Álvaro Uribe responde el informe de la Comisión de la Verdad.
Álvaro Uribe responde el informe de la Comisión de la Verdad. | Foto: SEMANA

Política

“¿Cuál verdad?”: esta es la contundente respuesta del Centro Democrático al informe de la Comisión de la Verdad. Siga aquí en vivo la transmisión

Este es el contrainforme del expresidente Álvaro Uribe Vélez, desmintiendo las “faltas a la verdad” de lo dicho por la institución.

2 de octubre de 2022

En un documento, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, por medio de sus experiencias y como testigo del conflicto armado, respondió al informe final de la Comisión de la Verdad. El exmandatario desmintió varios puntos del documento, presentado por el padre Francisco de Roux, en los que se dice que se “falta a la verdad”.

La respuesta iba a ser presentada este domingo en el marco de la II Cumbre de Patriotas, organizada por el Centro Democrático. Sin embargo, dado que el mandatario se conectó al evento por Zoom, no se pudo establecer conexión para escuchar sus declaraciones y finalmente se pospuso el lanzamiento oficial.

El contrainforme, dividido en cinco apartes, explica varios puntos del informe final desde la óptica del expresidente. Según el documento, el relato no busca ser la verdad absoluta.

“Este escrito, con teclas cansadas, no tiene pretensiones de verdad absoluta, que no existe. Los dogmas de fe son absolutos, la verdad es relativa que aumenta sus grados de aproximación a través del debate. A este queremos contribuir”, dice el exmandatario en el contrainforme.

Según el expresidente Uribe, “la osadía de escribir me surge de la osadía de la Comisión de la Verdad de faltar a la verdad en muchos casos”. Asegura que lo hace en ejercicio de su derecho a la libre expresión y de reiterar su punto de vista ante la ciudadanía.

En primer lugar, el exmandatario asegura que la Comisión de la Verdad tienen un “origen antidemocrático”, dado que el ‘No’ ganó en el plebiscito por la paz.

“Este estropicio a la democracia fue avalado por la Corte Constitucional, que aceptó que un veredicto del pueblo fuera desconocido de esa manera. El Gobierno hábilmente introdujo en la norma constitucional, con aprobación express, que de perderse el plebiscito podría enmendarse con un procedimiento democrático y entonces escogieron la proposición del Congreso”, detalló Uribe.

Uribe relató que, cuando ganó la posición en contra al Acuerdo de Paz pactado en La Habana, el Centro Democrático propuso un Pacto Nacional para modificar el texto. De esa forma, la narrativa que afirma que el uribismo no quería la paz es falsa, dado que hubo disposición para concertar una alternativa.

“Llamamos al presidente, le pedimos una cita, nos reunimos con su Gobierno y todo fue inútil. Prefirieron complacer a las Farc, a Cuba y a Venezuela, que hacer un pacto temático con aquella parte, un poco más de media Colombia, que dijo ‘No’ en el plebiscito”, indicó.

Uribe, a su vez, asegura que no existió tal “intransigencia” del Centro Democrático a la hora de presentar sus opiniones frente al acuerdo. “Por ejemplo, propusimos que los responsables de delitos atroces no deberían participar en el Congreso sino hasta después de cumplir la sanción alternativa”, destacó Uribe.

El partido renunció a su argumento de que se requería cárcel para llamar la atención sobre la gravedad de los delitos, que forzara a la no repetición, que disuadiera el crimen y que acompañara la justicia restaurativa y la reparación de las víctimas. A pesar de la voluntad, “nada importante se nos aceptó”.

Centro Democrático responde a informe de la Comisión de la Verdad

Hasta hoy las Farc llevan casi cinco años en el Congreso, no han recibido la sanción alternativa. Ha habido más grupos de narcotráfico, crecimiento del microtráfico, reclutamiento de menores y más violencia”, dijo Uribe.

Además, destacó que la “inclinación ideológica” de los miembros de la Comisión de la Verdad es notoria. Esto con excepción del mayor Carlos Ospina, “persona ecuánime cuyas apreciaciones fueron desconocidas”.

El expresidente también defiende lo dicho por él y su partido previo a la votación del plebiscito, que en el Gobierno de Santos fue calificado como mentira.

“Pero la acusación de la voz oficial fue contra nosotros, se sacó la disculpa de que habían perdido el plebiscito porque nosotros dijimos mentiras”, agregó.

“Esta omisión no es de extrañar, la Comisión de la Verdad, que por su misión debería registrar los acontecimientos al margen de las inclinaciones políticas, procedió en cambio como órgano al servicio de fortalecer el Acuerdo con las Farc”, indicó.

En segundo lugar, el expresidente critica que la Comisión de la Verdad no tenga una sala especial e imparcial en la JEP para las Fuerzas Armadas. En el documento, destacó el rol que tienen en el fortalecimiento de la democracia en Colombia.

“Los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas no han sido beneficiarios de mantos de impunidad, al contrario, han sido condenados por hechos delictivos. También han sido víctimas de acusaciones, muchas veces injustas, provenientes de organizaciones ideológicas, y del sesgo contra la institución”, destacó.

Según el expresidente, la Comisión de la Verdad no analizó que el acuerdo de La Habana puso a las Fuerzas Armadas “de igual a igual con quienes cometían actos terroristas, pero finalmente quedaron en desventaja”.

