Política
Daniel Briceño destaca aciertos de Galán en obras y reactivación económica, pero recuerda que incumplió su promesa del decreto de consumo de droga
En entrevista con SEMANA, el concejal del Centro Democrático cuestionó que más del 50 % de los directivos y asesores de la anterior administración de la exalcaldesa Claudia López continúen trabajando en el actual gobierno distrital. Habló de las preocupaciones sobre las reformas del gobierno del presidente Gustavo Petro.
SEMANA: ¿Cómo califica hasta el momento la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, en Bogotá?
Daniel Briceño (D. B.): En primer lugar, es una alcaldía que ha estado marcada por algunas emergencias, primero, el tema de incendios y ahora el tema del agua, entonces eso ha hecho que perdamos el foco muchas veces de lo que pasa en la ciudad. Nosotros hicimos un balance de los cien primeros días de Carlos Fernando Galán e hicimos unas advertencias, unos llamados de atención, frente a algunos temas que más nos preocupan, y el primero de ellos tiene que ver con la cantidad de funcionarios de la alcaldía de Claudia López que siguen en sus cargos. No entendemos por qué el alcalde se ha demorado en nombrar o si el alcalde realmente decidió que mucha gente continuara en su cargo. Y yo no estoy pidiendo que echen a todo el mundo, sólo que estamos esperando que la gente que no dio buenos resultados en la alcaldía de Claudia López salga de esos cargos. Por ejemplo, tenemos el tema de Bomberos, de la Unidad de Mantenimiento Vial o el IPES, entre otros. Uno encuentra que más del 50 % de directivos de Claudia López sigue en sus cargos y eso es muy grave.
Por ahora, es un alcalde que está dedicado a las contingencias del cargo, pero en segundo lugar, es un alcalde que sigue gobernando con gran parte del gabinete de Claudia López. Y ahora, pues estamos ad portas de ver las propuestas en materia de seguridad en el Plan de Desarrollo y ahí es que realmente vamos a medir al alcalde.
SEMANA: ¿Siente que la continuidad de todo el personal directivo que usted menciona es un mal mensaje del alcalde Galán?
D. B.: Es un mal mensaje, y sobre todo en algunas carteras. Por ejemplo, que usted tenga en la Secretaría de Seguridad gran parte de la gente que fracasó en temas de seguridad en Bogotá, eso no tiene ninguna presentación. Mantener a los asesores que fracasaron en los últimos cuatro años, eso es un mal mensaje.
SEMANA: ¿Qué aciertos destaca del alcalde Galán en sus primeros meses de gobierno?
D. B.: Varios. Yo creo que los mensajes concretos y directos de Orlando Morano, director del IDU, llegando a destrabar obras, eso es un acierto, y aunque hay muchas obras que están completamente retrasadas, por ejemplo, las de valorización y el TransMilenio por la 68, que haya un mensaje y una persona que con total proactividad llegue, como lo está haciendo Orlando Molano, a trabajar en la materia para ganar días y semanas, es un gran mensaje.
También es un acierto que se le haya apostado a revisar el relacionamiento con el sector privado. El alcalde entiende concretamente que para lograr la reactivación económica del país, nos toca impulsarla desde Bogotá, porque desde el Gobierno nacional no se están dando los mensajes claros y los mensajes del alcalde hacia la construcción, hacia la reactivación de la vivienda en Bogotá, los mensajes de la Secretaría de Desarrollo Económico, con María del Pilar López Uribe, que está tratando de acercar al sector privado, de vincular el Distrito con los gremios y demás, yo creo que es un gran mensaje.
Otros de los aciertos del alcalde Galán ha sido todo el manejo de la crisis en Bogotá, tanto de incendio como del agua, y por supuesto el mensaje contundente del alcalde frente a la defensa de la primera línea del Metro.
SEMANA: En materia de seguridad, ¿siente que Bogotá ha mejorado?
D. B.: Tanto las cifras, como la percepción, es inseguridad. Es decir, no puede tener seguridad si dice que mejoran las cifras, pero con la gente teniendo miedo. No podemos avanzar en seguridad si la percepción no mejora. El alcalde tiene la misma visión y no se enreda con el tema de las cifras, aunque dice que hemos mejorado en ciertos aspectos, reconoce que sí hay percepción, pues quiere decir que igual hay inseguridad. El alcalde en eso acierta. Tenemos varias dificultades y es que el material operativo en estos momentos de la Secretaría de Seguridad es ínfimo, lo que la gente no sabe es que de los 32 billones de presupuesto que tiene Bogotá, únicamente $ 500.000 millones se destinan a seguridad. El alcalde ha anunciado que dentro del Plan de Desarrollo se van a incrementar los recursos de la Secretaría de Seguridad, por lo tanto, los mensajes han sido adecuados en esa materia.
