POLÍTICA
El canciller Álvaro Leyva suspendió algunos pagos del salario a Armando Benedetti como embajador en Venezuela por “abandono del cargo”
Lo hizo por medio de una resolución. La Cancillería trasladó el tema al plano disciplinario.
El canciller Álvaro Leyva, uno de los más fuertes contradictores del embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, decidió suspenderle parte del sueldo a su diplomático por abandono del cargo.
Lo hizo a través de su Dirección de Talento Humano de la Cancillería, que expidió la resolución 4570 del 22 de junio de 2023, en la que determinó “ordenar el descuento de los salarios, desde el día 7 de junio hasta el 22 de junio de 2023 a Armando Benedetti Villaneda”, se lee en el oficio.
En esos 15 días, el barranquillero no demostró, al menos hasta ahora, por qué dejó su puesto de trabajo, según la entidad diplomática del Gobierno.
El oficio lo firmó la directora de Talento Humano, Silvia Carrizosa, quien expresó que el hoy embajador no se ha presentado en su lugar de trabajo dispuesto por la administración en la Embajada de Colombia ante el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela desde el 7 hasta el 22 de junio del presente año.
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En la resolución, la Cancillería explicó que a Armando Benedetti se le solicitó el 14 de junio pasado explicar por qué se ausentó de su puesto de trabajo desde el 22 de mayo hasta el primero de junio y desde el 7 de junio hasta el 14 del mismo mes.
El diplomático colombiano respondió que desde el 23 de mayo -justo cuando estalló el escándalo de Laura Sarabia y su exniñera, en el que Benedetti resultó involucrado-, permaneció en Colombia por petición del presidente Gustavo Petro y estuvo en Bogotá para atender dos reuniones más con el primer mandatario.
Además, el hoy embajador dijo que desde el 14 de junio le solicitó al Gobierno nacional una licencia no remunerada para atender asuntos personales.
Silvia Margarita Carrizosa ordenó realizar los descuentos y enviar copia del presente acto administrativo a la Oficina de Control Interno Disciplinario del Ministerio de Relaciones Exteriores para que adelanten la investigación.
Además, dejó claro que contra dicho recurso Benedetti puede acudir a los recursos de reposición y apelación.
A propósito, el embajador Benedetti reapareció este jueves 29 de junio en las redes sociales para aclarar, entre otras cosas, que no permanece en el cargo de embajador de Colombia en Venezuela por intereses personales.
“Dos importantes aclaraciones: una, nunca he dudado de la imparcialidad de la Corte Suprema de Justicia, excepto de la magistrada Cristina Lombana, quien ha demostrado su interés personal en mis procesos. En todos los años que me desempeñé como congresista, la Corte siempre ha sido mi juez natural e imparcial”, manifestó en su cuenta personal de Twitter.
Y la segunda aclaración está dirigida a su permanencia en el cargo. “Adelantaré, desde el territorio colombiano, el proceso de entrega y empalme de la Embajada en Venezuela”, anunció.
Dijo, además, “que he informado a la Cancillería de Colombia mi renuncia al pago de cualquier concepto por viáticos. Quiero ser explícito: no conservo el cargo por el fuero ni por el sueldo”.
El diplomático barranquillero hizo la aclaración tras la ola de críticas que generó en la izquierda, y hasta en la derecha, la decisión del presidente Gustavo Petro de ampliar su permanencia en la Embajada de Caracas hasta el 19 de julio, pese a que él, en los audios que reveló SEMANA, dijo que a la campaña presidencial del líder del Pacto Histórico había ingresado 15 mil millones de pesos.
Benedetti aclaró que hará el empalme y entrega de su cargo el 19 de julio en Colombia porque recientemente SEMANA advirtió que algunos funcionarios del gobierno de Gustavo Petro le habían hablado a Nicolás Maduro en contra del diplomático.
Incluso, llegaron a afirmar al líder bolivariano que él lo había vendido ante el Gobierno de Estados Unidos y por eso había viajado en varias oportunidades a Washington, según contó una fuente a este medio, quien pidió reserva de su identidad.
Es decir, la vida de Benedetti corre peligro en Caracas y, por eso, ni siquiera podrá viajar al vecino país por sus pertenencias.