. S.: claro, era mi empleada particular.
V. D.: ¿por qué llevarla a un polígrafo a una dependencia del Gobierno si no se trataba de una funcionaria?
L. S.: aquí hay unos estudios de seguridad. Soy una alta funcionaria y está ese mecanismo. Si me hubiera referido que no se sentía capaz de hacer el polígrafo, obviamente hubiera tomado alguna decisión porque ella cuidaba a mi hijo. No me iba a quedar con la duda. Soy muy sincera: ¿quién sabe qué le podían hacer después a mi hijo?
V. D.: usted estaba en su derecho de prescindir de los servicios de la niñera. Lo que es inadmisible es todo lo que hicieron para someterla a un polígrafo como si se tratara de una funcionaria del Gobierno.
L. S.: si quiere, con mucho gusto, solicito que se entregue el video y se verifique lo que dice la señora. Ella nunca en la vida me refirió que hubiera pasado por esa situación. Incluso, quería seguir trabajando conmigo. Ella me dice: ‘Oye, no quiero perder mi trabajo’. Y alguien que ha pasado por eso, lo que diría es: ‘Yo no quiero seguir trabajando con una persona así’, si yo supuestamente la obligué, la presioné y la violenté.
V. D.: me parece bien. (Al cierre de la edición impresa de SEMANA, Sarabia sólo hizo llegar un fragmento del polígrafo, de 18 segundos, sin autorización para publicar. Allí, Marelbys dice que está dispuesta a ir a donde la llamen y dice que está agradecida con quien le hace el procedimiento). ¿Hay un abuso de poder siendo usted la mujer más cercana al presidente de la República?
L. S.: no creo que haya un abuso de poder. Le pregunté conscientemente si quería hacer el polígrafo, así como cuando trabajaba con el senador Benedetti. La conozco a ella por él. También, cuando pasó un caso similar, le hicieron un polígrafo.
V. D.: pero usted decidió someter a la niñera en una dependencia de Palacio.
L. S.: sí, porque mi esquema de seguridad aceptó.
V. D.: Es que Marelbys no es funcionaria. ¿A ella le pagaba el Gobierno o le pagaba usted?
L. S.: yo le pagaba.
V. D.: o sea, no es una funcionaria.
L. S.: sí, pero...
V. D.: ¿entonces, por qué la tenía que llevar a la sala de poligrafía del Gobierno?
L. S.: esa fue la recomendación de ese momento de mi esquema de seguridad.
V. D.: ¿y era correcto incomunicar a Marelbys durante cuatro horas?
L. S.: la verdad, ahí no puedo decir nada, porque no hice el procedimiento. Fue la Policía.
V. D.: pero usted lo autorizó.
L. S.: no, yo no autoricé. A mí simplemente me pasa un suceso, lo reporté a la Fiscalía y a la Policía. Se hizo el procedimiento tal cual como se les hizo a los demás integrantes del esquema de seguridad.
V. D.: pero sin ser funcionaria. Los demás sí lo son.
L. S.: claro, pero ella firmó un consentimiento.
V. D.: pero la niñera estaba sola, no tenía un abogado, no tenía a nadie. Estaba sola en Palacio. ¿No lo iba a firmar?
L. S.: vuelvo e insisto: si ella me dice ‘no quiero hacer el polígrafo’, jamás lo hubiera hecho.
V. D.: ella dice que lo hizo por presión. Además, le dijeron que esa noche no regresaría a la casa, que iría a la cárcel y que le iban hacer un allanamiento a ella y a su familia. Asimismo, a uno de sus hermanos lo abordaron varios hombres para exigirle que devolviera la plata. Otro episodio ocurrió cuando llevaba a su mamá a la Terminal de Transporte. Allí terminaron haciéndole una sospechosa requisa a ella y a todas las personas que la acompañaban.
L. S.: no tengo referencia de lo que me dice. Hasta ahora me estoy enterando.
V. D.: ¿el presidente Gustavo Petro sabía que a esa señora la iban a llevar a hacerle un polígrafo en ese sótano al frente de la Casa de Nariño?
L.S.: no. El presidente sabía que me pasó un hecho en mi casa, con la niñera de mi hijo, y sabía que se habían activado todos los protocolos de seguridad.
V.D.: ¿usted hizo una denuncia en la Fiscalía por el robo de su dinero?
L.S.: sí, señora.
V.D.: ¿usted ese día denuncia cuánto dinero se le perdió?