Lo que sí debo decir es que el alcalde incumplió su promesa de, antes de terminar enero, tener una decisión tomada sobre la prohibición de consumo de drogas en parques y en espacio público; ahí sí el alcalde no cumplió su palabra, más aún cuando en otras alcaldías ya tomaron decisiones en el tema.
SEMANA: ¿Cómo fue la puja al interior del Centro Democrático para declararse partido de independencia y no partido de gobierno como se sugirió inicialmente?
D. B.: La bancada estaba divida entre quienes queríamos independencia y quienes querían ser partido de gobierno y realmente no es que hubiese existido una pelea o una puja, simplemente no recibimos los mensajes concretos. Nosotros presentamos unas propuestas, porque la decisión del Centro Democrático, a diferencia de muchos políticos, era una decisión programática, estábamos esperando mensajes claros en materia de inversión, en materia de propuestas, que las apuestas del Centro Democrático se tuvieran dentro de la alcaldía y al final, pues no hubo mensajes claros de Carlos Fernando Galán y decimos mantenernos en independencia. Y depende de cómo se maneje el Gobierno, después decidiremos si vamos a Gobierno o a oposición.
SEMANA: Avanza la reforma pensional en el Congreso de la República, ¿le preocupa este proyecto?
D. B.: Ese es el proyecto que más me preocupa a mí. Obviamente, el de salud tiene un efecto más inmediato, pero para mí, las nuevas generaciones, y yo soy un defensor del ahorro individual, del modelo de ahorro, me preocupan mucho. Mis preocupaciones son basadas en lo siguiente: primero, el proyecto de reforma pensional aprobado no tiene en cuenta ni introduce de ninguna manera la variación demográfica que tiene Colombia y que va a tener el mundo en general.
Nosotros no podemos pasar absolutamente el 98 % de los afiliados, y ahora, si la Cámara le hace caso al presidente, con los cuatro salarios mínimos del umbral terminaríamos pasando el 99 % de los afiliados al fondo público. Nosotros no podemos estar de acuerdo con que todo esté en un sistema que no es sostenible a largo plazo, esto porque un sistema de prima media, como el de Colpensiones, funciona en la medida en que usted vaya ingresando más gente al mercado laboral a medida que va pasando el tiempo. Sin embargo, hacia 1950 nosotros teníamos 11 cotizantes por cada pensionado, hoy tenemos cinco cotizantes por cada pensionado y eso que algunos expertos dicen que realmente tenemos dos por cada pensionado, toda vez que la informalidad en Colombia supera el 60 %. Hacia finales de siglo únicamente tendremos un cotizante por cada pensionado, y esto tiene que ver con el aumento de la expectativa de vida, el envejecimiento de la población y la caída en el nacimiento de niños en Colombia. Por consiguiente, el Gobierno está siendo irresponsable, no está tomando una decisión a futuro.
En segundo lugar, nos preocupa que estén engañando a la gente, y aquí yo quiero enfatizar esto y es que para darles un bono pensional a las personas de tercera edad que no tienen pensión, no era de ninguna forma necesario hacer una reforma pensional. No había que meterse con los ahorros de la gente para hacer este tipo de cosas con la cual estamos de acuerdo, porque yo creo que la tercera edad debe tener una ayuda del Gobierno, pero lo único que había que hacer era fortalecer el programa de Colombia Mayor que hoy entrega 80.000 pesos y subirlo a 230.000 pesos, como lo promete el Gobierno.
Y en tercer lugar, porque el sistema de pensiones planteado por el Gobierno, en el pilar semicontributivo sí hay una gran dificultad, y es que aquellas personas que no alcancen el número de semanas o de capital cuando llegue su edad de pensión, para pensionarse, sí son las que más van a recibir lo que nosotros estamos llamando una expropiación de ahorros pensionales. Le pongo el ejemplo: si una persona cotizó 300 semanas y no se alcanzó a pensionar, con la reforma ya no le van a devolver toda la plata más rendimientos como se hace el día de hoy, sino que únicamente le van a devolver la plata más IPC. ¿Eso qué quiere decir?, que las personas más o menos perderían dos terceras partes de su ahorro pensional.
Para las otras personas por encima de 300 semanas y menos de 1.000 semanas, pues hay un gran problema ahí y es que ya no les van a devolver la plata, sino que serán objeto de algo que ellos llaman renta vitalicia, que son unas chichiguas que van desde 70.000, 80.000, 200.000 pesos mensuales, cuando hoy las personas tienen derecho a retirar su ahorro más rendimientos. Esto sería efectivamente una expropiación completa del ahorro pensional.