Murillo fue gobernador del Chocó en dos ocasiones, integró el gabinete de Juan Manuel Santos y fue fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo. Ahora es un acérrimo petrista.
Murillo fue gobernador del Chocó en dos ocasiones, integró el gabinete de Juan Manuel Santos y fue fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo. Ahora es un acérrimo petrista. | Foto: ALEXANDRA RUIZ POVEDA

Política

El canciller Luis Gilberto Murillo se ‘quemó’ anticipadamente como candidato presidencial: este es su rosario de desaciertos

La metamorfosis de Luis Gilberto Murillo se consolidó con su designación como canciller en propiedad. La historia de cómo un hombre con grandes proyecciones políticas podría entrar en el ocaso de su carrera.

Redacción Semana
18 de mayo de 2024

Luis Gilberto Murillo es un chocoano de 57 años que empezó a meterse en el mundo de la política en el Gobierno de César Gaviria, cuando fue director de la Corporación para el Desarrollo del Chocó. En 1993, los habitantes de su departamento empezaron a conocer al Murillo cercano, tranquilo, racional y ecuánime. Uno de los hombres más queridos de la región. Llegó en la década de los años noventa a Colombia tras graduarse como ingeniero de minas en la Universidad Estatal de Prospección Geológica de Moscú (Rusia).

Su trabajo llamó la atención del alcalde Antanas Mockus, quien decidió traerlo al Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Bogotá para encargarlo de la planeación y el presupuesto de la entidad entre 1995 y 1997. Ese reconocimiento político lo catapultó a la Gobernación del Chocó, que ganó en 1998 y 2012, convirtiéndose en un todopoderoso de la región por su carisma.

Luis Gilberto Murillo canciller  de Colombia
Ministro de Relaciones Exteriores 
Bogota abril 19 del 2024
Foto Guillermo Torres Reina / Semana
Luis Gilberto Murillo, canciller de Colombia. | Foto: Guillermo Torres / Semana

Congresistas aseguran que a Murillo se le consultaban todos los movimientos políticos y de eso se enteró Juan Manuel Santos, quien lo llevó a su Gobierno para ser ministro de Medio Ambiente. En 2021 quiso ser candidato presidencial, pero no lo logró y aceptó ser la fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo para los comicios de 2022 por la Coalición Centro Esperanza.

Lo presentó al país con todos los pergaminos y como un hombre de centro que pensaría en las regiones. Con el triunfo de Petro, el aterrizaje de Murillo se consolidó en la Embajada de Colombia en Washington. Tuvo que renunciar a su nacionalidad de Estados Unidos.

La decisión tenía lógica porque para cualquier político con perfil presidencial, codearse con el Congreso y la diplomacia de Estados Unidos es una ventaja que no todos tienen. En ese país mantuvo un perfil bajo, ganaba un mejor salario, estaba con su familia y tenía cierta independencia. Sin duda, Murillo estaba consolidando su carrera política y aunque en su cabeza rondaba la idea de ser canciller, nunca pensó que llegaría tan pronto.

Canciller (e) Luis Gilberto Murillo intervino en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Luis Gilberto Murillo. | Foto: Captura en pantalla

La Procuraduría suspendió a Álvaro Leyva, y Petro le pidió venir a Colombia. Acató el llamado y con la renovación de la sanción del Ministerio Público contra Leyva, quedará definitivamente en la Cancillería. Su llegada al país se dio en medio del escándalo por la licitación de pasaportes y algunas crisis diplomáticas.

Celebró el rompimiento de relaciones con Israel, defendió a Venezuela por las sanciones que hay en contra del régimen, no condenó la persecución contra María Corina Machado y recriminó a Estados Unidos por referirse a Nicolás y Juan Fernando Petro.

Murillo es la muestra perfecta de que una perspectiva ideológica puede cambiar rápidamente. El canciller parece más un activista que la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

El funcionario pidió un listado detallado de los cargos de libre nombramiento en la Cancillería y lo planeado es hacer cambios de inmediato. El problema es que son personas que llevan más de diez años de experiencia en el servicio diplomático y no se conoce cómo las reemplazarían. Por todo esto que está pasando, el capital político de Murillo podría agotarse y entrar en el ocaso de sus aspiraciones políticas porque no cabe duda de que está entre la espada y la pared y su nuevo cargo está quemando la buena imagen con la que contaba en el país.

Luis Gilberto Murillo, canciller encargado.
Luis Gilberto Murillo y su vuelta al petrismo. | Foto: Cancillería

Del Murillo de centro no queda nada, ahora está la imagen del Murillo de extrema izquierda que está de acuerdo con Petro en todo. Su apuesta será la de consolidarse como una figura del petrismo, error que lo dejaría por fuera de los sonajeros presidenciables y su carrera política podría llegar a su final.

Por ejemplo, el pasado primero de mayo dijo en el Chocó que los autores de asesinatos no deben ser criminalizados porque “el Gobierno está haciendo el esfuerzo, pero no para aniquilarlos ni para criminalizarlos, sino para negociar con ellos y brindarles oportunidades”. Esas palabras dolieron en su departamento y extrañan al Murillo de hace algunos años.