POLÍTICA
El ELN, ¿una piedra en el zapato para la ‘paz total’ del presidente Gustavo Petro?
El grupo guerrillero no pierde oportunidad para arremeter contra el Gobierno. ¿Qué está pasando?
Mientras Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno para los diálogos con el ELN ha dicho que “la negociación avanza a la velocidad de un Ferrari”, el grupo guerrillero cada vez parece más interesado en torpedear el proceso.
Por lo menos así lo demuestran algunos mensajes que han venido enviando líderes de esta organización a través de sus propias redes sociales o por intermedio de los medios oficiales que tiene esta guerrilla, en los que no pierden oportunidad para irse lanza en ristre contra el Gobierno nacional, justo a menos de una semana de que se inicie la segunda ronda de diálogos, el 13 de febrero.
Uno de los más punzantes ha sido Antonio García, máximo comandante del ELN, quien en apenas dos días de esta semana ha arremetido en tres oportunidades contra el Gobierno.
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“En la operación militar realizada por las Fuerzas Militares del Estado contra unidades nuestras en zona rural de Buenaventura, a finales del mes pasado, quedan compañeros vivos que testifican cómo fueron rematados los compañeros que estaban vivos y en estado de indefensión”, contó García.
Criticó que una de las premisas para lograr la paz con ese grupo no se estaría dando. “Estamos lejos de un cambio en la doctrina militar, base fundamental para construir paz”, aseguró.
Pocas horas antes, García también había arremetido contra la administración de Gustavo Petro, esta vez para irse lanza en ristre contra la llamada ‘paz total’, que, según él estaría, “comprometida con otros negocios”.
“Parece que la ‘paz total’, estuviese comprometida con otros negocios... es lo que asoma”, trinó García.
Para el máximo comandante del ELN, el Gobierno aún “no se ha puesto a tono” con la negociación y cuestionó que, según él, se está tratando a este grupo como si fuera una disidencia o un grupo criminal común.
“El Gobierno no se ha puesto a tono con lo acordado en la mesa. Si el ELN sigue siendo considerado GAO, quiere decir que seguimos en el mismo punto que lo dejó Duque, o sea no despegamos como debería ser”, advirtió García.
El líder guerrillero aseguró, además, que el Gobierno estaría usando el proceso de paz como “paraguas de asuntos no claros”.
Este pronunciamiento se dio apenas horas después de que el alto comisionado de paz, Danilo Rueda, reconociera que, tal como lo reveló SEMANA, existe un cartel de abogados que buscan prebendas a cambio de supuestos beneficios para los presos que buscan ser nombrados gestores de paz.
Los mensajes del ELN no van dirigidos solo contra las políticas del Gobierno, sino contra el propio proceso de paz, lo que ha sembrado las dudas sobre el real compromiso de esta guerrilla con la negociación.
“La paz no es sinónimo de dejación de armas”, trinó el pasado domingo el propio García, quien de inmediato generó inquietud frente a si el ELN sí estaría dispuesto a entregar los fusiles.
Fallido cese al fuego
El año 2022 terminó, en materia de paz, con unos anuncios de las delegaciones en Caracas (Venezuela) donde las partes establecían una hoja de ruta para avanzar rápidamente en las conversaciones. Sin embargo, esa celeridad se frenó el 31 de diciembre antes de la medianoche, cuando el presidente Gustavo Petro anunció un cese al fuego bilateral con varios grupos armados, entre ellos, el ELN.
A los dos días la guerrilla desmintió al presidente Petro y lo acusó de tomar decisiones unilaterales. Los negociadores del Ejecutivo salieron rápidamente a ‘apagar el incendio’ y a decir que se trataba de una pequeña diferencia, pero una vez más, fueron desmentidos y Antonio García habló de una crisis.
El trasfondo de estas tensiones es que, contrario a otras organizaciones ilegales, la agenda con el ELN involucra el diálogo sobre asuntos que van más allá de la insurgencia y la dejación de armas, e involucran poner sobre la mesa asuntos trascendentales de país, como las pensiones, la salud, la participación ciudadana y el sistema político.
Tal como han explicado los expertos, poner sobre la mesa todos los asuntos que este grupo guerrillero quisiera sería prácticamente refundar el país, algo ante lo que no puede ceder ningún Gobierno.
Prueba de ello es que el ELN no solo ha criticado asuntos relacionados con la paz y la seguridad, sino también decisiones sobre políticas y reformas sociales.
Por ejemplo, desde su revista Insurrección, el grupo guerrillero aseguró recientemente que estos diálogos de paz se dan “en un contexto de la llegada al Gobierno de fuerzas progresistas, que para ganar gobernabilidad acuden a pactos con la derecha, lo que amenaza la llegada de reformas”.
Para el grupo guerrillero, estas alianzas limitan el margen de acción del Gobierno y lo llevan a implementar políticas asistencialistas, lo que agrava el problema social en Colombia.
“Este escenario de alianza con la derecha y de alineamiento con políticas de Estados Unidos, más la crisis en que recibe el país, hacen que el nuevo Gobierno esté limitado para desarrollar transformaciones en Colombia, esto lo empuja hacia adelantar programas asistencialistas, que afectan las consecuencias del Conflicto más que sus causas”, indica el ELN.
Los ‘elenos’ señalan, además, al Gobierno de “falta de compromiso” a la hora de implementar los acuerdos humanitarios a los que se han llegado en la mesa.
“Dentro de lo avanzado en estos diálogos, están los Acuerdos Humanitarios aplicables a zonas de mayor conflicto y población privada de la libertad, los que aún no se concretan por falta de compromiso del Gobierno; frente a la gravísima crisis humanitaria de las cárceles, la delegación del Gobierno esquiva asumir acuerdos que la mitiguen y reduce la esencia de los acuerdos a ofertas mínimas para algunos presos políticos elenos”, indica el duro pronunciamiento de la guerrilla.
En la publicación, el ELN también arremetió contra la reforma pensional que prepara el presidente Petro y que es una de sus principales banderas.
“Pese a que se ha dicho que en un sistema de pilares (como el que propone Petro) los cotizantes de hasta cuatro salarios mínimos estarán a cargo de un régimen de reparto administrado por Colpensiones, no se ha dicho cuáles serán los parámetros de retiro, en especial de la tasa de reemplazo; por ende, generaría un déficit monetario igual o superior al existente”, argumenta la organización ilegal.
De esta manera, queda en evidencia que, hasta el momento, la principal piedra en el zapato para negociar con el ELN sigue siendo el mismo ELN.