Petro celebró respaldo de progresistas a través de carta: “se busca derribar el gobierno popular a través de la comisión de acusaciones”

El presidente Gustavo Petro compartió una carta que le enviaron más de 400 líderes, especialmente de izquierda, quienes hablan de un presunto “golpe blando” en contra de Petro, una idea que ha venido reiterando el mandatario en distintos espacios.

“Cuatrocientos líderes del mundo se pronuncian contra el golpe blando en Colombia. Tras la mentira de la que hablaremos, lo que se busca es detener las reformas sociales a favor del pueblo, impedir que se terne un fiscal contra la impunidad, y derribar el gobierno popular a través de la comisión de acusaciones”, afirmó Petro.

La carta fue enviada por un bloque progresista llamado Progressive Internacional que agrupa a líderes de distintos países de esa corriente. Se definen como un “frente común del progresismo” en el mundo.

La carta está firmada por personajes relevantes de ese pensamiento como el expresidente Ernesto Samper; el premio Nobel de Paz Adolfo Pérez Esquivel; el académico Noam Chomsky; el expresidente de Ecuador Rafael Correa; el abogado español Baltasar Garzón; la acaldesa de Barcelona, España, Ada Colau, entre otros.

En la carta dicen que desde que llegó al poder el presidente Petro y la vicepresidenta Francia Márquez, junto al Pacto Histórico en el Congreso, “los poderes tradicionales en Colombia se han organizado para restaurar un orden marcado por la extrema desigualdad, la destrucción ambiental y el patrocinio estatal y la violencia”.

Además, que a menos de un año de la posesión de Petro se estaría desplegando un poder institucional para detener las reformas y “difamar su imagen en el escenario internacional”.

Asimismo, cuestionaron a los entes de control y judicial, entre ellos, a la procuradora general Margarita Cabello y al fiscal general Francisco Barbosa por las investigaciones en contra de miembros del Pacto Histórico que podrían ser suspendidos. Allí mencionan a Álex Flórez, Alexánder López, David Racero, Susana Gómez, María José Pizarro y hasta el mismo Petro.

Sin embargo, no reconocen los hechos de fondo como, por ejemplo, que Flórez fue suspendido por ofender a miembros de la fuerza pública en estado de alicoramiento, como él mismo reconoció tras el escándalo que ocasionó en Cartagena.

Por ejemplo, defienden el caso de Wilson Arias, diciendo que se le investiga por hablar contra la violencia policial que se presentó en las protestas del paro del 2021. El trasfondo es que esas acusaciones, según la Procuraduría, es que las declaraciones de Arias habrían resultado “calumniosas” contra el comandante de escuadra disponible, un intendente y dos patrulleros que llevaron a un grupo de personas a un centro de traslado por protección.

“Para el organismo de control, al parecer Arias Castillo, pudo proferir expresiones que iban en contra del buen nombre y la intimidad de los miembros de la institución castrense, lo que afectó su reputación y estaba en contravía de su deber como servidor público el deslegitimar a funcionarios que hacen parte del Estado”, informó el Ministerio Público en medio de la investigación.

Para los progresistas que suscriben la carta, estos hechos podrían ser una violación a lo dicho por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que profirió una sentencia a favor de Petro que determinó que la Procuraduría no podría destituir funcionarios electos.

Los firmantes de la carta dicen que exmiembros de las fuerzas armadas han proclamado su oposición a Petro y que han marchado frente al Congreso. Y lo califican eso como un “golpe de Estado”.

“El objetivo de esta campaña coordinada es claro: proteger los intereses de los poderes tradicionales de Colombia de las reformas populares que aumentarían los salarios, mejorarían la atención médica, protegerían el medio ambiente y llevarían la ‘paz total’ al país”, afirmaron los progresistas.

Y agregan: “nosotros, los abajo firmantes, hacemos un llamado a los amigos del pueblo colombiano y aliados de la democracia en todas partes para que se opongan a estas tácticas insidiosas y eviten el avance de un golpe suave en Colombia.