POLÍTICA
El día cívico que le salió mal a Gustavo Petro: no le copiaron desde gobernadores hasta la rama judicial; reinó la confusión
Aunque el ministro del Interior y funcionarios del Gobierno salieron a empujar la medida, no lo consiguieron. Pocos le copiaron al presidente la medida “inconsulta” e “improvisada”. Según la oposición, el propósito del mandatario es frenar la marcha del 21 de abril.
El presidente Gustavo Petro no cerró bien la semana, tras el anuncio del decreto que estableció este viernes como día cívico en Colombia. El objetivo del primer mandatario era que todos los empleados públicos trabajaran desde sus casas y, según él, ahorraran agua y energía eléctrica en medio del fenómeno de El Niño.
La intención del jefe de Estado era buena. Sin embargo, empezó a enrarecerse cuando el primer mandatario llamó el día cívico como el de la rebeldía nacional, que coincide con el 19 de abril, una fecha considerada emblemática para la desaparecida guerrilla del M-19, a la que perteneció el mandatario.
Como si fuera poco, invitó a los bogotanos a salir de la ciudad para ahorrar agua potable, tras los racionamientos decretados por la Alcaldía de Bogotá.
“Les solicito a los bogotanos, voluntariamente y en la medida de sus capacidades, salir este fin de semana a otros lugares de otras cuencas hidrográficas, para disminuir la presión de consumo sobre los embalses de agua potable, y a la ciudadanía de todo el país, hacer este 19 de abril una acción masiva de ahorro de energía”, recomendó Petro.
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Paradójicamente, el presidente les pidió a los bogotanos salir de la ciudad este fin de semana, cuando, coincidencialmente, sectores de la oposición y ciudadanos independientes saldrán a marchar este domingo 21 de abril, en rechazo a sus políticas. La marcha promete ser multitudinaria y el mandatario, según la oposición, quiere atravesarse y evitarla.
“Gustavo Petro, en lugar de respetar la protesta ciudadana, pretende sabotear con un decreto de día cívico el 19 de abril. Una provocación que tendrá por efecto causar más indignación en la gente que reclama en la calle respeto por la salud y la democracia”, dijo el excandidato presidencial Juan Manuel Galán.
Como el decreto fue inconsulto, improvisado y se conoció hasta las últimas horas de la noche de este jueves, como dijo la senadora de la Alianza Verde Angélica Lozano, varios alcaldes le hicieron el quite. El de Bogotá, Carlos Fernando Galán, fue uno de ellos. Anunció que las entidades distritales laborarán normalmente este viernes, incluidos los colegios oficiales.
A Galán le copiaron varios mandatarios, entre ellos, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez; el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón; el alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo; el gobernador de Santander, Juvenal Díaz; el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, entre otros. La rama judicial tampoco le copió al Jefe de Estado, al igual que el Senado, la Procuraduría, la Registraduría y hasta el Consejo Nacional Electoral.
¿Por qué las entidades y líderes regionales y locales le llevaron la contraria a Petro? ¿Es normal que los líderes regionales le desobedezcan a un presidente?
En realidad, históricamente no es tan habitual que los alcaldes y gobernadores se salten una decisión de la Casa de Nariño, más cuando la chequera está concentrada en el palacio presidencial.
Sin embargo, en esta oportunidad, la rebeldía saltó a la vista, porque el decreto de declaratoria de día cívico fue inconsulto. Además, carece de sustento técnico, según algunos mandatarios. Al menos, hasta la noche de este jueves, no se conocía un estudio oficial que confirmara que no asistir un día al trabajo contribuía con el ahorro de energía y agua potable, en medio de un racionamiento.
Aunque el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, le dio un tono de obligatoriedad al día cívico, al menos frente a las instituciones académicas públicas del país, y otros ministros y funcionarios empujaron la idea, como Sandra Ortiz, alta consejera para las regiones, y Laura Sarabia, directora del Dapre, no fue suficiente.
Algunos líderes regionales –una minoría de gobernadores se acogió al día cívico–, le midieron el aceite al Gobierno, le mostraron los dientes e hicieron valer su independencia.
Algunos sectores políticos estiman que el anuncio y el decreto del día cívico se convirtieron en una cortina de humo que llevó al país a hablar exclusivamente de la medida y olvidó, entre otras cosas, el anuncio de la ponencia de imputación de cargos en el Consejo Nacional Electoral a su campaña presidencial por ingresos que no fueron reportados a las autoridades.