“El presidente de la República invita a su pueblo a levantarse, a no arrodillarse”: Gustavo Petro, desde el balcón de la Casa de Nariño

Este martes, el presidente Gustavo Petro salió al balcón de la Casa de Nariño para defender sus reformas. Como en sus épocas de alcalde de Bogotá, el mandatario convocó a los ciudadanos, en esta ocasión, a la Plaza de Armas.

En su discurso, el jefe de Estado hizo un balance de lo que han sido sus primeros 6 meses de Gobierno. Además, explicó que el “cambio no es posible sin el pueblo”.

Destacó que lo que Colombia “eligió no fue simplemente a una persona, a Gustavo Petro en la Presidencia. Lo que se hizo en la elección fue volver al pueblo gobierno. Eso tiene que expresarse en la realidad histórica, en los días cotidianos, en la manera como pretendemos que pueden ser los cambios en este país”.

Recordó que “el cambio” fue la palabra central de la campaña presidencial, el cambio fue por lo cual votaron millones y millones de personas, “fue por lo que Colombia escogió este gobierno. No puede ser un cambio de mentira, un cambio de maquillajes. Solo si el pueblo abandona su gobierno, es que el cambio podría detenerse. El cambio será más y más profundo en la medida en que las mayorías de la sociedad nos acompañen. El cambio solo es posible con el pueblo”.

“En las urnas no hubiéramos vencido si a las calles no hubiera salido la población, la juventud unos días antes”, reconoció.

Acompañado de su esposa, Verónica Alcocer, y Antonella, su hija menor, el presidente se refirió a los jóvenes que participaron en las movilizaciones del 28 de abril de 2021 y que hoy están en la cárcel por varios delitos, entre ellos, terrorismo.

“Por eso, la palabra cambio se volvió tan importante en la vida política reciente; por eso, la palabra cambió logró reunir a la mayoría de la sociedad colombiana en las urnas, en las calles. En las urnas no hubiéramos vencido si en las calles no hubiera salido la población, la juventud unos días antes. Eso que llamamos el estallido social”, dijo.

“Esos jovencitos que salieron a gritar, que simplemente tenían derecho a vivir, son los verdaderos precursores de los cambios que hay que desatar en Colombia. Por eso, tanta insidia contra ellos y ellas; por eso, esa decisión absurda de tener esa juventud encarcelada. Sueltan a sus asesinos, sueltan los mafiosos, pero no sueltan a nuestra juventud. Les preocupa que se conviertan en gestores de la paz”, manifestó.

“Quisieran mantenernos en los tiempos del odio, en los tiempos de la violencia fratricida, en los tiempos de la sin salida. La palabra cambio transforma eso. Es salir de la sin salida para tener unas perspectivas hacia adelante”, añadió.

Y luego expresó: “Lo que hubo en esas elecciones fue un grito de lo más profundo de la sociedad colombiana que ese mundo económico debe entender, debe leer”.

Petro también anunció que después de la aprobación de la reforma tributaria en el Congreso, vendrá la reforma pensional, una reforma a la Ley 100 en pensiones.

Destacó que se vende a la opinión pública la tesis de que tenemos uno de los mejores sistemas pensionales y es mentira. “Tenemos un país desigual, la ley fue hecha para unos negociantes, pero no para el pueblo colombiano”, enfatizó.

Eso –según él– “es lo que queremos cambiar. La reforma pensional que presentamos busca que el derecho a la pensión sea una realidad en el país (...)”.

Defendió además el papel de Colpensiones y su fortalecimiento con la nueva reforma que, según la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, se presentará al Congreso el 16 de marzo.

“Hay que leer el mensaje de las urnas: es el cambio, un cambio de pensamiento, de cultura de nuestra oligarquía colombiana, y es dejar de ser oligarquía y pasar a ser democracia. Ese es el cambio, permitir que ni en el Congreso, ni en el Palacio de Nariño ni en los juzgados del país, lo que mande es el dinero, sino el pueblo. Eso es una democracia”, dijo.