“Digo lo anterior porque a ambos se les exige reconocer delitos para estar en libertad o para tener sanciones alternativas y simbólicas. Sin embargo, para el integrante de las Farc reconocer un delito es aceptar lo que era su deber ser, para el miembro de las Fuerzas Armadas aceptar un delito es confesar que violó la ley, que actuó en contra de su deber ser. Esto es muy grave para nuestra democracia porque al miembro de las Fuerzas Armadas le duele perder su libertad y su familia lo quiere en casa, para lo cual un posible ignominioso camino es aceptar el delito así no lo hubiera cometido”, recordó.

En materia de falsos positivos, la Comisión de la Verdad responsabiliza al Ejército por los falsos positivos, cuando muchos de los responsables fueron judicializados antes del Acuerdo de Paz. “El mismo Ejército adelantó investigaciones e hizo denuncias. No se puede confundir la institución con conductas de personas vinculadas”, expresó.

También cuestiona las cifras del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que apuntan a que hubo más de 6.402 falsos positivos durante el Gobierno de Álvaro Uribe.

No obstante que el asesinato de una persona es grave, repudiable, llama la atención la diferencia en las cifras sobre estos asesinatos entre la Fiscalía General, el Observatorio de la Memoria y el Conflicto (OMC) del Centro Nacional de Memoria Histórica, y las de unas ONGS en su mayoría de línea ideológica adversa a la Seguridad Democrática, sin suficientes elementos de acreditación de hechos, que infortunadamente la JEP acogió en una declaración política e impropia de un órgano de justicia”, señaló.

Además, aseguró que la Comisión de la Verdad “omitió examinar actividades criminales comunes entre integrantes de la Fuerza Pública y personas que aparecieron asesinados en el doloroso capítulo de estos falsos positivos”.

“En las Fuerzas Armadas circula la versión privada, que no sostienen en público, según la cual muchos falsos positivos se dieron sobre personas que estaban en grupos ilegales y se hacían pasar por inocentes. A la Comisión no le interesó investigar el tema”, agregó el expresidente.

En el siguiente aparte, el exmandatario respondió a las acusaciones en su contra de que supuestamente no reconoció el conflicto con las Farc: “En verdad siempre sostuve que el tema no se podía abordar como un conflicto sino como una acción de grupos terroristas o que cometían acciones terroristas y la respuesta del Estado, que en el ejercicio presidencial que me correspondió fue la Seguridad Democrática”.

Aseguró que la palabra conflicto viene de una evolución del idioma y que no la usa porque no quiere “legitimar la acción de los violentos”.

Cuarto, el mandatario hizo apreciaciones sobre los gobiernos de Colombia. “Lo hago por encima de cualquier diferencia política, con el único ánimo de presentar mi testimonio ante la ciudadanía, y que es diferente a la publicitaria conclusión de la Comisión de la Verdad”.

Según el expresidente Uribe, cuando la institución asegura que “el Estado es responsable”, está justificando “la violencia, el terrorismo, el asesinato, el secuestro, las violaciones, el reclutamiento de menores, las destrucciones, el atraso y la pobreza de todos los años por actuación de grupos violentos”.

“Algunos pensamos todo lo contrario, creemos que el Estado ha transcurrido fundamentalmente en la búsqueda generosa de la paz, que aparece como elemento común del recorrido gubernamental”, expresó.

Frente a las acusaciones contra el expresidente Iván Duque por supuesta falta de voluntad para cumplir el acuerdo, Uribe lo defendió.

“En cuanto a mí se refiere, he reiterado que la Comisión de la Verdad es ilegítima y parcializada. Ya expresé que nació del desconocimiento al plebiscito y del atropello a la democracia. Además de su integración sesgada, las omisiones y desvíos de su informe refuerzan su parcialización. Ignoraron al Mayor Carlos Ospina, un ecuánime representante de las Fuerzas Armadas”, dijo.

Sobre su Gobierno, el expresidente se defendió de varias acusaciones: “La Comisión abusa, para no repetir siempre que miente, al afirmar que nuestro Gobierno pretendió vincular a toda la izquierda con el terrorismo. Los líderes de la oposición tuvieron toda la protección tanto como los dirigentes cercanos al Gobierno. Se protegió y se ayudó a los corporados, gobernadores y alcaldes de la oposición, especialmente a los de Bogotá. He agradecido que gobernantes de la oposición así lo reconocieron”.

También aseguró que la institución mintió cuando se refirió al proceso de su reelección. “Por favor, si algo afectó el diseño Constitucional de 1991 fue la creación de los órganos de La Habana, como la Comisión de la Verdad, que tras la cautivante palabra ‘paz’ destruyó la democracia participativa, por ejemplo, el plebiscito incluido en la Constitución”, agregó.

Aseguró también que a la Comisión, todo lo del Gobierno Uribe le “parece malo”: “El Plan Colombia, el Plan Patriota, y otras acciones que ayudaron a que Colombia tuviera algo de tranquilidad. Nos culpan por los soldados de mi pueblo, que permitía el servicio militar en la localidad, con más compromiso, más vigilancia y transparencia. Nos asignan responsabilidad por las bandas criminales que crecieron después de 2010″.

Frente al recuento de su Gobierno, lo ocurrido durante el conflicto del que fue testigo y sobre las acciones del Centro Democrático descritas por la Comisión de la Verdad, el expresidente Uribe espera que su relato tenga “alguna importancia en el tramo de tiempo analizado”.

De esta forma, sin pretender que sea entendida como una verdad absoluta, el expresidente Álvaro Uribe muestra su versión del conflicto de cara a los colombianos. Aún no hay fecha para el lanzamiento oficial, dado que fue pospuesto por problemas de conexión de internet en el auditorio.