Entrevista
El canciller Murillo, a punto de abandonar el Gobierno Petro, dice que en Venezuela “no hay actas para nadie”; por eso, no reconoce el triunfo de Edmundo González ni el de Nicolás Maduro
El canciller Luis Gilberto Murillo habla de las razones por las cuales Colombia no reconoce el triunfo de Edmundo González. Dice que “no es justo” que se señale que se “quemó” en la Cancillería del Gobierno Petro.
SEMANA: ¿Usted permanecerá al frente de la Cancillería en 2025?
LUIS GILBERTO MURILLO: Estoy a disposición del presidente Gustavo Petro hasta que él lo considere. A mi familia le había dicho que iba a estar en el cargo unos dos años y después miraría otros horizontes, y ya empecé el tercer año. Yo sé que tendré, ahora que salgamos de vacaciones, esa conversación con mi esposa y mis hijos, que siempre me aconsejan y me asesoran en estos temas. Sí, voy a tener esa conversación. La verdad es que la exigencia de estos cargos es inmensa. Por ejemplo, llevo tres meses en los que prácticamente uno duerme en el avión, se cambia de ropa en los aeropuertos y en ocasiones impacta las diferentes zonas horarias. El desgaste no es menor.
SEMANA: ¿No cree que llegó el momento de dar un paso al costado?
L.M.: En cualquier plataforma, en lo público o por fuera, lo que quiero es seguir contribuyendo al país, que está en un momento histórico bien interesante, se están dando grandes transformaciones. Colombia está en un momento muy participativo porque hay más inclusión, más gente está llegando al proceso democrático. Cuando lo veo desde afuera, con todas las dificultades y desafíos que tenemos como país, Colombia ha tenido muchos avances y hay luces de esperanza.
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SEMANA: ¿Ya habló con Petro de su renuncia?
L.M.: La verdad, estoy a disposición de lo que él decida, no hemos entrado en esa conversación, pero sí se entiende que alguno de nosotros va a reflexionar sobre el tema en este fin de año. Lo que queda claro es que se han generado muchas oportunidades en este gobierno. El presidente y la vicepresidenta Francia Márquez nos dieron instrucción precisa de traer otros sectores a la Cancillería. Y aquí ha aumentado la presencia de sectores campesinos, indígenas y afrodescendientes en la diplomacia. Hemos llevado la Cancillería a las regiones, a las provincias.
SEMANA: ¿Será candidato presidencial?
L.M.: No estoy en ese estadio, la verdad, lo que quiero es seguir contribuyendo. A veces la vida lo lleva a uno a donde menos piensa. Yo estaba tranquilo, me tocó salir del país, hice una carrera en Estados Unidos, conocí a mucha gente, hice relaciones que ahora pongo al servicio del país. Estaba en eso y me tocó renunciar a mi ciudadanía estadounidense para poder venir a prestarle un servicio al país. Cada capítulo lo va llevando a uno, a veces, a un capítulo inimaginado.
SEMANA: Si después de diciembre contempla renunciar, ¿a dónde se iría?
L.M.: Tengo algunas ofertas académicas, me veo más poniendo mi experiencia al servicio de las generaciones que se están formando. Yo ya lo hice.
SEMANA: Es decir, ¿descarta una candidatura presidencial?
L.M.: Estoy concentrado en el trabajo de la Cancillería; además, hay muchos chicharrones por resolver y hemos resuelto muchos. Primero, la voz de Colombia es muy potente en el contexto internacional hoy, la gente quiere escuchar al país y sus propuestas.
SEMANA: Petro lo condecoró esta semana. ¿Es una especie de despedida de la Cancillería?
L.M.: Esa fue una decisión del presidente y la Policía por los logros que hemos tenido en la política exterior. Yo, reitero, estoy aquí hasta que el mandatario lo decida. Y depende mucho de la reflexión que haga con mi familia en este fin de año.
SEMANA: ¿Asistirá a la posesión de Nicolás Maduro en Venezuela?
L.M.: Contundentemente, no. El presidente está invitado y esa será una decisión que él tomará y comunicará en su debido tiempo. Me mantengo en que, si no hay actas, no hay reconocimiento. Si no hay reconocimiento, no debe haber asistencia a ese acto de posesión. Mantenemos la relación de Estado a Estado con Venezuela, tenemos a millones de personas en esa frontera y no se pueden romper relaciones.
SEMANA: ¿Qué le recomienda a Petro? ¿Que asista a la posesión de Maduro?
L.M.: Si el presidente me pregunta, le daré mis recomendaciones, no me ha preguntado, es una decisión que él tomará y no quisiera interferir en su decisión. Pero usted ha escuchado mi planteamiento: si no hubo actas, no hay reconocimiento, pues no debe haber asistencia. Lo que sí digo es que a mí no me han invitado, entonces, no tengo que tomar esa decisión.
SEMANA: ¿Y si lo hubieran invitado a la posesión de Maduro?
L.M.: No asistiría.
SEMANA: ¿Por qué no ha reconocido el triunfo de Edmundo González?
