El cónsul en México, Andrés Hernández, responde a escándalo por denuncia de subalterna que lo acusa de no devolverle millonarios recursos: “Jamás habrá estafa”

El cónsul de Colombia en México, Andrés Hernández, está en el ojo del huracán por un cúmulo de denuncias en su contra que van desde estafa, presuntos malos manejos en el Consulado y hasta el incumplimiento en el pago del arriendo del apartamento donde vivió en el Distrito Federal.

El tema ya está en manos de la Fiscalía, que lo investiga por presunta estafa.

“Sí, tengo deudas personales y como lo dije, son personales, de las cuales desde que llegué han estado siguiendo el rastro a cada una de mis deudas personales”, dijo en sus redes sociales.

Se refiere a la denuncia en su contra de parte de Sonia Cuesta, una subalterna de Hernández, quien trabajó durante 26 años en el Consulado de Colombia en México y quien denunció a Hernández por estafa. “Me robó”, le dijo ella a El País de España.

Al parecer, según Cuesta, él se quedó con 24.564 dólares (más de 100 millones de pesos) producto de sus ahorros.

“Ella debía cerrar su cuenta de ahorros en México (porque salía del país) y el cónsul la acompañó al banco a hacer el trámite. Allí, le dijeron que sólo podían transferirle el dinero cuando tuviera una cuenta en Colombia. El jefe y amigo le ofreció recibir el dinero en su cuenta, y se comprometió a enviárselo cuando ella se lo pidiera. Era un favor”, aclaró el medio de comunicación.

“Esa deuda se está pagando”, insistió Hernández. Y prometió quedar al día antes de finalizar 2024.

Andrés Hernández también respondió porque el 5 de julio de 2024, cuando entregó su cargo tras un fallo del Consejo de Estado, “no tenía paz y salvo de la Dirección Administrativa y Financiera del Ministerio de Relaciones Exteriores”. La razón obedecía a que tenía una cuenta pendiente por 12.700 dólares porque contrató a un funcionario experto en derechos humanos que no contó con la autorización de la Cancillería.

Hasta el 9 de octubre de 2024, documentó El País, Andrés Hernández no había devuelto los recursos públicos. “Mi pecado con Cancillería fue usar recursos destinados para la contratación de personal especializado”, respondió el cónsul en sus redes sociales.

“Sobre los recursos de la Cancillería, estamos esperando respuesta a las múltiples cartas que se han enviado sobre el dinero que se usó para contratar un profesional para atender casos de trata de personas. No es la primera vez que mis deudas son el titular de la prensa, pero jamás en mí estará la estafa, robar y menos malgastar los recursos públicos”, aclaró.

También negó que estuviera debiendo recursos por arriendo en México. Sin embargo, aclaró que sí termina de pagar un sofá que dañó un gato de su propiedad en el primer sitio donde residió cuando llegó a trabajar como cónsul.

Y es que a la Embajada de Colombia en México llegó una carta de la ciudadana mexicana Elba Huesa Jiménez, en la que se quejó de Hernández como arrendatario del primer apartamento donde vivió como cónsul.

“Nos percatamos de que el inquilino tuvo un gato viviendo en el departamento, por lo cual dejó el inmueble en total desaseo. Al hacer una revisión exhaustiva, nos percatamos de que había ocasionado daños mayores, tales como: rasguños de gato irreversibles en la sala de TV, en los sillones de piel”, se lee en el documento.

“A diferencia de muchos, vengo de una familia clase media como muchos colombianos, a quienes para estudiar y salir adelante nos tocó endeudarnos en bancos y con amigos. No me molesta ser noticia por deber, prefiero que digan eso a que me enriquecí. También a mis detractores, que quieren usar esto para hacerme daño, les cuento que ya pueden sacar que debo un sofá porque mis gatos me lo dañaron. Pronto (en días) esto quedará aclarado por las vías que son, yo no me dejo distraer y seguiré trabajando”, expresó.

Hasta las primeras horas de la mañana de este martes, 22 de octubre, el presidente Gustavo Petro no se ha referido al tema. Tampoco el canciller Luis Gilberto Murillo.