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Expresidente Iván Duque explica por qué la constituyente convocada por Cristo es peligrosa para Colombia: “Buscan reelegir a Petro”
El expresidente Iván Duque le dijo a SEMANA que la constituyente propuesta por el ministro Juan Fernando Cristo “es innecesaria” y somete a Colombia “a una grave crisis institucional” con graves repercusiones en la confianza inversionista.
SEMANA: Usted fue uno de los primeros en advertir su rechazo a la constituyente convocada por el Gobierno Petro, por medio del nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. ