Entrevista
El alcalde Carlos Fernando Galán responde: “La seguridad fue uno de los fracasos de Claudia López”. Por primera vez se destapa sobre la herencia que recibió
En diálogo con SEMANA, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, dijo que “no había que ponerse a pelear, sino articular y gestionar”. Anuncia que trabajará por adjudicar la tercera línea del metro.
SEMANA: Alcalde, ¿cuál es su estado de salud?
CARLOS FERNANDO GALÁN: Estoy mejor. Tuve una apendicitis un poco más complicada de lo originalmente presupuestado, pero ya está superada. Afortunadamente no se agravó, como ocurre muchas veces. Estoy bien y listo, dedicado a enfrentar los retos, particularmente en el tema de seguridad.
SEMANA: ¿Tuvo temor de que algo malo pudiese ocurrirle?
C.G.: No pensé que fuera a agravarse. Lo que pasa es que necesitaba atención médica, eso sí sabía. Pensé que llevaba 36 horas de evolución de la apendicitis, pero, según me dijo el médico, llevaba fácilmente el doble. Tal vez no le puse atención, pensando que el dolor no era grave. Ese es un llamado de atención: cuando hay algo raro, hay que ir al médico.
Tendencias
SEMANA: Su gran desafío es la inseguridad. ¿Considera que es la peor herencia que recibió de Claudia López?
C.G.: Siempre dije que la seguridad había sido uno de los fracasos de Claudia López. Bogotá tiene un problema de seguridad, no es percepción, y sabía que ese iba a ser un reto. Cuando llegamos, nos encontramos con una desarticulación entre Policía, Alcaldía, Secretaría de Seguridad, Ejército, Fiscalía y una desconexión en la labor de construir confianza con la ciudadanía y el sector privado.
SEMANA: ¿Y qué se ha hecho?
C.G.: Somos conscientes de que no podemos esperar y estamos actuando desde el primer día. ¿Qué resultados tenemos? Hemos logrado reducir el homicidio en 13 por ciento, en comparación con los primeros 50 días de 2023. Es un resultado importante. Hemos logrado disminuir, por ejemplo, el hurto a personas, pero hemos visto una nueva modalidad más frecuente de hurto en ciertas zonas comerciales. Uno ve que la alerta de los comercios, cuando ocurre el delito, es a las empresas de vigilancia privada. Eso está bien, pero si no alertan inmediatamente a la Policía, no habrá una reacción inmediata. Tenemos que articular mejor eso. Hay que luchar para que estos hechos de los últimos días no se repitan. Encontramos situaciones muy complejas. Estamos trabajando para resolverlas. Eso no se logra de la noche a la mañana, pero sabemos que se requieren resultados rápido.
SEMANA: ¿Por qué Bogotá llegó a este punto crítico de inseguridad?
C.G.: Aquí no había que ponerse a pelear, sino a coordinar y articular. Veo unas organizaciones criminales fortalecidas, que se dedican al multicrimen, particularmente al narcotráfico. Esos recursos les permiten operar, buscan tener control de algunas zonas en los mercados ilegales, y eso se dejó crecer. También la gente queda frustrada porque capturan a los delincuentes, pero salen libres, y eso lleva a que se repitan hechos de delincuencia. Asimismo, hay problemas en el tema carcelario. Se requiere de una mayor capacidad.
SEMANA: ¿Es verdad que durante la alcaldía de Claudia López no se compró ni una sola cámara de seguridad?
C.G.: Nos van a entregar unas cámaras que fueron contratadas por esa administración. Son 90 LPR, que tienen la capacidad de reconocer placas. Eso ayuda a hacer seguimiento en tiempo real a motos o vehículos hurtados o utilizados para un delito, y otras 210 cámaras que tendrán eventualmente mayor definición. La verdad es que fueron muy pocas. Bogotá necesita más. Yo sí le voy a apostar en el Plan de Desarrollo a fortalecer el componente tecnológico, no solamente en número de cámaras, que es importante, sino también en el software que permita que esas cámaras se utilicen para poder reaccionar inmediatamente. La tecnología es una herramienta que nos permite ser más eficientes, pero tenemos que tener una mayor capacidad de reacción.
SEMANA: ¿Qué tanto ese plan de choque en materia de seguridad depende del Gobierno y qué tanto de la Alcaldía?
C.G.: En el país estamos viendo una situación de seguridad muy compleja. En Bogotá tenemos una expresión de eso. Hemos tenido el apoyo del general Salamanca, nos apoyó con cerca de 450 policías que se quedaron en la ciudad de forma definitiva y nos ha ayudado con 150 efectivos adicionales en las últimas dos semanas para fortalecer la investigación criminal y la inteligencia. Necesitamos más policías, pero nunca vamos a tener un policía en cada esquina. Requerimos capacidad de investigación que permita desarticular bandas, identificar a todos sus miembros, ir tras las finanzas de la banda y poderlos llevar ante la justicia. La nación nos ha prometido que en el Plan 20.000 de la Policía va a llegar un número significativo de esos 20.000 uniformados a Bogotá.