También anunció la presentación en el Congreso de la reforma laboral. “¿Qué pretendemos en la reforma laboral? Que el día termine a las 6:00 de la tarde, no a las 10:00 de la noche; pretendemos que exista un sábado y domingo que se consideren días de descanso y, por tanto, al trabajar más allá de las 6:00 o un sábado o domingo, haya unas extras en el salario. Pretendemos que exista estabilidad laboral”.

Además, lanzó algunas pullas frente al acoso laboral de las mujeres en Colombia a cambio de tener contratos laborales. “Te doy este contrato en tres meses, pero si no pasa esto, esto y esto, de lo contrario, no te doy el trabajo”, puso de ejemplo.

En su intervención, también defendió la reforma a la salud que lideró la ministra Carolina Corcho. Dijo, por ejemplo, que la pandemia por la covid-19 dejó una enseñanza en el mundo y es la necesidad de la prevención en salud. “Si no hay un sistema de prevención de las enfermedades, somos más vulnerables a la muerte”, explicó. Y denunció que “Colombia nunca ha tenido un sistema preventivo en salud”.

Insistió en la necesidad de la cobertura total en atención médica. “No hay salud para el mundo rural de este país. Eso hace que la muerte sea más para unos que para otros”, afirmó.

Lanzó críticas a las EPS. “¿Por qué si miro las estadísticas de la Ocde, Colombia está en el último lugar de mujeres embarazadas que mueren por no ser atendidas? ¿A eso le llaman el mejor sistema de salud del mundo? Depende si es en Chapinero (Bogotá) o La Guajira. No se trata de desmejorar el servicio de Chapinero. En la reforma hemos presentado soluciones, se trata de mejorar el servicio en La Guajira, Tumaco, Cauca, entre otras zonas apartadas”.

Dijo que el régimen subsidiado entrega una salud de pobres y unas prepagadas que suministran salud de ricos. “Incluso, ni la subsidiada llega a los lugares más apartados de Colombia. Eso quiere decir que la muerte se divide y pega menos donde hay dinero y pega más donde hay pobreza”, detalló.

“El ministro de Educación (Alejandro Gaviria) tiene la indicación clara para que se abran facultades de medicina y enfermería en todo el territorio nacional. Esos médicos y médicas de los centros de atención primaria que cubrirán todo el territorio nacional, que prevendrán la enfermedad y sus costos, serán pagos del sistema contributivo. No serán contratistas. Serán trabajadores oficiales, empleados oficiales. Serán y tendrán estabilidad laboral, así estén laborando en la clínica o el centro de atención primaria. Se acaba la contratación basura en el sistema de salud de Colombia”, anticipó.

“Tenemos tres reformas, no las únicas, que buscan garantizar los derechos universales de la gente; tres reformas que buscan más justicia, que la gente pueda acceder a sus derechos fundamentales. Es el Congreso quien tiene la última palabra. Y después, quizás, el poder judicial. Cumplimos una responsabilidad que es hacer las reformas y presentarlas al debate, al Congreso. Quizás mis palabras sean tomadas como una necesidad; quizás se repitan los hechos de 1938, cuando detuvieron la Revolución en Marcha; quizás en los círculos del poder económico se tejan mecanismos para impedir, a partir del dinero, una época de cambio en Colombia. Si eso es así, hay que recordar 1938, detener la Revolución en Marcha condujo al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y una violencia que no termina”, afirmó.

Por último, envió un mensaje a sus seguidores: “Llegó el momento de levantarse, el presidente de la República invita a su pueblo a levantarse, a no arrodillarse, a convertirse en una multitud consciente de que tiene en sus manos el futuro, el presente. Quiero una sociedad colombiana empoderada. Si fallamos, pasan por encima de nosotros; si lo logramos, les entregaremos a las generaciones que vienen un país digno, con historia”.