Canciller Álvaro Leyva se reunió con cuerpo diplomático colombiano en Roma tras asistir a funeral del papa emérito Benedicto XVI; esta fue su agenda en Italia

El canciller Álvaro Leyva continúa su recorrido diplomático en Roma tras haber asistido al funeral del papa emérito Benedicto XVI este jueves 5 de enero en el Vaticano, en la plaza San Pedro, donde se llevaron a cabo las exequias de Joseph Ratzinger.

En las últimas horas, según informó la Cancillería, el ministro de Relaciones Exteriores aprovechó su viaje para encontrarse con varios de los miembros del cuerpo diplomático colombiano en ese país, entre los que se encuentra la embajada de Colombia ante la Santa Sede, la embajada de Colombia en Italia y el consulado de Roma.

En el encuentro estuvo la embajadora de Colombia en Italia Ligia, Margarita Quessep; así como otros miembros del cuerpo diplomático en ese país. Quessep ha acompañado al ministro Leyva en varios de sus recorridos y reuniones que se han llevado a cabo en territorio italiano. Asimismo, ha estado presente el encargado de Negocios ante la Santa Sede, Carlos Fernando Molina Céspedes. Los tres funcionarios estuvieron en representación del país en el funeral de Benedicto XVI.

En las exequias en el Vaticano, Leyva coincidió con la reina emérita de España, Sofía de Grecia, según la Cancillería, hubo cruce de palabras. Asimismo, tuvo la oportunidad de conversar con el lugarteniente del Gran Maestre, Frey John T. Dunlap de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.

Leyva también saludó y expresó sus condolencias a miembros de la Iglesia Católica en Roma. “Presenté en la ceremonia de exequias del papa emérito Benedicto XVI, en la Plaza de San Pedro. Tuve el honor de encontrarme con monseñor Paul Gallagher, secretario para las relaciones de estado en la Santa Sede”, informó el ministro de Relaciones Exteriores.

Luego del funeral, Leyva sostuvo una reunión con la comunidad de Sant’Egidio, una asociación pública laica cristiana cercana al papa Francisco que tiene presencia en más de 70 países, en los que aborda temas relacionados con el trabajo por la paz. Desde la Cancillería habían informado que entre los propósitos de Leyva de su viaje a Italia estaba buscar apoyos de la iglesia católica en Roma al proyecto de ‘paz total’ del Gobierno.

En ese encuentro con la comunidad estuvieron el profesor Andrea Riccardi, fundador de San Egidio; Gianni La Bella, consejero Presidencial de esa asociación; el padre Fernando Escobar, responsable de América Latina; y Mauro Garofalo, encargado de las Relaciones Internacionales de Sant’Egidio.

Funeral del papa emérito Benedicto XVI

En las últimas horas fue enterrado Joseph Ratzinger. El féretro fue trasladado hasta las grutas del Vaticano mientas la comunidad de la Santa Sede y feligreses lo despedían. Al encuentro asistieron distintas personalidades en representación de varios países. La ceremonia fue presidida por el papa Francisco, mientras que la misa fue oficiada por el decano del Colegio Cardenalicio, el italiano Giovanni Battista Re.

Hacia las 09:30 a. m., hora local, inició la santa misa para despedir al papa emérito. A las 10:55 a. m. el ataúd del papa emérito Benedicto XVl abandonó la plaza de la Basílica. Y a las 11 de la mañana, hora colombiana, los feligreses ya abandonaban la plaza San Pedro luego de despedir al sumo pontífice.

Entre los principales invitados estuvieron algunos monarcas, entre ellos la reina Sofía y los reyes de Bélgica. En representación de Alemania, país de origen de Ratzinger, estuvo el canciller de ese país Olaf Scholz y el presidente Frank-Walter Steinmeier. En el caso de Italia también hizo presencia el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni. También asistieron 120 cardenales, cerca de 400 obispos y unos 3.700 sacerdotes, además de nueve jefes de Estado y cuatro primeros ministros.

Cabe recordar que el papa Benedicto XVI falleció el pasado sábado 31 de diciembre del 2022, a los 95 años. Sus restos serán enterrados en las grutas vaticanas, en la tumba que perteneció a san Juan Pablo II hasta 2011, cuando fue trasladado a la capilla de San Sebastián en la superficie de la basílica de San Pedro.