SEMANA: ¿Va a militarizar las calles de Bogotá?
C.G.: Hay zonas donde hay patrullajes militares, alrededor de cantones, de zonas de protección ambiental y también en estrategias contra la extorsión. Pero no vamos a poner al Ejército a cumplir una función de Policía porque no le corresponde. Ni tienen la capacidad ni el entrenamiento para hacerlo.
SEMANA: ¿No vamos a ver, por ejemplo, a militares protegiendo el Parque de la 93?
C.G.: Por toda la ciudad, no.
SEMANA: ¿Va a flexibilizar el porte de armas de fuego?
C.G.: Estoy dispuesto a dialogar sobre eso, pero soy partidario de ir detrás de las armas de los delincuentes. El camino de armarnos todos es peligroso, complejo, puede llevar a situaciones de riesgo para otras personas. Más que armar a todo el mundo, hay que trabajar por una fuerza pública fortalecida, que tenga la capacidad de ir detrás de quienes surten de armas a los delincuentes.
SEMANA: Cambiemos de tema. ¿Recibió la ciudad muy endeudada de parte de Claudia López?
C.G.: Sin lugar a dudas. La Alcaldía anterior aumentó de manera muy significativa la deuda. La recibió en alrededor de 3 billones de pesos y la entregó en más de 9 billones de pesos, es decir, la multiplicó por más de tres. Evidentemente, nos deja un menor margen de maniobra para tomar decisiones de deuda y financiar los proyectos que se requieren. Las finanzas de Bogotá son sanas, tenemos capacidad para pagar las deudas, pero tenemos un margen de maniobra limitado por las deudas que recibimos de la administración anterior.
SEMANA: ¿Eso quiere decir, alcalde, que la posibilidad de que emprenda grandes proyectos de infraestructura va a ser mínima?
C.G.: Pues no digamos mínima, pero sí limitada. Es decir, no como quisiéramos. No vamos a poder abordar proyectos como hubiéramos querido, pero estamos buscando diferentes fuentes, buscando el apoyo de más actores. He tenido conversaciones con el ministro de Salud para financiar infraestructura hospitalaria en Bogotá con el apoyo de la nación. Espero que eso se concrete. También hay una apuesta de la nación para financiar infraestructura educativa en la ciudad. Tenemos una limitante en deuda frente a lo que tuvo la administración anterior. Pero vamos a buscar fórmulas y a trabajar en medidas de austeridad que nos permitan reducir gastos que se incrementaron en el Gobierno anterior. Por ejemplo, en contratos de prestación de servicios se gastaron más de 2 billones de pesos. Estamos trabajando para reducir eso en más del 10 por ciento, y dirigir esos recursos a proyectos estratégicos.
SEMANA: ¿Ha pensado publicar un ‘libro blanco’ que le haga un corte de cuentas a Claudia López?
C.G.: La ciudad necesita saber en qué están las cosas, pero no voy a ponerme a echar culpas y a decir que tal cosa pasó por culpa del uno o del otro. La ciudad sabe quién es el responsable de qué. Lo que me corresponde es mirar para adelante, o sea, decirle la verdad a la gente, lo que recibimos, y ver lo que vamos a resolver. Eso es lo que la ciudadanía quiere.
SEMANA: Hablemos del metro. ¿El concepto de la Sociedad Colombiana de Ingenieros que contrató el Gobierno Petro puede ser usado para modificar el contrato?
C.G.: Entiendo ese estudio para definir criterios a futuro en los proyectos de infraestructura férrea en el país. No es un documento que vaya a cambiar el metro de Bogotá, que tiene un avance cercano al 30 por ciento.
SEMANA: ¿Qué piensa de la discusión que hubo frente al compromiso del Gobierno Petro con los recursos para el metro este año?
C.G.: Me preocupó que se pusiera sobre la mesa la posibilidad de no cumplir algo que está contemplado en un convenio de cofinanciación. Es un contrato, es una obligación financiar ese proyecto. Allí están estipulados los pagos que se hacen cada semestre. Se iniciaron en 2019 y terminan en 2049, es decir, mucho tiempo después de que concluya la obra. No tienen que ver con el avance. Aquí está involucrada también la banca multilateral. Incumplir ese convenio sería incumplir un compromiso internacional de Colombia.
SEMANA: ¿Qué le pareció el sobrevuelo en helicóptero del ministro de Transporte, William Camargo, y del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, por la primera línea del metro?
C.G.: Es válido que lo hagan, pero no puede ser el elemento principal para hacer una evaluación de cómo está avanzando una obra de estas características. En un sobrevuelo se pueden ver algunas cosas, pero no otras.
