César Gaviria le hizo fuerte llamado de atención a la OEA y a la CIDH porque sus pronunciamientos “menoscaban la autonomía” de Corte y la “separación de poderes”

El expresidente César Gaviria se pronunció sobre la polémica que se ha generado en el país por cuenta de una posible injerencia de organismos internacionales en las decisiones de ls justicia colombiana, concretamente en la elección del Fiscal General que deberá hacer en los próximos días la Corte Suprema de Justicia.

El también jefe del liberalismo señaló que no sale de su asombro por las intervenciones de la OEA y de la CIDH en asuntos internos del país por lo que está claro que no se está respetando la separación de poderes en Colombia.

“No salgo del asombro al ver las actuaciones del Secretario General de la OEA Luis Almagro y de lo expresado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que menoscaban la autonomía de la Corte Suprema de Justicia de Colombia y la separación de poderes consignada en la carta democrática interamericana, cuyo proceso presidio con gran tino y sabiduría, el señor Humberto de la Calle Lombana, entonces embajador de Colombia”, dijo Gaviria.

Agregó: “Ambas declaraciones desconocen un componente clave de la carta, lo que implica interferir en la separación de poderes que son un componente principalísimo de un acuerdo que recibió la aprobación unánime de todos los miembros de la OEA, y avaló con su presencia, el entonces secretario de estado, Colin Powell, quien nos acompañó hasta el último momento a pesar de que en ese instante se produjo el ataque terrorista a las torres gemelas”.

Gaviria indicó que todo esto se lo hizo saber al embajador de los Estados Unidos de América “quien me escuchó con atención y respeto”. Así mismo indicó que está seguro que ninguna de las dos declaraciones que se conocieron “corresponde a algo que haya sido consultado, ni que cuente con el respaldo de los países miembros. Mi larga experiencia en la Secretaría General de la OEA me permite expresar estas opiniones para defender las instituciones democráticas de Colombia y en especial la constitución de 1991″.

El pasado 13 de febrero la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), una de las instancias internacionales hasta la que acudió el Pacto Histórico para denunciar las supuestas demoras en la elección del fiscal general por parte de la Corte Suprema de Justicia, ya fijó su postura frente al tema.

Fue enfática en que la Corte Suprema debe culminar la elección del reemplazo del fiscal Francisco Barbosa, “sin interferencias”.

En un comunicado de prensa, destacó que el proceso de selección debe realizarse con transparencia y acceso a la información, “asegurando los criterios de igualdad, no discriminación, formación y mérito. Además, dicho proceso debe realizarse libre de todo tipo de interferencia, asedio o presiones indebidas”, se lee en el oficio de prensa.

La CIDH también reiteró que sigue de cerca el proceso de la selección. Y, en este marco, recordó que la falta de designación de una persona titular en la Fiscalía “podría debilitar el sistema de justicia colombiano”.

La Corte Interamericana, además, informó que el jueves 8 de febrero, se registraron 71 movilizaciones sociales en todo el país que, con excepción de momentos de desorden en Bogotá y Medellín, fueron catalogadas como pacíficas, según información presentada por el Estado.

“En relación a las manifestaciones en las inmediaciones de la sede del Palacio de Justicia, el Estado informó que ninguna persona magistrada o funcionaria del Palacio de Justicia fue objeto de agresiones físicas, y que la Policía brindó la seguridad y facilitó la salida del personal de las instalaciones, sin que se presentaran anomalías”, reportó.

Esos pronunciamientos de la OEA y la CIDH han generado todo tipo de reacciones políticas en Colombia y todas apuntan a que existe una intromisión indebida, sobre todo, porque las opiniones y posturas no son vinculantes.