Gobierno
Bogotá y la región, a la expectativa del apoyo que puedan recibir del Gobierno Petro
Carlos Fernando Galán y Jorge Emilio Rey deberán trabajar en equipo a favor de Bogotá y Cundinamarca. El principal desafío será la relación con el presidente.
A primera vista, la relación entre el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, podría ser tensionante. Ambos mandatarios se han hecho fuertes señalamientos en el pasado y esas diferencias podrían fracturar la buena relación que dejaron sus antecesores entre la capital del país y la región.
Los choques entre ellos vienen desde que Rey ocupó el cargo de gobernador por primera vez, entre 2015 y 2019, y cuando Galán era senador de Cambio Radical.
El nuevo alcalde de Bogotá señaló a Rey de estar involucrado, presuntamente, en el volteo de tierras en Cundinamarca. Rey, por su parte, manifestó que las denuncias de Galán “eran irresponsables” y puntualizó que era “ignorante, perverso y falaz tratar de involucrarlo” en ese problema. Pero ahora Galán y Rey deberán empezar a trabajar en equipo para sacar adelante a Bogotá y la región.
No obstante, el principal reto que tienen por delante va más allá de dirimir sus desacuerdos, y está encaminado a lograr articular a la nación con la región para impulsar proyectos estratégicos, además de combatir la inseguridad, el hambre y la recesión económica que se avecina. Se trata de un detalle para nada menor si se tiene en cuenta el distanciamiento político que hay entre el alcalde y el gobernador con el presidente Petro.
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Región Metropolitana
La articulación de la Región Metropolitana es uno de los principales retos, no solo por los recursos que se necesitan para su financiación, sino por la urgencia de adherir más actores al modelo de asociatividad.
“La institucionalidad de la Región Metropolitana aún está muy débil, desde el punto de vista que los únicos que están son Bogotá y Cundinamarca, los demás municipios aún no se han integrado, y eso va a afectar la toma de decisiones en el departamento y la ciudad”, señaló Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos. En ese proceso de integración debe desempeñar un papel importante el Gobierno Petro.
“Se necesita adelantar un trabajo de bastante filigrana con el Gobierno nacional para que en esa articulación de la Región Metropolitana no se generen nuevos impuestos”, afirmó Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá-Cundinamarca.
Sin embargo, el panorama para el apoyo del Gobierno Petro se torna bastante sombrío toda vez que la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, ha cuestionado la Región Metropolitana y la bancada del Pacto Histórico en el Concejo de Bogotá demandó el proyecto de acuerdo con el que el cabildo distrital aprobó la adhesión de la capital.
Movilidad
A la par del futuro de la Región Metropolitana, hay dos proyectos estratégicos que requieren apoyo crucial del Gobierno Petro para garantizar la movilidad entre Bogotá y Cundinamarca. Se trata del Regiotram de Occidente y del Norte. Al primero, que tardó 13 años en materializarse, y cuya acta de inicio se firmó en junio de 2020, la Anla le negó la licencia ambiental al final del primer semestre del año pasado, argumentando inconsistencias y deficiencias en la información presentada por la concesionaria en el estudio de impacto ambiental.
Aunque a finales de 2023 se volvió a radicar la solicitud de licencia ambiental, la última palabra la tendrá el Gobierno Petro y se espera que la decisión se tome a antes de culminar el primer trimestre de este año. Este proyecto terminó 2023 con un avance del 27 por ciento y debería entregarse en noviembre de 2026, pero al no contar con licencia ambiental ya se pronostican retrasos de varios meses.
En cuanto al Regiotram del Norte, en agosto de 2023, la entonces alcaldesa Claudia López y el gobernador Nicolás García radicaron la solicitud de aval técnico ante el Ministerio de Transporte, sin embargo, un mes después, la cartera a cargo del ministro William Camargo hizo varias observaciones al proyecto.
“El Regiotram del Norte está enredado porque la nación solicitó que combine el transporte de pasajeros con el de carga, y toca volver a hacer estudios, los cuales requerirán otros dos años más”, sostuvo Omar Oróstegui, director del Laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana.
Ahora, en relación con Bogotá, Galán tendrá que lidiar con el déficit del Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) de TransMilenio, que, sí o sí, va a requerir recursos del Gobierno Petro. De lo contrario, en septiembre u octubre próximo el sistema no tendría cómo operar.
“Los costos de operación para 2024 son de 6 billones de pesos. De ese total, 2,9 billones serán vía tarifa y el resto se debe aportar vía FET. Ahora, de los 3,1 billones que se deben financiar en el FET, el Distrito debe aportar 2,25 billones y la nación, 875.000 millones, pero con el Gobierno Petro nunca hay certeza de nada y ahí hay una gran alarma sobre la operación del sistema”, advirtió el concejal Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático.
Es tan alarmante el déficit de TransMilenio que, entre 2018 y 2028, el FET requerirá más de 26 billones de pesos, el valor de una línea del metro.
La crítica situación financiera de TransMilenio vuelve aún más primordial el apoyo del Gobierno y complica cualquier modificación de las horas valle y las horas pico en la restricción de pico y placa en la ciudad, toda vez que el pico y placa solidario le deja al Distrito más de 400.000 millones de pesos y esos recursos se destinan a financiar el FET.
En movilidad, también será indispensable el futuro de la primera línea del metro de Bogotá ante la insistencia del Gobierno Petro de soterrar el trazado. “Todos los recursos que se han ejecutado hasta el momento provienen del Distrito, y hay que ver cuáles serán las condiciones para que la nación desembolse ese cheque”, indicó Oróstegui.
Seguridad
Con unos indicadores de delitos de alto impacto disparados en Bogotá y en Cundinamarca, la seguridad también es uno de los principales problemas que Galán y Rey deben atajar.
“El problema no se resuelve aumentando el pie de fuerza, hay que trabajar en prevención y control. Y en materia de prevención, una de las problemáticas a resolver es el hambre, que, de no controlarse, va a derivar en más delincuencia”, aseguró Mariño.
“La nación tiene que apoyar a Bogotá en la judicialización de los delincuentes y la descongestión carcelaria, de lo contrario Galán no va a avanzar al ritmo que él quiere en seguridad”, precisó Oróstegui.El balón está del lado de Petro y dependerá de él y de sus relaciones con Galán y Rey el avance o retroceso de la región.