política
¿Discursos calcados? Las similitudes de los ataques a la prensa por parte de Gustavo Petro y Hugo Chávez
Las comparaciones entre Gustavo Petro y Hugo Chávez aumentan por las arremetidas del mandatario colombiano contra la prensa y todos aquellos que no estén de acuerdo con su ideología.
La oposición en Colombia dice que Gustavo Petro está pareciéndose cada día más a Hugo Chávez, creador de la dictadura en Venezuela.
Petro, quien ganó democráticamente, supo conquistar los votos en la segunda vuelta presidencial porque en la recta final de la campaña se presentó como un candidato demócrata y sedujo electores que estaban indecisos. Sin embargo, con el paso del tiempo, Petro empezó con sus feroces ataques y las comparaciones son inevitables porque Chávez inició de la misma manera en Venezuela.
Según el senador David Luna, el discurso del mandatario puede generar grandes heridas en la democracia del país y abrir espacio a un odio entre colombianos por la lucha de clases que impulsa la Casa de Nariño en compañía de los congresistas del Pacto Histórico.
“Un demócrata no atacaría constantemente a las instituciones, un demócrata no se inventaría teorías de conspiración porque la entidad electoral está investigando su campaña, un demócrata no coartaría la libertad de prensa”, dijo. El fantasma de las comparaciones inició cuando Petro empezó a hablar en el país de una constituyente con un discurso calcado de Chávez para convocar al “pueblo”.
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Durante 1998 el venezolano decía que todo era culpa del establecimiento y de la oligarquía que frenaban los cambios. El líder del progresismo en Colombia adoptó el mismo discurso y se apoderó de la plaza pública que ya ha venido perdiendo por todos los escándalos de su Gobierno y la falta de ejecución en las regiones. Sin embargo, la similitud de los discursos se volvió a presentar recientemente por los feroces ataques de Petro contra la prensa y todo aquel periodista que se atreva a cuestionar o denunciar alguna irregularidad de su Gobierno.
En plaza pública intenta convertir a los medios de comunicación en enemigos del “pueblo”, lanza acusaciones, llama a las periodistas “muñecas de la mafia” y busca crear la narrativa de que la prensa solo quiere el mal para el país. Al igual que lo hizo Chávez, Petro, casi que a diario, ataca a los diferentes medios de comunicación y su relación con ellos cada día está más deteriorada. El venezolano también usó la plaza pública para amenazar a la prensa y advertir que no permitiría intromisiones en su mandato.
El discurso nuevamente es el mismo, pero con el tiempo Chávez acabó con la libertad de prensa y únicamente existen en ese país medios que replican la información de la dictadura y son públicos. Sectores políticos advierten que la Casa de Nariño quiere hacer ese mismo proyecto con RTVC, que ha sido blanco de varias críticas en los últimos meses. “Esa insultadera y grosería diaria se debe básicamente a que los propietarios de esos medios, que son las personas más ricas de Colombia, no están de acuerdo con las políticas que implementa mi Gobierno, ni con las reformas que propongo”, afirmó Petro.
“Hemos aguantado demasiado. Algunos dueños de medios suponen que no se tomarán medidas drásticas por miedo al escándalo. Se pueden llevar una sorpresita, no se equivoquen”, decía Chávez. No obstante, sería bastante complejo repetir ese escenario en nuestro país, pero no quedan dudas de que la oratoria de Petro contra todo aquel que piense diferente, remonta a aquellas épocas donde Chávez llegó al poder disfrazado de demócrata y se convirtió en dictador. De hecho, el venezolano siempre negó que se quisiera quedar en el poder, se aferró a él y solo un cáncer lo apartó del Palacio de Miraflores.
Durante la campaña presidencial, Petro le concedió una entrevista a SEMANA donde se le preguntó si él se consideraba el Hugo Chávez colombiano. “No”, respondió el entonces candidato.
Se le insistió preguntándole si eran amigos y el entonces candidato Petro dijo: “Ser amigo no necesariamente significa comulgar política y económicamente. De hecho, cuando se trata de liderazgos políticos, en América Latina hay que construir redes; pero la amistad no significa cofradía ideológica”.
Sin embargo, agregó, eso sí, que “me gustó su pensamiento bolivariano antes de ser presidente”. A pesar de haber dicho todo eso en la entrevista, dos años después Petro parece ser otro de aquella época y es imposible afirmar si seguirá los pasos de Chávez en los meses que le quedan en la Casa de Nariño. El tiempo lo dirá todo y se sabrá si Colombia acepta que se repita la historia de Venezuela.