POLÉMICA
Chocó perdona, pero exige castigo
Simón Gaviria, jefe del Liberalismo, pide perdón por los insultos a Chocó de un diputado de su partido. El gobernador Luis Gilberto Murillo acepta la disculpa, pero pide sanciones disciplinarias. Denunciará penalmente al diputado Rodrigo Mesa por racismo.
(Quibdó y Medellín)
Cuando Simón Gaviria, jefe del Partido Liberal, entró en la humilde redacción de Chocó 7 días, el semanario "más grande" de Quibdó (tres periodistas, una imprenta, un radio y un televisor de 14 pulgadas) se percató de que las palabras de un diputado antioqueño de su partido habían dejado una herida en el alma de los chocoanos, y que las excusas que se disponía a ofrecer a la máxima autoridad del departamento, el gobernador Luis Gilberto Murillo, podrían ser insuficientes.
Según el editorial de la más reciente edición del semanario, que Gaviria tenía en sus manos, advertía que la escatológica comparación del diputado Rodrigo Mesa Cadavid, cuya foto salía en primera página y a quien se calificaba de "guache y grotesco diputado”, no era más que “la reiteración de un vulgar estereotipo discriminatorio y racista, subyacente en la ideología del actual sistema de dominación oligárquico que destruye a Colombia”.
Ese mismo editorial se encargaba de recordar “históricos agravios” que desde las capitales del país, y desde distintas corrientes políticas, han lanzado contra el departamento y su gente.
Y lo hacía citando frases como “¿para qué vas a Chocó, si allá solo hay negros y mosquitos? (del exministro Sabas Pretelt, según el periódico, para disuadir al periodista Lorenzo Cairoli de no visitar Quibdó); “Chocó es una carga para el país” (del exministro de Hacienda de Uribe, Alberto Carrasquilla); “el pueblo chocoano es una especie de minusválido e incompetente que requeriría ser desmembrado y entregado a los departamentos vecinos” (de Gustavo Rojas Pinilla, en los años 50); “El predominio de los negros en una nación la condena al desorden y la inestabilidad política y económica” (de Laureano Gómez, en 1928).
La lista de frases la encabezaba, precisamente, la que se constituía en el más reciente agravio, las de un diputado liberal. En Chocó, según el periódico, consideran que al decir que “la plata que uno le mete a Chocó es como meterle perfume a un bollo”, palabras más palabras menos, “es un insulto al pueblo chocoano al compararlo con un excremento, con una mierda, con una caca”.
El reportero que entrevistó a Gaviria sólo le hizo una pregunta sobre el tema, y prefirió que el jefe del liberalismo hablara de salud, regalías, infraestructura, al considerarlos “asuntos más importantes”.
Denuncia por racismo
Fue una actitud similar a la que encontró Gaviria en el gobernador Luis Gilberto Murillo. Agradeció la visita, aceptó las excusas del jefe liberal, pero se mostró confiado en que la comparación que hizo el diputado en plena Asamblea de Antioquia “no va a quedar en la impunidad”.
Por eso anunció que, tras un estudio jurídico, el departamento “dispuso que sí cabe una demanda penal” contra el diputado. Demanda que interpondrá este miércoles en la Fiscalía, y que sería por racismo.
Pero el gobernador también espera de Simón Gaviria que el Partido Liberal sancione a su diputado. “Nunca hemos dudado que el Partido Liberal va a tomar las medidas para que se sancione este caso”.
Sanciones que, de producirse, serían por “ir en contra de la ideología del liberalismo. No es sólo un insulto a Chocó, es un insulto al partido”, explicó Gaviria al anunciar que el Comité de Ética Liberal analizará el caso el próximo viernes.
Pero la investigación ética podría tomar otro rumbo, Gaviria reveló que Mesa habría certificado un título universitario y una especialización en la universidad Eafit, “cuando sólo cursó hasta el cuarto de bachillerato”.
"Chocó, liberal"
Pero, más allá de las posibles sanciones, Gaviria consideró que las palabras del diputado le hicieron “un daño enorme” al partido, más aún cuando recordó la “larga tradición liberal” del departamento, que hoy sigue manteniendo: “15 de 30 alcaldías pertenecen al liberalismo”.
El gobernador ayudó al presidente de la Cámara de Representantes a recordar que el liberal José Hilario López, cuando llegó a la Presidencia en 1849, abolió la esclavitud; que Diego Luis Córdoba, miembro de la dirección liberal hasta los años 60, fue el fundador de Chocó; que la Constitución del 91, que promulgó el presidente César Gaviria, consagró al Estado colombiano “pluriétnico”; y que en ese mismo gobierno se sancionó la Ley 70, que reconoce la propiedad colectiva a las comunidades afrodescendientes sobre las tierras baldías que históricamente han ocupado en las zonas rurales ribereñas de los ríos de la cuenca del Pacífico.
“El Partido Liberal siempre ha estado presente en la vida de Chocó, si bien ha podido cometer errores, también tiene un pasado que nos genera orgullo”, dijo Simón Gaviria a manera de contrición.
“Ahora, mejor trabajemos por Chocó. Estamos concentrados en darles soluciones a los chocoanos y con los partidos políticos que de buena voluntad quieran sacar el departamento adelante. Su presencia, doctor Gaviria, confirma que el liberalismo está con Chocó”, pidió el gobernador.
“¡Que renuncie!”
Mientras eso ocurría, en el centro administrativo La Alpujarra, en Medellín, cerca al lugar donde sesiona la Asamblea departamental, un grupo de chocoanos le exigía algo más que un perdón al diputado Rodrigo Mesa: “No queremos tus disculpas, ¡exigimos tu renuncia!”, se leía en una de las pancartas.
Gaviria viajó a Medellín y se reunió con los cuatro diputados liberales de Antioquia, Mesa incluido, para exigir una excusa pública, más allá que la consignada en el escueto comunicado de la semana pasada.
Mesa, respaldado por sus compañeros de bancada, insistió en que fue descontextualizado. “Me arrepiento y pediré perdón 20 veces. Reconozco cuando me equivoco en la palabra, pero no el fondo”, dijo en tono desafiante.
El cara a cara entre Gaviria y Mesa se extendió por casi 20 minutos. El jefe del liberalismo le notificó al diputado de la investigación disciplinaria y de la demanda penal que interpondrá el gobernador de Chocó.
El diputado se defendió con argumentos de otro tipo. Dijo que todo es producto de una actitud del gobernador de Antioquia, que lleva cuatro meses maltratando a los diputados y “quien está dolido que le cantemos las verdades”. Sobre el gobernador de Chocó, Mesa cuestionó su condición de antiguo empleado de Alonso Salazar, exalcalde de Medellín, recientemente destituido por la Procuraduría.
“Yo nunca he dicho cosas racistas, hoy fui quien exigió en la Asamblea que dejaran entrar a los negros, y digo negros porque yo hablo directo, no soy tibio, les digo negros porque ni morenos son…”, dijo Mesa.
El tono del diputado sólo cambió cuando Simón Gaviria dio por concluida la reunión. En ese momento Mesa se acercó al jefe liberal, y con los ojos aguados, la voz temblorosa, pedía que no se le abrieran investigaciones, a cambio de ofrecer el perdón público. “Doctor Gaviria, yo ya estoy a seis meses de irme a descansar”.