L.M.: Porque no hay actas, no hay actas para nadie. Algunos dicen: “Sí están las actas y las hemos revisado”. Pero es que Venezuela tiene un proceso institucional de una Constitución y unas leyes, el cual no se siguió y no se presentaron. Si eso no se ha hecho, ahí hay algo como inconcluso. Lo que estamos diciendo es que no hay actas y no podemos reconocer porque tiene que haber un proceso institucional en el que participen las partes. Nosotros hemos planteado el tema con coherencia. El Pacto Histórico en Colombia, revisando actas, pudo aumentar el número de senadores que tenía porque se encontró que había unas inconsistencias, el proceso electoral le dio la razón. Creemos que ese es el proceso normal en cualquier democracia, porque las actas lo que hacen es concentrar la voluntad que se plasma en esos documentos. Y debe haber un marco legal constitucional que lo rige. Eso es lo que hemos visto que no se dio en el proceso de Venezuela.
SEMANA: Muchos países reconocieron las actas del CNE a favor de Edmundo González, y Nicolás Maduro no ha mostrado las que supuestamente lo favorecen.
L.M.: Hemos dicho claramente que respetamos las decisiones que tome el pueblo de Venezuela, respetamos su autonomía, su soberanía, pero también hay unos elementos del proceso electoral que tienen que ver con esas actas y que no se han cumplido, por eso no reconocemos.
SEMANA: ¿Usted cree que Maduro ganó las elecciones el 28 de julio?
L.M.: Lo único que creería es cuando vea las actas. Para eso está la democracia, usted tiene que tener unos resultados que sean incuestionables. Lo dije desde el principio: hay serias dudas porque no tenemos las actas, hay que mostrarlas. Yo creo que ese es un tema ya agotado, por eso nos hemos mantenido en esta posición, no se presentaron estas actas, pues no podemos reconocer. Ojalá esa situación se pudiese superar.
SEMANA: Si se posesionan Maduro y González, ¿con quién hablará el Gobierno?
L.M.: Eso es hipotético, nosotros todavía no estamos allá. Mantenemos una relación de Estado a Estado, una relación que se debe mantener porque tenemos a millones de personas allí, unos aspectos comerciales, económicos, humanitarios, de seguridad. Tenemos familias que comparten estos dos países. Nosotros hemos mantenido relaciones de Estado a Estado con Venezuela, como tiene que ser para garantizar la tranquilidad en esa frontera, pero también hemos mantenido conversaciones y diálogo con representantes de la oposición, que es normal.
SEMANA: ¿No descarta que en algún momento se hable con Edmundo González?
L.M.: En estas cosas nunca se descarta nada desde que nos soliciten y podamos contribuir.
SEMANA: Lo han criticado por su postura frente a Venezuela. El expresidente Santos, su exjefe, dijo que usted no tenía carácter.
L.M.: (Risas) Yo me manifesté sobre el tema, porque el expresidente Juan Manuel Santos, a quien respeto, fui su ministro de Ambiente y sacamos muchas iniciativas adelante, me conoce. Él sabe que esa caracterización que hizo no corresponde a lo que es mi comportamiento. O no tenía la información completa, o algo se presentó, porque el expresidente dijo que la posición de Colombia ha sido ambivalente. De ninguna manera. Hemos sido claros desde el día uno en que, si no hay actas, no hay reconocimiento (...). No corresponde a la realidad lo que se dijo. Después mencionó que Colombia no había participado en las deliberaciones en la OEA, pues sí estuvimos. Pero hemos sido consistentes en que la OEA no es el mejor escenario para discutir esos temas de Venezuela, pero sí lo hicimos en el Consejo de Derechos Humanos, donde Colombia, esa misma semana, había ratificado su posición y su preocupación frente a los temas de derechos humanos y las seis personas venezolanas que estaban en la embajada de Argentina bajo custodia de Brasil (...). El expresidente, con todo el respeto, no tiene la razón. Ahora, el tema de Venezuela es muy serio, hay que manejarlo con mucha responsabilidad y a través de una diplomacia inteligente, ojalá muy confidencial, como deben ser los canales diplomáticos. Esto no se resuelve con un mensaje en Twitter.
SEMANA: Sergio Fajardo, quien hizo fórmula presidencial con usted en 2022, dijo: “El canciller una vez más agacha la cabeza, cómplice, para seguir las órdenes y contradicciones de su jefe, el presidente Petro. El daño es grande, y lo que falta”. Esto, en referencia a la posibilidad de nombrar a Daniel Mendoza en Tailandia. ¿Usted qué le responde?
L.M.: Él también me conoce, sabe que yo soy una persona con criterio y sabe que soy una persona de formas y respetuosa. Yo me apego a las formas.
SEMANA: Hay muchos sectores que dicen que usted se quemó políticamente siendo el canciller de Petro.
L.M.: No es justo, porque no tomo decisiones pensando en el oportunismo político. Si yo estuviera pensando así, le hubiera dicho al presidente que me quedaba de embajador en Estados Unidos, porque la Cancillería tenía muchos chicharrones, muchos de ellos resueltos. Yo lo que busco es prestarle un servicio al país que le genere más oportunidades a la gente (...). No es un tema de oportunismo político, la gente aquí está pensando que si van a ser candidatos, que van a conseguir votos, y yo no. Uno se sacrifica y se quema para que le vaya bien al país. Cree que si usted les hubiese preguntado a alguno de estos aristócratas que renunciara a la ciudadanía de Estados Unidos, ¿lo habrían hecho? No lo hubieran hecho. Yo lo hago porque quiero a este país, hubiera podido quedarme tranquilo en Estados Unidos, sin ningún problema.
SEMANA: ¿Se arrepiente de haber renunciado a la embajada en Washington y a la nacionalidad estadounidense?
L.M.: No me arrepiento, quiero estar aquí para generar mayores oportunidades.