Congresistas de Bogotá piden al presidente Gustavo Petro que la capital sea la sede de la COP16

Los alcaldes de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y de Cali, Alejandro Eder, están moviéndose para quedarse con el mega evento de biodiversidad que se hará en el segundo semestre de 2024.

Las dos ciudades tienen todo listo para albergar tan importante evento y sus mandatarios han ido entregando los argumentos por los cuales se les debería entregar la sede.

Sin embargo, la decisión final está en manos del Gobierno del presidente Gustavo Petro y por esa razón, congresistas de Bogotá enviaron una carta al mandatario donde se le pide que designe a Bogotá como sede.

“Como congresistas de Bogotá y principalmente en razón de nuestra representación política y ciudadana, celebramos que la ciudad esté dentro de los semifinalistas para la realización de este trascendental evento. Creemos relevante e importante que Bogotá sea escogida por el gobierno nacional como la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, COP16, que se desarrollará dentro de 8 meses, lo cual implica contar y tener lista y a disposición una infraestructura que sea confortable, moderna y amplia. Este es precisamente el caso del Recinto de Ferias y de Eventos, el Centro Internacional de Convenciones Ágora – Bogotá, entre otros, que se ubican en esta ciudad y que están listos para ser anfitriones del evento”, dice la misiva.

La carta está firmada por: Angélica Lozano, Carolina Arbeláez, Julia Miranda, Andrea Padilla, Lorena Ríos, Juan Carlos Losada, David Racero, Soledad Tamayo, Juan Carlos Wills, Etna Argote, Carlos Carreño, Katherine Miranda, Olga Lucía Velásquez, Gabriel Becerra, Ariel Ávila y Jennifer Pedraza.

“Bogotá, que es una ciudad cosmopolita, se ha caracterizado por representar la diversidad cultural de Colombia y esto hace que cada colombiano se vea identificado con ella. Además, la ciudad tiene una infraestructura hotelera muy amplia y de altísima calidad, facilidades operativas tales como el Aeropuerto Internacional El Dorado, lo que dada su ubicación estratégica aportaría a una menor huella de carbono para la realización del evento en ella”, dicen los legisladores.

Argumentan que Bogotá ha sido la sede de importantes eventos de talla internacional y que se cuenta con toda la capacidad para recibir la COP16 en el segundo semestre de 2024.

“La petición para que la nación escoja a Bogotá como sede de la COP16 tiene fundamento también en que la ciudad cuenta con uno de los ecosistemas más importantes y únicos en el mundo, como son los páramos de Sumapaz y Chingaza, el primero de ellos, el más grande del planeta. Además, en la ciudad existen ecosistemas como bosque altoandino, andino y subandino e incluso contamos con el complejo de humedales, que se encuentra protegido por la Convención Ramsar, lo que garantiza la conservación de la biodiversidad y la seguridad del hábitat para más de 70 especies de aves migratorias”, argumentan.

Desde diciembre de 2023, Colombia se ofreció a organizar la COP16 sobre biodiversidad el próximo año, tras la retirada de Turquía, una candidatura acogida positivamente por los defensores del medioambiente.

“Colombia se ofreció, estamos esperando la respuesta”, declaró la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, citada en un comunicado publicado el lunes por la noche al margen de la COP28 sobre el clima en Dubái.

“Esto representa una magnífica oportunidad para la nación que alberga la mayor biodiversidad por hectárea del mundo”, añadió.

El Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica (CDB) había pedido a los países interesados en albergar el evento –en las mismas fechas (21 de octubre al primero de noviembre de 2024) o en otras fechas cercanas– a presentarse “lo antes posible”.

El WWF aplaudió la candidatura colombiana y destacó que el país alberga “casi el 10 % de la biodiversidad del planeta” y parte de la selva amazónica.

“El liderazgo de Colombia en las negociaciones internacionales relacionadas con las agendas de biodiversidad, clima y desarrollo sostenible –así como su política nacional de biodiversidad– otorgaría una enorme autoridad a su presidencia”, juzgó Ximena Barrera, de WWF Colombia.