política
El Bukele bumangués, el candidato más opcionado para ser el próximo alcalde de Bucaramanga, según Invamer
Jaime Andrés Beltrán es el candidato más opcionado para convertirse en el próximo alcalde de Bucaramanga, según la más reciente encuesta de Invamer. En entrevista con SEMANA, dice que admira al presidente de El Salvador y explica su política de mano dura contra la delincuencia.
SEMANA: Va punteando en las encuestas de cara a las elecciones de octubre próximo y podría dirigir los destinos de la capital santandereana...
JAIME ANDRÉS BELTRÁN: Los bumangueses hoy están viviendo con miedo. Y ese miedo es el que nos tiene hoy aquí, representando lo que mucha gente no habla en Bucaramanga por temor. La principal crisis de la ciudad es la falta de autoridad y gobernabilidad. No hay un mandatario al que le duela lo que pasa en las calles. Hay caos en la movilidad, estancamiento económico. Bucaramanga era un buen vividero, y ahora sus parques son ‘marihuanódromos’, son usados para el consumo de drogas. Es decir, en esos espacios hay más presencia de microtráfico que de niños.
SEMANA: ¿Y usted qué propone?
J.B.: Un plan candado que tiene como objetivo, en primer lugar, controlar el flujo migratorio. Migración Colombia solo tiene cuatro agentes para el área metropolitana, los otros 20 están entre el aeropuerto y las oficinas. Debemos reforzar esa labor para saber quiénes son los migrantes y qué están haciendo. Hemos detectado, por ejemplo, que esa comunidad se ve afectada por alquiler de niños y mendicidad infantil. Están instrumentalizando a los menores de edad y no hay control.
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SEMANA: ¿Ha pensado acaso en restringir la llegada de venezolanos a Bucaramanga?
J.B.: No podemos hacerlo. Pero sí identificar quiénes son, cómo están ingresando a la ciudad y qué están haciendo. Lamentablemente, detrás de esas familias que vienen buscando una oportunidad se están escondiendo personas que vienen a delinquir y no sabemos quiénes son. Hoy no tenemos ese registro en la ciudad. También tenemos que militarizar unos 14 asentamientos.
SEMANA: ¿Militarizar?
J.B.: Sí. En esos sitios no entra la Policía. Lo peligroso es que las bandas gobiernan en esos territorios. Son zonas a cinco minutos de la sede de la Alcaldía.
SEMANA: ¿Y qué ocurrirá en esas zonas a partir del próximo primero de enero, si usted es elegido alcalde?
J.B.: Habrá mano dura, pero también un componente humano y social. No todos están en esas estructuras por gusto, sino por falta de oportunidades. Llevo 22 años haciendo trabajo social en la ciudad. En todo caso, no podemos ser blandos. Necesitamos un sistema de alta tecnología para que, a través de inteligencia artificial, establezcamos trazabilidad de placas, hagamos identificación biométrica e investiguemos patrones. Hoy tenemos a unos 40 policías mirando cámaras de seguridad para ver dónde encuentran a un ladrón. Eso no es eficiente.
SEMANA: Usted quiere construir un centro de reclusión transitorio para las personas no condenadas. ¿Por qué?
J.B.: Será para aquellos que son capturados, pero no se les ha definido su condición jurídica. Las estaciones de policía tienen un hacinamiento de más del 1.000 por ciento. Hay más de 124 policías cuidando presos y esos uniformados deberían estar en las calles. La Corte Constitucional les otorga facultades a los alcaldes para descongestionar las estaciones de policía y crear esos centros transitorios. Lo haremos por intermedio de una alianza público-privada, ya está el terreno. Tendría capacidad para unas 2.000 personas.
SEMANA: Por sus propuestas contra la delincuencia, lo han comparado con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
J.B.: Bukele es una persona a la que admiro. Tiene principios de vida, de familia, de fe, pero también capacidad de poner orden y autoridad en un país cuya ciudadanía estuvo muy expuesta a la delincuencia sin poder decir nada. Admiro cuando él dice que priman más los derechos de los ciudadanos que los de los delincuentes. Eso le hace falta a Colombia, en especial a Bucaramanga: defender primero a la gente antes que tolerar a los delincuentes.
SEMANA: El otro pilar de su programa de gobierno hace énfasis en impulsar el desarrollo de Bucaramanga…
J.B.: Hay que sacar del atraso a la ciudad, pues se estancó y llevamos más de nueve años sin ver una megaobra. La movilidad está colapsada.
SEMANA: Recientemente se liquidó Metrolínea. El sistema de transporte masivo no ha funcionado. ¿Qué hacer?
J.B.: Se tiene que repensar la movilidad. Lo que se tiene que hacer es reestructurar la empresa porque no fue capaz de llegar a todos los barrios. Eso generó informalidad. Tenemos que recuperar el sistema masivo con un nuevo diseño. También ir pensando en un tranvía que vaya de Piedecuesta al norte o un metro elevado desde Piedecuesta hasta La Virgen. Tenemos 12 años de atraso en movilidad. Nuestra visión económica es convertir a Bucaramanga en una ciudad de turismo, de negocios, en el eje del oriente colombiano. La ciudad perdió su identidad económica y su visión. Pasamos de ser la cuarta economía a ser la quinta, porque Cundinamarca nos desplazó. Hoy la ciudad no tiene un doliente.
SEMANA. En la lucha contra la corrupción, ¿de qué manera blindará la ejecución de los recursos públicos?
J.B.: En el actual Gobierno todo lo hicieron a través de la bolsa mercantil sin que se pudiera hacer control político por la reserva. Debe ser a través del Secop II, de un gobierno en línea que permita que los bumangueses sean los principales veedores. La honestidad no es una promesa de campaña. Es decir, la honestidad es un principio de vida que les garantiza a los ciudadanos que van a tener un alcalde que no solamente va a enfrentar la delincuencia, sino que también tiene la transparencia y la honestidad como principios. Yo no prometo ser honesto, yo soy honesto de formación. Me enseñaron y me formaron de esa manera. Esa es la garantía para los bumangueses.
SEMANA: ¿Cómo será su relación con el Concejo?
J.B.: Para gobernar necesitamos vincular a todos los concejales. Es una apuesta de hacer una unión pensando en los intereses de la comunidad.
SEMANA: ¿Y con el Gobierno nacional?
J.B.: No estamos de acuerdo con financiar a los delincuentes para que dejen de delinquir. Eso es una alcahuetería, un desorden. Nos oponemos rotundamente a financiar al delito mientras la población vulnerable no alcanza ni siquiera a recoger 800.000 pesos para alimentar a su familia. Los delincuentes están acostados viendo Netflix y reclamarán, cada mes, un millón de pesos. Vamos a trabajar de manera articulada en movilidad, medio ambiente y educación. Pero en lo que corresponde a los temas de seguridad vamos a ser tajantes y contundentes: no vamos a permitir que promuevan la delincuencia. Por el contrario, la vamos a enfrentar.
SEMANA: ¿El páramo de Santurbán no se interviene en una eventual alcaldía suya?
J.B.: Todos nos ponemos la camiseta de Santurbán y vamos a defenderlo. Pero nadie ha dicho nada sobre cómo se está contaminando el río de Oro.
SEMANA: Usted habla de defender los principios de la familia. ¿Eso en qué se traduce?
J.B.: Debemos proteger a la niñez del consumo de drogas. Tenemos una batalla enorme con el consumo y el microtráfico en colegios y en parques. Hay que recuperar valores, principios y la cultura ciudadana. Bucaramanga dejó de ser una ciudad culta, ordenada, y vive en una anarquía total. Voy a gobernar con la Constitución.