Política

El expresidente Iván Duque dialogó con Adam Grant, uno de los psicólogos más influyentes del mundo. Esto fue lo que dijo

El experto mundial entregó detalles de cómo desarrollar el potencial oculto que tienen las empresas.

Redacción Semana
21 de agosto de 2024
Iván Duque, expresidente de Colombia y Adam Grant, psicólogo organizacional
Iván Duque, expresidente de Colombia y Adam Grant, psicólogo organizacional | Foto: Pantallazo video podcast Tres Respuestas

En su más reciente capítulo de su podcast Tres Respuestas, el expresidente de la República, Iván Duque, dialogó con Adam Grant, psicólogo organizacional, quien explicó cómo desarrollar el potencial oculto que tienen las empresas.

La conversación entre el exjefe de Estado y el psicólogo organizacional, comenzó con el interrogante de cómo fueron los inicios de Grant en el deporte, especialmente en los clavados, y cómo esa experiencia lo llevó años después a introducirse en la psicología organizacional.

“Un momento crucial de mi vida fue que terminé en el clavado de trampolín porque era demasiado bajo para el baloncesto y demasiado lento para el atletismo y no lo suficientemente coordinado para el fútbol, y eventualmente me quedé sin deportes. Y cuando empecé a practicar clavados, tenía muchas desventajas, una de ellas era que tenía miedo a las alturas, lo cual probablemente significaba que no debería haber estado haciendo ese deporte en retrospectiva, pero cuando llegaba el momento de intentar un nuevo clavado, estaba aterrorizado. Me quedaba al final del trampolín temblando. Tenía miedo de terminar haciendo un panzazo o un espaldazo. Me preocupaba confundirme con el aire, y después de varios intentos reunía el valor y lo hacía”, dijo el experto organizacional.

Adam Grant, psicólogo organizacional
Adam Grant, psicólogo organizacional | Foto: Pantallazo video podcast Tres Respuestas

En medio de la conversación, Grant entregó detalles de cuál fue ese preciso instante que le generó importantes cambios en el deporte y en su vida profesional.

“Un día se suponía que debía hacer un giro completo de dos y medio, que son dos volteretas, en un giro de 360 grados y luego un clavado en el agua. Y simplemente no podía lanzarme y estuve en la tabla temblando durante 45 minutos y finalmente, mi entrenador, Eric Best, me miró y dijo, ¿vas a hacer este clavado algún día? Y yo estaba como ¿algún día?, sí, algún día me gustaría hacer este clavado y él dijo genial, ¿Qué estás esperando? Y de repente empecé a sentir que estaba listo antes de dar el salto, pero la única manera de estar listo era dar el salto, y creo que esa experiencia me enseñó que tenía la relación, la confianza y la acción al revés, pensaba que necesitaba encontrar la confianza antes de actuar”.

El experto puntualizó que para ese momento, “en realidad, fue a través de actuar que pude construir mi confianza, y eso se convirtió en una fuente de motivación importante para mí. Mucho del clavado era realmente tratar de motivarme a mí mismo, y luego, cuando me convertí en mentor, traté de averiguar cómo motivar a los demás, y cuando entré en el mundo laboral, vi los mismos desafíos exactos. Vi a los líderes luchando por motivar a sus empleados y vi a empleados por motivarse a sí mismos”.

Adam Grant explicó cuáles fueron los primeros desafíos con los que se encontró en la psicología organizacional: “pensé que era una especie de tragedia que la mayoría de nosotros pasemos la mayor parte de nuestras horas despiertos en el trabajo, pero muy pocos de nosotros encontramos ese tiempo significativo y satisfactorio y quería intentar cambiar eso”.

En la conversación con el expresidente Iván Duque, el psicólogo detalló hoy en día cuál es su misión, su objetivo, en la psicología organizacional: “Al principio mi misión era intentar que el trabajo fuera emocionante y estimulante para las personas. La respuesta fue que eso es demasiado difícil, el estándar es demasiado alto. Así que mi misión ahorita es mucho más simple: hacer que el trabajo no sea una porquería, y creo que si pudiéramos lograr eso, tendríamos una sociedad mucho más saludable y feliz”.

“La gran pregunta es cómo hacerlo y he pasado parte de mi tiempo viendo cómo rediseñar los trabajos para que las personas puedan ver el impacto que tienen en los demás. He pasado parte de mi tiempo tratando de romper culturas tóxicas y asegurarme de que las personas sean tratadas con más respeto por sus líderes y gerentes. Y cada vez más estoy tratando de averiguar qué más podemos hacer para cambiar el comportamiento de los líderes, para que mejoren la vida de las personas en lugar de socavarlas”, agregó.

En otro aparte de la conversación con Duque, Adam Grant habló de uno de sus principales libros: ‘Dar y recibir’, y explicó cuál de los perfiles es el que más se debe ajustar en una organización para que tenga éxito.

Iván Duque, expresidente de Colombia
Iván Duque, expresidente de Colombia | Foto: Pantallazo video podcast Tres Respuestas

“Lo que he encontrado en todas las industrias, en todos los países, es que la mayoría de las personas tiene un estilo de interacción predeterminado en el trabajo. Entonces los donantes son las personas que constantemente preguntan: ¿Qué puedo hacer por ti? Los que toman, son los opuestos y hacen la pregunta, ¿Qué puedes hacer tú por mí?”.

El experto agregó: “Y muchas personas tienen miedo de ser tan egoístas o tan generosas, así que eligen un tercer estilo llamado igualar, que es, haré algo, pero si tú haces algo por mí”.

De acuerdo con Grant, “al largo plazo, los que dan terminan teniendo los niveles más altos de éxito, porque construyen más capital social, porque aprenden más a través del tiempo que pasan ayudando a otros. Y porque están motivados por un sentido de propósito para contribuir a algo y a alguien más grande que ellos mismos”.

En ese sentido, el psicólogo organizacional subrayó que “con el tiempo, lo que he llegado a comprender es que las organizaciones también tienen culturas. Estas pueden definirse como dar, tomar o igualar. Y por eso debería pensar en lo que significa no solo tener un estilo individual que abrace la generosidad, sino también cómo creamos valores y normas que inclinen a todo el grupo, a una población entera, más en una dirección de ayuda”.