L.S.: no denuncio específicamente cuánto porque eran unos dólares que tenía ahí y una plata que había sacado. La tenía en una maleta encima del sofá. Lo que referí en ese momento es que no sabía específicamente cuánto era.
V.D.: ¿pero no sabía cuánta plata tenía en el maletín?
L.S.: eran más o menos 3.500 o 4000 dólares.
V.D.: ¿y la otra plata que tenía en efectivo?
L.S.: la había sacado para pagar una tarjeta que más o menos eran como cinco millones de pesos. Creo que la denuncia quedó como en 30 y algo así. No me acuerdo en este momento.
V.D.: Marelbys dice que un policía le advirtió: “Vieja, ladrona, devuelva la plata, que son 150 millones de pesos”. ¿Eran 150 millones de pesos?
L.S.: no, la verdad no sé ese episodio. Cuando ella estaba con la Policía, le hicieron unas preguntas, como nos las hicieron a todos, que si ella había cogido el bolso, pero en ningún momento hay ese tipo de maltrato. Nunca.
V.D.: hay otra cosa extraña que ocurre y es que ella cree que estuvo en la Fiscalía. Pero lo que pasó fue que la volvieron a citar a la Sijín y le pusieron un abogado de oficio por videollamada, en una diligencia supremamente extraña. ¿Está enterada?
L.S.: no. Incluso estaba esperando que la Fiscalía me llamara a ampliar la denuncia, pero hasta el momento no me han llamado y la verdad nunca más volví. Hace más de dos meses no tengo contacto con la señora.
No sabía sobre ningún procedimiento con un abogado en la Sijín. (Pocas horas después de esta entrevista, Laura Sarabia hizo llegar un documento a la Fiscalía, ampliando su denuncia después de cuatro meses del robo. Allí habla de un hurto de 7.000 dólares y califica a Marelbys como la principal indiciada y posible autora de ese delito).
V.D.: ¿por qué hay 150 millones de pesos en efectivo en la casa de Laura Sarabia?
L.S.: no. La que habla de 150 millones de pesos es la señora. ¿Y por qué tenía dólares en mi casa? Porque me pagan los viáticos en efectivo, en dólares, entonces, pues ese día los tenía.
V.D.: ¿no son consignados? ¿En Palacio entregan los viáticos en efectivo?
L.S.: los entregan en efectivo, sí señora.
V.D.: Marelbys dice que usted siempre llegaba a la casa, e iba directo a una caja fuerte. ¿Eso es verdad?
L.S.: eso no es verdad. Me quedo sin palabras. Quién sabe esa señora qué se está inventando.
V.D: ¿cómo era su relación con la niñera?
L.S.: ella nunca puede decir que hubo un maltrato de mi parte o que no le pagara las cosas de ley. Cuando la saco, no es por el polígrafo, aunque tuvo un resultado negativo. No la saco por eso. Soy consciente de que el polígrafo no es ninguna prueba.
V.D.: ¿El polígrafo salió mal?
L.S.: sí, ella perdió la prueba.
V.D.: ¿y usted le contó a ella?
L.S.: no. Precisamente, como le digo, tenía claro que el polígrafo no es una prueba judicial, tampoco es una prueba de que ella hubiera robado la plata de mi casa. Simplemente lo que hice fue decirle que no me sentía cómoda.
V.D.: o sea, ¿el polígrafo concluyó que ella se robó la plata que usted tenía en el maletín?
L.S.: en el polígrafo le hacen varias preguntas y lo que arroja es lo que refiere el cuerpo sobre si está diciendo mentiras. Ella sí arrojó un resultado negativo. Fue la única de todo mi esquema de seguridad que tuvo un resultado negativo.
Aceptando las recomendaciones, relevaron a todo mi esquema de seguridad. Lo cambiaron. Yo le dije a ella que no podía sentirme tranquila, pues la investigación va para largo. Le dije: no puedo afirmar que te hayas o no apropiado de eso. Pero, por mi tranquilidad, tampoco podía tener a una persona sin una razón tanto tiempo.
Han pasado seis meses y no hay resultados de la investigación. Lo que le dije era que mejor dejáramos el contrato así. La liquidé, con todo lo de ley, y quedamos en buenos tratos. Incluso, ella me dijo que me quería mucho, que estaba muy agradecida, que me tenía como una hija y que siempre contara con ella. Fue la última vez que hablamos.
V.D.: ¿usted descarta que las personas que le hicieron al polígrafo hayan cometido excesos con ella?
L.S.: no creo que hayan cometido excesos porque en el polígrafo queda todo grabado.
