POLÍTICA
Candidata a la Alcaldía de Cali, Juanita Cataño, le pide a Petro pararse de la mesa de negociaciones y enfrentar al ELN con el peso de la ley
La candidata por Cambio Radical denunció en SEMANA cómo desde el estallido nacional que ella llama “toma guerrillera”, el ELN se movió estratégicamente en Cali.
SEMANA: Hoy varias zonas del Valle del Cauca, incluso, Cali aparecieron con vallas y panfletos del ELN. ¿Qué opina?
JUANITA CATAÑO (J.C.): Demasiado grave en Cali. Deja al descubierto el plan macabro que tiene el ELN para presionar al Gobierno en los intentos que ha hecho por establecer un acuerdo de paz en el marco de la Paz Total. Me parece más preocupante que esta situación no se presenta desde ahora. Recordemos que durante las protestas pasadas, los primeros dos o tres días obedecieron a manifestaciones en contra de la reforma tributaria de Iván Duque que fue retirada del Congreso. De paso, el entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, salió del cargo. Si revisamos los informes de las autoridades, después del tercer día, el escenario fue más violento, hubo una infiltración guerrillera, como lo ha establecido la Fiscalía. Se identificaron los puntos estratégicos que utilizaron los manifestantes con el fin de bloquear acciones de la fuerza pública.
SEMANA: ¿Cómo así?
J.C.: En el sector conocido como La Luna, en Cali, bloquearon el accionar del Esmad porque a pocas cuadras queda la estación donde habitaban; en Melendez, donde también paralizaron, está ubicado a pocos metros el Batallón Pichincha; en Nápoles, otro punto de bloqueo, es donde se guardan las armas de la Policía y en Puerto Rellena está la Sijín. Así que todos estos bloqueos estratégicos hacen parte de un ataque sistemático y de unas posiciones de guerra que no fueron planeadas por la ciudadanía.
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SEMANA: ¿Por qué relacionar el estallido social con las banderas y mensajes del ELN hoy en Cali?
J.C.: Cuando hablamos de estallido tenemos que referirnos a dos cosas: las marchas pacíficas que se dieron durante los tres primeros días, pero durante tres meses Cali sufrió estos bloqueos, estos ataques sistemáticos a los CAI, el sistema de transporte masivo, el comercio, bloqueos a ambulancias, entre otros. Jamás la ciudadanía caleña había bloqueado los puntos que le dije anteriormente. Eso fue una planificación estratégica de grupos terroristas como el ELN. Recordemos que la Fiscalía y los medios han puesto en evidencia los cuadernos escritos por los elenos donde se refieren al tema (...).
SEMANA: ¿Qué cree que deba hacer el Gobierno frente al ELN y todo lo que está ocurriendo en el país?
J.C.: El Gobierno tiene que pararse de la mesa y enfrentar a la guerrilla del ELN hasta su debilitamiento terrorista y que una vez reducidos militarmente, los siente y no se negocie un sometimiento sin representación política, con reparación a las víctimas y lo más importante: con la verdad. Hoy, después de todas las justificaciones que ha hecho la guerrilla para cometer las masacres de la fuerza pública y la población civil, debe llevar al Gobierno a pararse y enfrentarlos con el peso de la ley.
SEMANA:¿Pero no es caminar hacia atrás y perder lo que se ha avanzado en las conversaciones con ese grupo armado?
J.C.: No se ha avanzado en absolutamente nada. La guerrilla del ELN sigue actuando a sus anchas y mucho más empoderada al estar sentada en una mesa de negociación con un Estado que está maniatado. No han hecho ningún avance. Por el contrario, hoy vemos cómo la seguridad se ha deteriorado en ciudades como Cali, Bogotá, Cartagena, Bucaramanga, entre otras.
SEMANA: ¿Y cómo ve el papel de la fuerza pública? ¿Dónde están las Fuerzas Armadas en Cali?
J.C.: La fuerza pública está desmoralizada. Yo creo que hoy no tiene un verdadero acompañamiento del Gobierno Nacional. No sienten un verdadero respaldo de su comandante en jefe que es el presidente Gustavo Petro, quien ha tomado unas decisiones erráticas (...) Qué esperanza puede tener un Ejército que está decidido a entregar su vida para defender la soberanía si su propio Presidente le da la espalda y tiene más intenciones de negociar con bandidos.
SEMANA: En caso de que se convierta en la eventual alcaldesa de Cali, ¿le preocupa gobernar con un presidente al que usted le hace múltiples críticas?
J.C.: No me preocupa. A la hora de administrar tenemos que trabajar todos. Lo que sí quiero dejar claro son varias cosas: en materia de seguridad, la alcaldesa y la comandante en jefe de la fuerza pública en Cali seré yo. Si soy elegida garantizaré la seguridad y tranquilidad a los caleños. No podemos continuar con políticas de seguridad fallidas que lo único que han hecho año tras año es aumentar los índices de inseguridad, homicidios y hurtos y que los caleños estén aterrorizados hoy en sus casas. Hablar de desarrollo, de inversión social, sin un territorio seguro, es imposible.