SEMANA: Lo que mucha gente quiere ver es la obra del metro en la Caracas. ¿Cuándo comienzan los trabajos en ese corredor?
C.G.: Este año se iniciará la construcción del viaducto en la Caracas.
SEMANA: Es decir, alcalde Galán, ¿no hay ninguna posibilidad de modificar el contrato del metro de Bogotá?
C.G.: Este es un contrato firmado, financiado, en ejecución, no hay ninguna posibilidad.
SEMANA: En el caso de la segunda línea del metro, se ha hablado de un posible conflicto de interés de las empresas chinas que buscan quedarse con su construcción.
C.G.: Esa licitación sigue las reglas del Banco Interamericano de Desarrollo y, a la luz de esas normas, surge un posible conflicto de interés. Se está evaluando cómo resolverlo.
SEMANA: En su alcaldía, ¿dejará abierta la licitación para una tercera línea del metro?
C.G.: Sí, tenemos esa intención. La administración anterior avanzó en la prefactibilidad. Queremos evaluar esa prefactibilidad para ver si avanzamos en los estudios y en un proceso licitatorio para iniciar, por lo menos, la licitación de esa tercera línea en nuestro gobierno. La meta es que, en los próximos diez años, Bogotá pueda estar avanzando en la construcción de tres líneas férreas de transporte masivo. Mi meta es avanzar en la tercera línea, no construirla, obviamente, porque no voy a prometer algo que no se alcance a hacer, pero sí ojalá lograr adjudicarla.
SEMANA: ¿Y cuál será el trayecto de esa tercera línea?
C.G.: Lo que nos entregaron es una línea en prefactibilidad. Parte de Soacha, atraviesa el suroccidente y llega al centro de Bogotá. Tiene un cruce con la primera línea. Pero no descarto analizar otras rutas para esa tercera línea, por ejemplo, que pueda haber una conexión norte-sur por el occidente.
SEMANA: ¿Será subterránea?
C.G.: En la prefactibilidad está contemplada como subterránea.
SEMANA: ¿Está satisfecho con el diálogo que ha tenido con el presidente Petro?
C.G.: Así como respeto al Gobierno, he recibido ese respeto en los escenarios en los que he tenido la posibilidad de discutir con el Gobierno. Ha habido diferencias, evidentemente, como el caso del metro, pero creo que en medio de la diferencia ha habido una discusión respetuosa. Estoy buscando la posibilidad de ponernos de acuerdo en las coincidencias, respetando las diferencias. Esa es mi apuesta.
SEMANA: Es decir, ¿confía que Petro le va a cumplir a Bogotá?
C.G.: A eso aspiro.
SEMANA: ¿Qué pasará con los terrenos que se compraron para la ALO Norte y ese proyecto de la ciudadela educativa que dejó Claudia López?
C.G.: Es viable garantizar una vía para unas zonas de Suba que requieren de conectividad vial, respetando la estructura ecológica principal, los humedales y al mismo tiempo tener una infraestructura educativa. Esos aspectos se pueden contemplar.
SEMANA: ¿Qué cambios le hará al corredor verde de la Séptima, entre las calles 99 y 32?
C.G.: Recibí un mandato que pidió revisar ese proyecto por dos razones. El proyecto eliminaba el tráfico mixto en el sentido norte-sur, por completo en el costado occidental, y la ciudadanía no está de acuerdo con eso. Asimismo, el proyecto estaba contemplado para construirse antes del metro por la Caracas. Si se hacen ambas obras de infraestructura al tiempo en el corredor oriental, colapsa la ciudad. Eso no se puede hacer.
SEMANA: Entonces, ¿es posible que el corredor de la Séptima, en ese tramo, quede suspendido mientras se construye el metro por la Caracas?
C.G.: Eso es posible. Si no se pueden combinar los dos planes de manejo de tráfico, pues es inviable hacer las dos obras al tiempo.
SEMANA: ¿Ha pensado revivir proyectos como el Sendero de las Mariposas, en los cerros orientales?
C.G.: A mí sí me parece atractivo un componente que permita proteger los cerros de los incendios forestales. Bogotá necesita la posibilidad de tener un proyecto que tenga ese componente de protección. Así se lo pedí a la Secretaría de Ambiente para que lo estudie con la CAR.
SEMANA: ¿Cuándo lleva el Plan de Desarrollo al Concejo? Tiene mayorías para sacar adelante varias iniciativas.
C.G.: Respeto mucho al Concejo, vamos a trabajar con los concejales. Nuestra meta es tener un primer borrador la próxima semana y será socializado en algunos sectores.
SEMANA: ¿Y cómo se llamará? Adelántenos el nombre…
C.G.: Tenemos la discusión este fin de semana.