V.D.: sí, el polígrafo queda grabado, pero ella estuvo allá cuatro horas y media. ¿Todo ese tiempo duró el procedimiento?
L.S.: no, pero pues acá está todo en cámaras de seguridad y aquí está todo desde su entrada hasta su salida.
V.D.: ¿nos puede enviar ese material? Desde que ella entra hasta que sale.
L.S.: me toca preguntar porque eso fue hace mucho tiempo. No sé si queda un back up.
V.D.: y el registro de su ingreso, eso es clave, porque ella dice que no la registraron.
L.S.: vuelvo y le indico, ella entró en mi carro, como entro yo…
V.D.: claro, pero ella no es funcionaria, es una particular.
L.S.: si quisiera esconder el hecho, no le hago firmar un consentimiento.
V.D.: bueno, pensando mal, también puede ser una forma suya de protegerse.
L.S.: ¿pero protegerme de qué? De que la señora va a decir cinco meses de que la traje prácticamente obligada y que la metí ilegal a un sótano por cuatro horas. Fui víctima de un robo y ahora le salgo a deber a la persona que hoy es la mayor indiciada del robo.
V.D.: ¿usted le reportó a la Fiscalía el resultado del polígrafo?
L.S.: no.
V.D.: cuando la niñera refiere que se sintió secuestrada, ¿qué se le ocurre?
L.S.: le voy a ser sincera. Una persona que miente, que tal vez roba, y que diga eso, ¿qué puedo hacer? Estoy sin palabras. Me parece tenaz que, después de ser la víctima, termino debiéndole a la persona, pero bueno.
V.D.: ¿no cree que se equivocó haciéndola llevar a un polígrafo de Presidencia?
L.S.: no hice nada que ella no me autorizara.
V.D.: pero independientemente de que autorizara, ¿usted podía hacer uso del polígrafo de Palacio para algo personal?
L.S.: pero es que ese es mi esquema de seguridad.
V.D.: pero es que ella no hace parte de su esquema de seguridad.
L.S.: claro, pero es que hubo una situación de vulneración de mi seguridad y de mi familia.
V.D.: le insisto en que ella es una particular, no una funcionaria del Gobierno.
L.S.: pero ella igual firmó un consentimiento.
V.D.: allí habría que ver si usted, como servidora pública, podía usar un bien del Estado para una particular en un caso doméstico.
L.S.: no lo estoy usando para una cosa particular. Lo estoy usando en el caso de una vulneración de mi seguridad.
V.D.: la Fiscalía es la única que debe investigar a Marelbys Meza, no usted ni el Gobierno.
L.S.: claro, la Fiscalía lo está haciendo.
V.D.: pero no hay un fiscal ni un juez ni una orden judicial que ordene que a esa señora había que hacerle un polígrafo.
L.S.: a ella, yo no la estaba investigando.
V.D.: pero hacerle un polígrafo en un sótano de una dependencia del Gobierno es investigarla, someterla.
L.S.: yo no la estaba investigando. Al senador Benedetti, hace un año, también le pasó lo mismo y mandó a hacer un polígrafo. ¿También estaba investigando a la señora?
V.D.: no tengo referencia de eso. Pero quiero saber si el señor Benedetti la llevó o no a Palacio.
L.S.: no, a Palacio no.
V.D.: ¿lo hizo en un polígrafo particular?
L.S.: no la llevó porque en ese momento no era parte del Gobierno.
V.D.: entonces son dos situaciones distintas.
L.S.: pero entonces, no entiendo. ¿El problema es el polígrafo o que lo hicieran en Palacio? O sea, ¿si hubiera llevado a la señora a un polígrafo particular no hubiera problema?
V.D.: por lo menos no estaría haciéndole estas preguntas. Estaríamos en otra conversación. Por ejemplo, su conductor se llama Harold, ¿correcto?
L.S.: sí señora.
V.D.: ¿Harold qué?
L.S.: Rondón.
V.D.: ¿Harold Rondón es funcionario del Gobierno?
L.S.: es de la UNP.
V.D.: muy bien. Entonces ese funcionario va a recoger a la señora en un carro del Estado para someterla al polígrafo en un sótano al frente de Palacio y que pertenece al Gobierno.
L.S.: claro.
V.D.: la ingresan, pero no con un registro oficial.
L.S.: la ingresan por el sótano, pasa por todos los pasillos donde hay cámaras de seguridad, pasa por los filtros que hay abajo de la Policía, nunca se entró a escondidas, ni absolutamente nada.
