POLÍTICA
Canadiense que agredió a policía en aeropuerto El Dorado quedó a disposición de Migración Colombia para ser expulsado del país
Aunque la Fiscalía había expresado el deseo de imputar cargos, no fue solicitada la medida de aseguramiento por lo que el ciudadano deberá salir de Colombia.
Vince-Tong Sozio, el ciudadano canadiense que quedó grabado en videos de la ciudadanía cuando golpeaba a un policía en el aeropuerto El Dorado en Bogotá y lo intentaba despojar de su arma de dotación, quedó a disposición de Migración Colombia.
SEMANA conoció que el ciudadano quedó en manos de las autoridades migratorias. Lo que viene ahora es que se expida la resolución que determine su expulsión, lo que se espera que ocurra esta misma semana.
La decisión fue tomada luego de que la Fiscalía no pidiera la medida de aseguramiento contra el extranjero, a pesar de que el ente judicial imputó inicialmente el delito de violencia contra servidor público en circunstancia de agravación y explicara en detalle cómo ocurrieron los hechos que derivaron en la captura del extranjero.
Vince-Tong Sozio negó los cargos imputados por la Fiscalía y se declaró inocente, a pesar de quedar en video mientras incurría en el delito que motivó su captura. La juez le recordó las implicaciones y los derechos que pierde por encontrarse vinculado a la investigación.
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La fiscal a cargo de la investigación entregó en detalle cuáles fueron las circunstancias de modo, tiempo y lugar en las que ocurrió el ataque contra el uniformado. En los videos quedó en evidencia el ataque del canadiense y cómo se lanzó sobre el policía con el objetivo de quitarle su arma de dotación.
Según el expediente presentado ante la juez, había pruebas suficientes para demostrar la actuación violenta del extranjero con el ánimo de desarmar al uniformado, lo que en criterio de la Fiscalía se convertía en una situación de riesgo. Gracias a las acciones de los ciudadanos que se encontraban en el lugar se logró frenar el ataque del extranjero.
Tras la agresión, Vince-Tong Sozio, había sido detenido por las autoridades, y posteriormente fue presentado ante un juez de control de garantías como responsable del delito de violencia contra servidor público. Las pruebas en su contra quedaron en los videos de seguridad y los que grabaron algunos ciudadanos con la evidencia del ataque.
La Fiscalía le pidió a la juez 45 de control de garantías que legalizara la captura del extranjero. Se advirtió que su detención ocurrió en flagrancia y que en todo momento se le respetaron los derechos. Además, se le brindó un traductor en la audiencia y un abogado de oficio.
El canadiense pidió en repetidas oportunidades la posibilidad de hablar, de explicar lo que ocurrió tras advertir que estuvo por más de cuatro días en El Dorado. Dijo que no había comido nada y estaba cansado.
“Cuando hablo con el defensor, le digo que he estado en el aeropuerto por cuatro días y no había comido y no estaba pensando muy claramente, entonces quiere tener la oportunidad de aclarar varias cosas en la misma audiencia”, dijo el traductor del extranjero.
Entre el material presentado como prueba por la Fiscalía se radicó la denuncia del uniformado en donde se incluyeron detalles de los hechos que incluyó la forma, el cómo y cuándo del ataque en su contra. El policía reveló en detalle cómo ocurrió el ataque, cuando justamente el extranjero buscaba, a toda costa, arrebatarle su arma de dotación.
“Yo trato de alejarlo con mi mano izquierda, el armamento lo tengo en el lado derecho de mi cintura, lo coloco en un lugar donde no lo pueda coger. Lo trato de alejar para evitar que el señor me despoje del armamento y ocurra una tragedia, porque inicialmente lo que el señor quería era despojarme del armamento”, explicó el uniformado.
El patrullero John Favio Largacha aseguró que tras repasar los videos en los que aparece junto al canadiense, piensa en la gravedad de los hechos y de lo que pudo ocurrir si este agresor le hubiese quitado su arma de dotación. Las imágenes son perturbadoras, no solo por la violencia, sino por la actitud del atacante que no se detuvo un segundo en la golpiza, de no ser por los ciudadanos que intercedieron en favor del policía.
“Decido ir al baño. Al salir del mismo, un sujeto se me abalanza por la espalda y trata de quitarme mi pistola de dotación; me doy vuelta, le pregunto al señor qué le pasa, no me contesta, hace caso omiso y caminó unos pasos adelante, yo al ver obviamente la actitud del señor pido apoyo por el radio de comunicaciones para poder individualizar”, explicó el uniformado.