POLÍTICA
Cortocircuito en Palacio: mensajes contradictorios entre los propios ministros del presidente Gustavo Petro
La falta de coordinación en las comunicaciones de los ministros tiene preocupado al presidente Gustavo Petro.
Apenas se posesionó, el presidente Gustavo Petro les dejó claro a sus colaboradores que en las primeras semanas se dedicaría a escuchar a los ministros y, en menos de dos meses, tomaría decisiones. Ese tiempo llegó. Este viernes, en la hacienda presidencial de Hato Grande, el mandatario presidió un primer ‘retiro espiritual’. Asistieron ministros, viceministros, consejeros y directores de entidades descentralizadas.
En la reunión se evaluaron las tareas de los primeros 60 días. Fue a puerta cerrada, sin celulares y sin presencia de la prensa. Petro escuchó, apretó tuercas, jaló orejas y dio línea. El presidente es consciente del cortocircuito entre algunos de sus ministros y esa falta de coordinación ha generado incertidumbre en algunos sectores, especialmente el económico.
SEMANA conoció que los más preocupados por la desarticulación en las comunicaciones son los ministros Alejandro Gaviria (Educación), José Antonio Ocampo (Hacienda) y Cecilia López (Agricultura), tres de las figuras más experimentadas del gabinete. Ellos no lo expresan en público, pero han escuchado a líderes muy preocupados por los mensajes contradictorios que se envían desde el Gobierno.
Algunos asesores que le hablan al oído a Petro le han dicho que hay ministros que deberían dejar atrás el activismo y comportarse como funcionarios, pues la campaña concluyó el pasado 19 de junio.
El presidente ya ha lanzado advertencias durante los consejos de ministros que se realizan los lunes. “Cuando tiene que decir las cosas, el presidente las dice sin anestesia. Ha llamado varias veces al orden”, le dijo a SEMANA una fuente de la Casa de Nariño.
La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha sido una de las funcionarias que más dolores de cabeza ha generado en la Casa de Nariño. A Petro le molestó que anunciara que Colombia, posiblemente, le compraría gas a Venezuela. La noticia cayó como un baldado de agua fría y los sectores económicos encendieron las alarmas. Por eso, ella no tuvo otra alternativa que retractarse. “Para el Gobierno la soberanía es importante. Por eso estamos comprometidos en no generar dependencias, sino, por el contrario, ver cómo hacemos un uso responsable de nuestros recursos, incluyendo el gas”, dijo.
Pese a esas metidas de pata de Vélez, que evidencian su falta de experiencia en el sector público, el presidente no la removerá del cargo. Petro considera que ella, durante las últimas semanas, se ha sintonizado con las posturas del Gobierno.
Pero los ejemplos de descoordinación abundan. En el reciente viaje a Nueva York, Petro anunció que en poco tiempo habría un cese multilateral al fuego con 22 grupos armados ilegales que están dispuestos a dialogar en el marco de la propuesta de paz total.
Aunque el líder del Pacto Histórico tiene claro que el cese es de ambas partes y las Fuerzas Militares y la Policía bajarán temporalmente sus armas, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lo contradijo. Aseguró que la Fuerza Pública no puede bajar la guardia. “Sería absurdo hablar de un cese multilateral cuando ni siquiera hay una negociación que haya empezado; sería absurdo pensar que se está planeando para ya el cese multilateral”, dijo Velásquez.
¿Por qué el ministro de Defensa dijo lo contrario al presidente? ¿Petro avanza en contactos con grupos armados ilegales sin que Velásquez esté enterado? Esos interrogantes quedaron en el aire.
A la ministra de Salud, Carolina Corcho, la contradijo su propio compañero, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Corcho, cuyas declaraciones generan pánico en el sector, aseguró que no había suficientes recursos para atender el sistema de salud por el déficit de 5,5 billones de pesos. Sin embargo, Ocampo aclaró que eso no era preciso. “Tiene un presupuesto bastante amplio. Estamos discutiendo los faltantes y, de hecho, es posible que logremos sacar algunos de los faltantes este mismo año”, agregó el ministro.
Corcho ha sido muy criticada porque, al tomar posesión, anunció la eliminación de las EPS, lo que pondría en serios problemas el acceso a la salud de millones de colombianos. La inmensa mayoría de la población (66%), según una encuesta del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA, se opone a esa propuesta que será estudiada el próximo año por el Congreso.
Por su parte, la ministra de Agricultura, Cecilia López, anunció con bombos y platillos una reforma agraria que le permitiría al Gobierno comprar más de 3 millones de hectáreas de tierra. Después se echó para atrás y aclaró que no se necesitaba una ley para actuar. “No necesitamos ninguna ley adicional”, enfatizó.
Es inolvidable la embarrada del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, quien anunció que el 26 de septiembre pasado los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro se encontrarían en la zona de frontera entre Colombia y Venezuela. “Lo que se ha dicho es que en el acto de apertura estarán los dos presidentes de nuestros países”, anunció. Horas después, el propio presidente desmintió. “Eso no está en este momento en la agenda”, dijo Petro.
A finales de agosto, la vicepresidenta Francia Márquez y el ministro del Interior, Alfonso Prada, así como los de Agricultura y de Defensa le advirtieron a los invasores de tierra que tenían 48 horas para desalojar los predios. Horas más tarde, el titular de la cartera de Defensa flexibilizó su discurso y dijo que había que privilegiar el diálogo y que las autoridades solo podían actuar tras una orden judicial.
Esos mensajes inequívocos le han generado un desgaste al presidente. En los retiros espirituales, Petro también se refirió a los cuatro proyectos que llegarán pronto al Congreso: la reforma al sistema general de regalías, el Plan Nacional de Desarrollo y las reformas a la salud y a las pensiones.
En Hato Grande, el mandatario también revisó las metas de los primeros 60 días, evaluó las de los 100 y puso tareas a cada ministro.
El presidente no está dispuesto a tolerar más embarradas y salidas en falso. En el equipo del Gobierno pocos olvidan, por ejemplo, que el nombramiento de Felipe Tascón como ‘zar antidrogas’ naufragó porque al presidente no le gustaron sus declaraciones a The Washington Post, donde dijo que la administración planeaba respaldar la legislación y despenalización de la cocaína y la marihuana.
El próximo 15 de noviembre, Petro cumplirá sus primeros 100 días en el poder. A esa fecha quiere llegar con las comunicaciones articuladas y los ministros trabajando verdaderamente en equipo.