Bogotá
Concejales le pusieron la lupa a la gestión de basuras en Bogotá: hay alerta por los entornos escolares y el relleno Doña Juana
Varias concejalas del Pacto Histórico, que citaron a debate de control político, advirtieron que Bogotá no puede seguir dependiendo del relleno sanitario de Doña Juana.
La plenaria del Concejo de Bogotá adelantó un debate de control político sobre la crítica realidad que se viene presentando en la capital del país en torno a las basuras. Se trató de un debate que fue citado por las concejalas del Pacto Histórico, Donka Atanassova, Quena María Ribadeneira y Rocío Dussán.
En su intervención, la concejala Ribadeneira alertó sobre el alto riesgo de una posible emergencia sanitaria por el estado actual y la baja capacidad que tendría hoy el relleno sanitario Doña Juana.
Según datos recolectados por la cabildante, actualmente se tiene una licencia ambiental del año 2014, que posee un tope de capacidad de un poco más de 16 millones de metros cúbicos para el domo de Optimización Fase II, lugar donde se entierran hoy las basuras de la ciudad y cuya capacidad llegará al máximo en 2026.
“Pese a que ya hay un contrato de que solicita la modificación de la licencia ambiental desde octubre de 2023, después de un año y al borde de un colapso sanitario, la Uaesp no ha realizado ninguna gestión sobre el proceso de licenciamiento. Adicional a ello, de declararse una emergencia sanitaria no se podrían cobrar las tarifas, trasladando el costo financiero al operador o a la administración distrital. Esta falta de planificación expone a Bogotá a un inminente colapso ambiental y fiscal”, sostuvo la concejala.
En la misma línea a los cuestionamientos sobre Doña Juana, la concejala Atanassova advirtió que la dependencia de Bogotá a este relleno sanitario puede llegar a afectar la salud de Bogotá.
“El relleno sanitario Doña Juana, que tiene vida útil hasta 2026, acumula más de 63 millones de toneladas de residuos, siendo una fuente masiva de metano equivalente a las emisiones de 17 millones de automóviles en 2024 y el 2 % de las emisiones del país. Esta dependencia amenaza los ecosistemas de vida del sur de la ciudad, además de afectar directamente la salud y calidad de vida de la gente que vive en barrios aledaños al relleno”, sostuvo Atanassova.
Entornos escolares
Por su parte, la concejala Rocío Dussán denunció que los entornos escolares de Bogotá enfrentan una situación crítica debido a la acumulación de basura, los malos olores, la presencia de roedores y la inseguridad. Condiciones que afectan directamente la calidad de vida de estudiantes, docentes y comunidades cercanas.
De acuerdo con la cabildante, la Secretaría de Educación ha señalado que, al interior de las aproximadamente 740 sedes educativas, de las 20 localidades, se generan 3.500 toneladas de residuos sólidos al año, lo que equivale escasamente al 0,1 % de los residuos generados diariamente en Bogotá.
Sin embargo, en medio del debate de control político, la concejala Dussán alertó que la Uaesp no tiene un criterio particular para la atención de los entornos escolares.
“Este vacío pone en evidencia la falta de estrategias específicas para abordar una problemática que compromete la salud y el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes”, sostuvo la concejala.
De acuerdo con las comunidades educativas que han pedido el apoyo de la cabildante, la instalación de contenedores durante la administración del exalcalde Enrique Peñalosa agravó aún más la crítica situación de acumulación de basura alrededor de las instituciones educativas distritales.
“Muchos de estos contenedores están ubicados alrededor de las sedes educativas, obstruyendo el paso peatonal, generando contaminación y produciendo un impacto ambiental negativo”, aseguró la concejala del Polo Democrático, quien recogió testimonios de familias, estudiantes y docentes, quienes tienen que lidiar, incluso, con el hecho de que habitantes de calle han convertido los contenedores en vivienda o lugar de consumo de estupefacientes.