Gobierno
El ataque de Gustavo Petro contra la prensa: una estrategia peligrosa que tiene encendidas todas las alarmas
El presidente convirtió a los medios de comunicación en el blanco de sus ataques. Su discurso atenta contra la libertad de expresión y la democracia.
El presidente Gustavo Petro ha construido durante sus nueve meses en la Casa de Nariño un peligroso discurso contra la prensa. Insiste en responsabilizar a los medios de comunicación de diversas conductas, incluso, de actos delictivos para invalidar sus denuncias y restar credibilidad a las críticas que se le hacen a su Gobierno.
Todo aquel que se atreve a expresar una visión distinta es tildado de “mentiroso” y de liderar una “campaña de desinformación” en su contra. “Sus mensajes terminan restándoles credibilidad (a los medios); buscando presionar la agenda mediática para que aborde favorablemente su gestión; alimentando un discurso en el que la prensa es antagonista, y así abre la puerta a la criminalización de los medios”, advirtió esta semana, de manera contundente, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip).
Lo más preocupante es que, lejos de recular, el mandatario aumentó la frecuencia con la que fustiga a los medios de comunicación y elevó el tono contra la prensa.
En estos días, a propósito de la declaración de Salvatore Mancuso ante la JEP, Petro dijo: “El paramilitarismo no fue sino una alianza del narcotráfico con buena parte del poder político y económico de Colombia y un sector de la prensa tradicional para desatar un genocidio sobre el pueblo”. El presidente no precisó su denuncia ni aportó pruebas para una acusación de ese calibre.
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Pocas horas después, agitó nuevamente su cuenta de Twitter, esta vez para acusar a Noticias Caracol de “dividir” por emitir una nota sobre la marcha de miembros de la reserva activa de las Fuerzas Militares que llegaron a la plaza de Bolívar a manifestarse contra su Gobierno. “Miren este medio de comunicación tratando de dividir la fuerza pública del gobierno”, apuntó el mandatario.
En otro trino, lanzado apenas minutos después, Petro volvió a acusar a este noticiero de “mentiroso” por analizar un informe publicado por la revista del Banco de la República en el que se asegura que la reforma laboral que promueve el Gobierno podría causar la pérdida de 450.000 empleos.
El argumento del mandatario para calificar la información como falsa fue que el estudio no compromete al Banco de la República, pero no se refirió al hecho de fondo sobre la posible pérdida de empleos que podría traer su reforma. “Otra noticia mentirosa. El artículo de la revista del Banco de la República es responsabilidad de sus autores no de la entidad”, trinó.
Si bien la mayoría de veces que Petro se refiere a la prensa lo hace para tildarla de sembrar “cizaña” o de decir supuestas mentiras y falsedades, también suele usar otro tipo de calificativos, como ocurrió la semana pasada cuando acusó de “racismo puro” a los medios que cuestionaron el viaje de la vicepresidenta Francia Márquez a África.
Según la Flip, Petro ha publicado en Twitter por lo menos 34 trinos dirigidos a nueve medios de comunicación. Para continuar el ejercicio, SEMANA analizó uno a uno los mensajes en esta red social emitidos por Petro durante marzo, abril y lo que va de mayo y pudo evidenciar que el presidente incrementó la frecuencia en su arremetida contra la prensa.
Solo entre marzo, abril y hasta el 11 de mayo, el mandatario emitió 28 trinos contra los medios de comunicación. Es decir, en promedio, cada dos días y medio fustiga a algún medio o al periodismo en general. La situación se vuelve más preocupante si se analiza solo lo ocurrido en mayo, mes en el que ha emitido 13 trinos que involucran ataques a los medios, lo que implica más de un ataque por día.
Sus señalamientos no se quedan en Twitter. El pasado primero de mayo, durante su balconazo en la Casa de Nariño, aseguró: “Qué mentirosas las frases aquellas que repiten una y otra vez los medios de comunicación”.
Narrativa
¿Qué hay detrás de este discurso del jefe de Estado contra la prensa? Un hecho en el que coinciden la mayoría de directores de medios es que Petro ha buscado imponer la narrativa de que existe una campaña de desinformación en su contra para restarles credibilidad a las críticas a su Gobierno.
“Petro busca debilitar la credibilidad del periodismo y, con ello, popularizar, como él diría, la narrativa de que no somos independientes ni veraces. De manera que, cuando lo cuestionemos, la gente empiece a creer que lo perseguimos o que lideramos una especie de campaña en su contra”, le explicó a SEMANA el periodista Gustavo Gómez, director de 6AM Hoy por Hoy, de Caracol Radio.
El discurso de Petro contra la prensa también tiene que ver, según Juanita León, directora de La Silla Vacía, con su visión del Estado y su interés por dominar la agenda mediática con grandes anuncios y puestas en escena.
“Para cualquier presidente tener la opinión pública de su lado es clave, pero para un líder populista lo es todo. Porque, a falta de partido y de fe en las instituciones, viven, sobre todo, de sus relatos”, explicó León.
Otro de los factores que ha influido en esta relación del mandatario con la prensa tiene que ver también, agrega León, con el hecho de que Petro ha tenido una oposición de menor peso tanto desde los partidos políticos como desde las organizaciones sociales, que antes eran implacables. “Desaparecido Álvaro Uribe como principal adversario del petrismo, el Gobierno ha decidido construir a los medios como su enemigo”, afirmó León.
Más allá de las motivaciones de Petro para alentar este discurso, provocan preocupación las consecuencias de esto para el país. La voz del presidente activa a ciudadanos y seguidores. Cuando un líder político se pronuncia de esta forma, es normal que sus seguidores se sientan alentados a hacer lo mismo o ir más allá, con graves repercusiones.
“Es el periodismo el que devela los grandes escándalos de corrupción, desgreño o incompetencia en el ejercicio de la función pública. Desestimar y calumniar a los medios, en últimas, es darse un tiro en el pie. Y, cuando la democracia cojea, se avecina el desastre”, manifestó Gómez. Y añadió: “Este libreto suele estar asociado al nacimiento de regímenes donde no se puede criticar ni disentir”.
La Flip ya advirtió que este tipo de discursos no solo afecta la libertad de expresión, sino que elevan el riesgo al que están expuestos los periodistas. En los últimos siete meses, tres periodistas han sido asesinados en ejercicio de sus labores: Rafael Moreno, Wilder Córdoba y Luis Gabriel Pereira.
Por eso, tal como lo aseguró la periodista Camila Zuluaga, directora de Mañanas Blu 10:30, de Blu Radio, y quien ha sido blanco de los señalamientos de Petro, el presidente debe “comprender que por más crítica que reciba por parte de los medios debería entenderse esta como un elemento clave de cualquier democracia”.
El presidente Petro ha afirmado que su agenda de reformas pasa por una deliberación democrática en la que debe participar activamente la ciudadanía. Esa conversación solo es posible si se aseguran las condiciones para controvertir y si se acepta la veeduría al gobierno y el rol activo que debe tener el periodismo. Todo lo que esté por fuera de este escenario puede servir para agitar la galería, de manera muy peligrosa, pero está muy alejado de la democracia.