Congreso

“Confío en que se quieran cambiar las formas de hacer política en Colombia”: Heráclito Landínez

El representante a la Cámara del Pacto Histórico, ponente de la reforma política, le explicó a SEMANA los detalles del proyecto que esta semana cumplirá su cuarto de ocho debates. Insiste en que hay que quitarle a la Procuraduría la facultad para sancionar a alcaldes y gobernadores.

11 de diciembre de 2022
Heráclito Landínez, congresista electo del Pacto Histórico.
Heráclito Landínez, representante a la Cámara por el Pacto Histórico y ponente de la reforma política. | Foto: Cortesía Prensa Heráclito Landínez

SEMANA (S.): Antes de hablar sobre el contenido de la reforma política, ¿cuál fue la falla en la ponencia que impidió que se discutiera hace algunos días en la plenaria de la Cámara?

HERÁCLITO LANDINEZ (H.L.): Lo que pasó fue que la oposición hizo su tarea, que es obstruir los proyectos del Gobierno y a los que le apuestan el Pacto Histórico y el presidente Gustavo Petro. Pidieron una información y en tanto que la Secretaría de la Cámara no la suministró, pidieron aplazar el debate y continuarlo el próximo lunes. Es un tema de procedimiento que se subsanó.

S.: ¿Cuál es la importancia de esta reforma política?

H.L.: La importancia es cambiar las formas de hacer política en Colombia, comenzando con la elección misma de congresistas, concejales y diputados. Que en el origen no haya sesgo que implique corrupción, compra de votos, dineros oscuros en la política y mecanismos democráticos para que se escojan los mejores y los más capaces dentro de los partidos políticos.

S.: ¿Y cómo están proponiendo hacer eso?

H.L.: Primero, financiación netamente estatal, que solamente ingresen recursos oficiales a las campañas políticas. Segundo, mecanismos democráticos para escoger candidatos y si los partidos no los implementan podrán perder la personería jurídica.

S.: ¿En qué radica la importancia de las listas cerradas al Congreso, concejos y asambleas departamentales?

H.L.: Es importante que lleguen más mujeres al Congreso, los concejos y las asambleas departamentales. En este país el 52 por ciento de habitantes son mujeres y en el Congreso hoy tenemos el 30 % de mujeres. Debería ser el 50 % por lo menos. Con listas cerradas, paritarias y de género garantizamos que el 50 % de todas las corporaciones públicas sean para mujeres. Son otras voces que se han negado y que algunos que rechazan esto dicen que no hay suficiente cultura política para que las mujeres participen.

S.: ¿Y sí hay cultura política para que las mujeres participen más en política?

H.L.: Claro, son ciudadanas en ejercicio y, según la Constitución, tienen el derecho a elegir y ser elegidas. Entonces se trata de reconocerles, vía organización de las listas, ese derecho.

S.: ¿Pero entonces por qué en algunas ocasiones los partidos tienen problemas para conformar las listas con el mínimo de 30 % de mujeres que la norma exige?

H.L.: Porque tenemos una sociedad machista en la cual los hombres viven en la vida pública y las mujeres en lo privado, en la casa. Yo creo que el escenario de lo público requiere más voces de las mujeres, que son la mitad de la población.

S.: ¿Cómo garantizar que las listas cerradas no van a revivir la cultura del bolígrafo o la selección arbitraria de los dirigentes de los partidos de qué candidatos estarán en esas planchas?

H.L.: En la reforma incluimos que se tienen que aplicar mecanismos democráticos para la escogencia de candidatos, que será reglamentado por la ley de los partidos. Estos mecanismos serían consulta popular, una asamblea o convención de un partido o un consenso entre los candidatos. Y si no se aplican esos mecanismos democráticos, la colectividad puede perder la personería jurídica.

S.: Tres veces se ha propuesto el voto obligatorio y tres veces se ha hundido. ¿Por qué insistir en este tema?

H.L.: Porque la reforma tiene que mirarse en un conjunto que son listas cerradas, paritarias y de género; la obligatoriedad para los ciudadanos en un deber con el Estado que es votar, y permitir que más jóvenes participen en política siendo elegidos. Es todo un conjunto. Si nosotros tenemos listas cerradas tenemos que motivar que la gente participe. Lo hemos incluido porque en tanto que el ciudadano tenga el deber y participe en un periodo de transición, creo que elevamos los niveles de legitimidad del Estado, porque la gente asume que participando puedes exigirles a los elegidos que cumplan con el mandato que les entregaron.

S.: ¿Es conveniente bajar la edad para ser congresistas, como se está proponiendo en esta reforma política?

H.L.: La propuesta es bajar la edad de 30 años a 25 para ser senador y de 25 años a 18 para ser representante a la Cámara. El argumento en contra es que los jóvenes a los 18 años no están preparados para ser congresistas, pero sí para ser gobernador O alcalde. El escenario del Congreso es de deliberación política, pero el de ser gobernadores y alcaldes significa ejecutar recursos públicos. Entonces sí podemos elegir un gobernador de 18 años, pero no un congresista. Consideramos que los jóvenes deben participar más en política, que deben elegir y tener derecho a ser elegidos.

S.: ¿Insistirán en quitarle a la Procuraduría la facultad de sancionar alcaldes y gobernadores?

H.L.: Ha habido polémica en el Congreso por este tema, entre otras razones, por los intereses que pueden tener algunos partidos políticos en el manejo mismo de la Procuraduría. Acá lo más importante es que la Corte Interamericana de Derechos Humanos protegió los derechos políticos de los ciudadanos en el caso de la destitución de Gustavo Petro cuando fue alcalde. En ese momento la Corte dijo que los ciudadanos escogieron un alcalde de la ciudad y una autoridad administrativa le cercenó ese derecho a los ciudadanos destituyéndolo.

S.: Pero ese artículo ya lo tumbaron en el Senado, lo que significaría que las mayorías no lo quieren...

H.L.: Claro, pero para el Pacto Histórico es muy importante, porque es proteger los derechos de los electores.

S.: ¿Y qué pasa con la ley que se aprobó en el Congreso y con la que la Procuraduría se adaptó a ese fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

H.L.: La Procuraduría sigue siendo un órgano administrativo, no es un juez penal y, por lo tanto, para nosotros no se está cumpliendo con lo que dijo la Corte.

S.: Si los partidos políticos no aceptan ese artículo, ¿hay reforma?

H.L.: Queda coja.

S.: ¿Es decir que ese artículo es un punto de honor para el Pacto Histórico?

H.L.: La esencia de la reforma y de la democracia es elegir y ser elegido, que los ciudadanos puedan elegir a sus gobernantes, y en tanto que un órgano administrativo cercene esos derechos está en peligro la democracia. Estaría por encima de la voluntad popular la decisión de una autoridad administrativa.

S.: ¿Cuáles serían los dos o tres temas esenciales de la reforma política?

H.L.: Uno, listas paritarias y de género con alternancia; dos, financiación de las campañas políticas, 100 % estatal, y tres, que ningún órgano administrativo pueda cercenar los derechos políticos de los ciudadanos.

S.: ¿Y usted tiene esperanza de que esas tres prioridades sean aprobadas por los partidos políticos?

H.L.: Creo que en la Cámara hay 140 congresistas nuevos, con espíritu reformador, y confío en que quieren cambiar la forma de hacer política en Colombia. Y en el Senado no sabemos.