V.D.: ¿la registraron, sí o no?
L.S.: no, señora.
V.D.: ¿y cualquier ciudadano puede ingresar a Palacio sin registro?
L.S.: ¿señora?
V.D.: ¿cualquier ciudadano puede ingresar a Palacio sin registro?
L.S.: los ministros entran por la puerta blanca y no son registrados, todas las personas que entran por ahí no son registradas.
V.D.: obviamente hay una diferencia entre un ministro y la niñera del hijo de la jefe de gabinete.
L.S.: no…
V.D.: ¿no?
L.S.: me refiero a que mucha gente entra por otros filtros de Palacio. No es porque se quiera esconder, sino porque no pasan por la puerta de la Séptima, porque es un paso vehicular.
V.D.: un ministro es un funcionario del Gobierno, la niñera de su hijo no es funcionaria del Gobierno, pero la ingresaron como si fuera un ministro.
L.S.: no, la ingresaron en mi carro, como ingreso yo. ¿Por qué? Porque era mi niñera en ese momento y venía aquí como si yo hubiera traído a mi hijo, como si hubiera venido mi esposo y no estaba haciendo nada ilegal, ni que quisiera que no quedara registro.
V.D.: no es lo mismo que entre su hijo a que ingrese una persona particular de la cual usted dudaba y por lo cual usted terminó llevándola a hacer un polígrafo.
L.S.: ¿y es que mi hijo no es un niño particular?
V.D.: claro, pero su hijo es su hijo y usted no lo está llevando a hacerle un polígrafo a un sótano en una dependencia de Palacio porque duda de él.
L.S.: ella vino conscientemente.
V.D.: ¿realmente la niñera podía negarse a hacer el polígrafo? Póngase en su lugar.
L.S.: claro, claro.
V.D.: ¿podía negarse?
L.S.: no, no.
V.D.: ¿no?
L.S.: claro que sí, ella es una ciudadana.
V.D.: ¿por qué no le dijo: la esperan en Palacio a tal hora, por ejemplo?
L.S.: yo le dije.
V.D.: usted mandó al conductor a recogerla.
L.S.: yo le dije a la señora que la esperaba acá y me dijo que le quedaba muy difícil y que si le podía mandar un carro.
V.D.: ¿hoy cree que ella le robó el dinero del maletín?
L.S.: no sé, eso está en investigación en la Fiscalía. No puedo acusar a la señora, a nadie.
Pero ella sí perdió la prueba del polígrafo. El resultado fue negativo. Pero aún así no puedo decir que la señora se robó eso. Tengo chats, los puedo leer textual, se los escribió a mi esposo a los dos días: “Hola, mijito, buenas tardes, qué pena molestarlo, quería saber acerca de mi trabajo, ¿voy?, ¿qué hago?, ¿qué le han dicho? Estuve en lo del polígrafo, me recogieron en casa y me trajeron y no me dijeron más nada, necesito trabajar, no me puedo quedar sin trabajo. Lo llamé y sumercé no me contestó”.
O sea, una persona que dice esto y cinco meses después referencia que le pasaron un poco de cosas. ¿Es una persona que escribe ese mensaje? Vicky, se lo pregunto honestamente.
V.D.: no puedo responder eso. Lo que puedo es preguntarle a usted.
L.S.: pero, Vicky, le hago otra pregunta. ¿Si ella vivió eso, por qué no denunció?
V.D.: no sé, habría que preguntárselo. Pero pues puede haber mil razones.
L.S.: pero yo quisiera preguntárselo.
V.D.: miedo, por ejemplo.
L.S.: ¿y se le acabó el miedo cinco meses después o qué fue lo que pasó?
V.D.: no lo sé. No puedo responder por ella.
L.S.: sí, de acuerdo.
V.D: hay un testimonio donde ella refiere unas cosas graves que usted ha confirmado. Usted corroboró que envió por ella a su casa; que ingresó sin registro a Palacio; que le hicieron un polígrafo en un sótano en una dependencia oficial, al frente de la Casa de Nariño Palacio, sin ella ser una funcionaria. O sea, son hechos reales.
L.S.: sí, son reales. No son reales en el sentido o la dimensión en que los dice la señora, pero nunca he negado que ella haya hecho el polígrafo. Nunca he negado que el polígrafo no se hubiera hecho aquí en Palacio. Nunca he negado que la recogí porque ella me pidió que la recogiera y fueron y la dejaron en su casa como ella me pidió.
