Política
El cinismo de Pablo Catatumbo: revela detalles del atentado de las Farc contra Uribe en 2002. “Se recibió a bala, pero con mala puntería”
Han pasado más de 22 años desde aquella tarde en la que las Farc-EP quisieron asesinar al entonces presidente Álvaro Uribe, quien terminó arrinconando a ese grupo criminal y lo dejó totalmente debilitado para llegar a una mesa de diálogo con Juan Manuel Santos.
Para nadie es un secreto que las extintas Farc-EP quisieron asesinar al expresidente Álvaro Uribe Vélez y, en varias ocasiones, le hicieron fallidos atentados. Desde la campaña presidencial para las elecciones de 2002, los criminales activaron varios planes para evitar que llegara a la Presidencia de la República y ninguno dio resultado.
La molestia del grupo guerrillero fue que Uribe empezó a repuntar en las encuestas por sus promesas para mejorar la seguridad, acabar los diálogos con ese grupo criminal y derrotarlos militarmente.
Como las Farc estaban fortalecidas económicamente y militarmente, tras unos años del proceso de paz del Caguán (1998-2002), sintieron que podían declararle la guerra al Estado colombiano para evitar que Uribe asumiera como presidente de Colombia.
Aunque fueron varios los atentados contra Uribe, el más recordado fue el que ocurrió el 7 de agosto de 2002, durante su posesión ante el Congreso de la República, a pocos metros de la Casa de Nariño.
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Por esa razón, Pablo Catatumbo, quien fue uno de los comandantes de esa organización criminal, fue consultado sobre ese episodio durante una entrevista que le hizo el senador Andrés Guerra, del Centro Democrático.
De una manera cínica y como si se tratara de un asunto normal, Catatumbo confesó que quisieron “recibir a bala” a Uribe desde el primer momento y por eso se planeó el atentado. “En la guerrilla siempre hubo redes urbanas, así que un equipo estaba en ciudad y se reforzó con otro que venía del monte”, dijo.
Durante la entrevista explicó detalladamente cómo se planeó todo y se llevó a cabo ese plan que dejó 17 personas muertas y unas 69 heridas. “Se consiguieron los morteros y dispararon, con tan mala puntería, que no pudieron acertar ni uno solo a la Casa de Nariño”, contó.
No quiso entrar en detalles sobre quién fue el autor intelectual del atentado y aclaró que él no participó del mismo, ya que en esa época estaba internado en una zona lejana de Bogotá.
Uribe siempre fue una piedra en el zapato para las Farc-EP y se convirtió en uno de los presidentes que logró arrinconarlos, a tal punto, que a finales de 2009 esa organización criminal estuvo a punto de desaparecer por la intensidad de las operaciones de la Fuerzas Militares. En aquella época, los guerrilleros no podían permanecer más de dos días en el mismo lugar y en varias ocasiones tenían que huir ante la llegada de las tropas y se quedaban sin alimentos.
Esa situación debilitó tanto la guerrilla que los comandantes tuvieron serios problemas para mantener el orden, ya que no había alimentos y las jornadas de caminata eran extensas. En 2010, cuando Juan Manuel Santos asumió como presidente de Colombia, se pensó que seguiría por el mismo camino de Uribe, pero decidió darle un respiro a las Farc y los sentó a negociar, y esa organización volvió a fortalecerse.
Catatumbo contó que durante el gobierno de Andrés Pastrana esos diálogos no salieron adelante porque, según él, el mandatario no tenía una verdadera voluntad de paz.
Además, reveló que las Farc-EP no hicieron parte de la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y que esa idea siempre les pareció “una locura” y una acción “ilógica”.
Justamente, este caso del atentado de 2002 contra Uribe llegó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y hace parte de la carpeta de los crímenes no amnistiables cometidos por miembros de las Farc.