POLÍTICA
Colombiano que lleva 8 años detenido en Tanzania no pudo ser liberado por un insólito descuido, ¿qué pasó?
Andrés Felipe Ballesteros fue recluido en una prisión de este país africano acusado de tráfico de drogas, a pesar de que nunca se le hizo un juicio.
Luego de haber hecho el pago de 120 millones de pesos a las autoridades de Tanzania, producto de una colecta ciudadana hecha la semana pasada, todo estaba listo para que este martes se diera la liberación del caleño Andrés Felipe Ballesteros Uribe, quien se encuentra detenido en una cárcel de ese país africano, al que llegó mientras adelantaba un viaje de turismo.
“No hicieron firmar una carta por el juez y Andrés no tuvo el permiso para salir hoy a la diligencia”, explicó Ballesteros.
No obstante, tras superar este impasse, se espera que la liberación se dé este miércoles sobre las 9:30 de la mañana.
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La historia de este hombre de 36 años comenzó en agosto de 2014, en el aeropuerto de la capital tanzana, Dar es-Saalam (remanso de paz en español), donde fue detenido por supuestamente tratar de ingresar sobres ilegales. Según sus familiares, Ballesteros se fue allí para celebrar su cumpleaños número 28.
“Quería ir a conocer África. Quería conocer las islas paradisiacas de Tanzania, Zanzíbar y Mafia, en el océano Indico. En el aeropuerto, por ser connacional colombiano, tomaron una represaría con él y lo arrestaron por sospecha de ingresar sobres ilegales para ese país”, aseguró Juan Carlos Ballesteros, su hermano.
Andrés Felipe fue llevado a una estación de policía. Desconocía el idioma oficial, el suajili, y, por tanto, no podía entablar conversaciones para preguntar con exactitud qué estaba sucediendo y de qué lo estaban acusando. Al cabo de dos días lo recluyeron en la cárcel de Keko, una prisión que, de acuerdo con Juan Carlos, es infrahumana para los miles de reclusos que se encuentran privados de la libertad.
“Desde la cárcel de Keko, mi hermano se pudo comunicar conmigo a través de una llamada por celular. Me dice que él cree que es una cuestión de revisar documentos, y al final, termina envuelto en una situación de narcotráfico. De allí en adelante comienza toda esta pesadilla”, afirmó Juan Carlos.
Solo hasta mayo de 2015, Juan Carlos, quien reside actualmente en Costa Rica, pudo viajar a Dar es-Saalam, para conocer la realidad de lo que ocurría y de inmediato se puso en la tarea de buscar ayuda con las autoridades consulares y diplomáticas colombianas, pero no encontró apoyo ni respuestas.
Sin ninguna condena, Andrés Felipe Ballesteros cumplía cinco años privado de su libertad. Solo hasta 2019, los hermanos Ballesteros se pudieron reencontrar en la Alta Corte de Justicia, en Dar es-Saalam. Juan Carlos llevó camisetas estampadas con las fotos de sus familiares e hizo una videollamada a Colombia para mantener informados a sus padres, para conocer de primera mano la noticia de la libertad de Andrés.
“El juez Hon Matupa, declaró a mi hermano Andrés Felipe libre, señalando que no había pruebas firmes. Pero mi hermano, que en ese momento conocía perfectamente el idioma, me dijo que algo malo estaba pasando y que lo iban a recapturar; que apenas se ponga de pie irá de nuevo a prisión. Y así fue”, narró Juan Carlos.
Así las cosas y con intermediación de Andrés Giraldo, politólogo de la Universidad de los Andes, especialista en periodismo y tuitero (@El Antituiter), este caso fue llevado hasta el Gobierno nacional, que de inmediato se puso al frente y, por medio de Vladimir Fernández, secretario Jurídico de la Presidencia de la República, se hicieron las gestiones respectivas ante el gobierno de Tanzania.
“Se elaboró un cronograma de trabajo, se convocaron reuniones y se establecieron metas específicas con los Ministerios de Justicia, de Relaciones Exteriores, con la Embajada de Colombia en Kenia (África) y con Juan Carlos, logrando el acuerdo entre ambos países para la repatriación de Andrés Felipe” dijo la Presidencia por medio de un comunicado.
El acuerdo consiste en que la familia Ballesteros Uribe debe pagar una multa de $120′000.000 de pesos. Esta suma de dinero ya fue pagada gracias a una colecta ciudadana hecha la semana pasada.