Jamás ella me refirió que pasó por todo esto que me está contando. Le agradezco por haberme incluido en la noticia porque me va a ayudar a ampliar la denuncia. Es evidente que esto es una extorsión y quisiera que la Fiscalía me diga quién está detrás de la señora o por qué, cinco meses después, refiere un poco de cosas.
V.D.: ¿quién está detrás de la señora, qué sospecha tiene usted?
L.S.: no sé, me gustaría que la Fiscalía lo investigara.
V.D.: una pregunta difícil, pero se la hago para que pueda responder. ¿A la señora Marelbys Meza la tuvieron secuestrada durante cuatro horas en un sótano frente a Palacio?
L.S.: no. La señora, en ningún momento, estuvo secuestrada en Palacio. Ella vino consciente. Ella firmó un consentimiento.
V.D.: ¿que usted me lo va a hacer llegar verdad?
L.S.: sí claro, se lo hago llegar. (SEMANA tiene el documento en su poder, pero Sarabia prohibió su publicación). Insisto, le agradezco porque esto me permite ampliar la denuncia y ojalá me llame la Fiscalía. Para mí, la verdad, esto es una extorsión.
V.D.: ¿una extorsión de la señora?
L.S.: ya veremos, yo quisiera...
V.D.: ¿cree que hay una tercera persona involucrada? Me sorprende que constantemente se refiera a una extorsión.
L.S.: ya veremos. Pido que la Fiscalía averigüe quién está detrás de la señora.
V.D.: ¿hay alguien detrás de la señora?
L.S.: pues usted misma me dijo que la señora no tenía muchos estudios, y que es fácilmente manipulable.
V.D.: no. No he dicho que es manipulable.
L.S.: pues que se podía sentir presionada fácilmente, que era una persona humilde.
V.D.: ¿pero no cree que usted tiene el poder suficiente como para amedrentar a una persona sencilla como lo es quien era la niñera de su hijo?
L.S.: no, Vicky.
V.D.: ¿no?
L.S.: no tengo el poder de amedrentarla. Jamás en la vida la amedrenté.
V.D.: pero es que la hizo llevar a Palacio.
L.S.: pero es que ella vino a Palacio en muchas oportunidades con mi hijo y también sola. Estuvo en mi oficina. ¿Entonces en ese momento la estaba amedrentando?
No, Vicky, no considero que la estuviera amedrentando. Ella vino consciente a lo que venía, nunca la obligué, nunca la presioné, no utilicé mi poder. Que la señora denuncie, que vaya con pruebas de que todo eso pasó. La verdad, dañar mi buen nombre por un testimonio, sin una sola prueba, porque la señora no tiene una sola prueba de que eso pasó, en cambio yo sí tengo el consentimiento. Tengo mi escolta que puede referir si ella vino obligada.
V.D.: ¿pero cómo prueba que el consentimiento no fue presionado?
L.S.: no sé. Me siento como en un interrogatorio, en el cual soy la culpable y la señora es la inocente.
V.D.: no, por favor. Eso solo lo definirán los jueces. Entienda que debo hacerle estas preguntas para que usted tenga la oportunidad de responderlas.
L.S.: yo, en vez de ser la víctima por un robo, tengo que salir a responder supuestamente porque la señora se sintió amedrentada por mí y por, supuestamente, un abuso de poder.
V.D.: usted sabe que estoy cumpliendo con mi obligación como periodista.
L.S.: yo sé que usted está cumpliendo con su obligación y le agradezco.
V.D.: cuando habla de extorsión, ¿es porque alguien le está pidiendo algo a cambio?
L.S.: me remitiré a la Fiscalía.
V.D.: ¿pero alguien la está extorsionando ?
L.S.: Vicky, me remitiré a la Fiscalía y llevaré todas las pruebas.
V.D.: o sea que sí.
L.S.: en la Fiscalía ampliaré toda mi denuncia y pues ya miraremos. Vicky, igual, le agradezco mucho por todo.
Nota: horas después de esta entrevista, Laura Sarabia le envió por escrito a SEMANA el siguiente mensaje: “El incidente de seguridad fue puesto en manos de la Jefatura de Protección. Con lo que me fue informado por ustedes contrasté la información y me indicaron que no fueron a Palacio sino a las oficinas de poligrafía que no quedan en Palacio. La señora Marelbys no ingresó a Palacio”. Igualmente, Sarabia adjuntó la ampliación de su denuncia ante la Fiscalía, y que hizo este viernes, un día después de esta entrevista con SEMANA.