POLÍTICA
Delegación de Paz del Gobierno con el ELN confirmó que en enero de 2025 se evaluará y definirá la continuidad del cese al fuego
Aunque el presidente Gustavo Petro y el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, abrieron la puerta a la posibilidad de un nuevo cese, el tema se definirá en enero. Los tiempos le preocupan al Gobierno.
Tras sostener un nuevo encuentro con la guerrilla del ELN en Caracas, la Delegación de Paz del gobierno de Gustavo Petro publicó un comunicado donde informó a los colombianos que en enero de 2025 se volverá a reunir con los comandantes del grupo armado “para evaluar y definir la continuidad del cese al fuego”.
En la próxima reunión, cuyo país está por definir, realizarán una evaluación al desarrollo de los acuerdos, sus cumplimientos como incumplimientos, introducción de correctivos, evitar que se repitan o sigan afectando acciones que debiliten el proceso y la mesa de diálogos, así como adoptar mecanismos que respondan a esa afinidad. Igualmente, “retomar la agenda del acuerdo de México, evaluar y definir la continuidad del cese al fuego y desarrollar la participación de la sociedad en la construcción de este proceso de paz”, se lee textualmente en el comunicado.
Hablan de dos años de intenso trabajo y compromiso que “nos permite reafirmarnos en los principios de nuestra actuación como Delegación de Paz integrando lecciones aprendidas en este proceso. Los resultados obtenidos, plasmados en la Agenda de México y otros 27 acuerdos firmados, son un acumulado nunca antes logrado en la historia de las conversaciones con esa organización armada rebelde”.
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Consideran que han sido logros en medio de grandes dificultades, entre los cuales está la dolorosa circunstancia de que, a pesar de haber conseguido un año de cese al fuego, el conflicto armado continúa cobrando vidas de jóvenes soldados, integrantes de la guerrilla y sometiendo a poblaciones en los territorios.
“Somos conscientes del cansancio de la violencia y del clamor que estos diálogos avancen con celeridad y eficiencia y produzcan un balanza adecuada entre los acuerdos en términos estructurales y las transformaciones reales en los territorios. Sin embargo, esa imperiosa necesidad no debe llevarnos a ceder a la tentación de producir resultados a toda costa, de confundir la política de paz territorial con la fragmentación del conflicto armado en la dispersión de violencias y diálogos”.
Para los negociadores del Gobierno, “se requiere mantener el balance entre la paciente construcción y la urgencia de los resultados en materia de paz”.
Este fin de semana, Gustavo Petro le abrió nuevamente las puertas a un posible cese al fuego con el ELN.
“No quiero que maten a mansalva más jóvenes con uniforme del Ejército de la Constitución e hijos de trabajadores del país. Si el ELN está dispuesto al cese al fuego y cada acuerdo se cumple de inmediato en favor de la gente de las regiones que sufren el conflicto, acepto”, escribió el primer mandatario en sus redes sociales.
Lo dijo porque Pablo Beltrán, el jefe negociador del ELN, volvió a referirse al cese al fuego, pero bajo unas condiciones.
“Habrá un nuevo cese al fuego cuando la mesa lo evalúe y cuando se retome un ciclo normal de su funcionamiento y, para lo cual, tenemos que salir del congelamiento en el que estamos. Habrá nuevos acuerdos cuando tratemos el incumplimiento de los viejos acuerdos. De lo contrario, comenzamos a movernos en una mesa que trabaja sobre pies de barro, sobre cosas falsas”, dijo el jefe guerrillero.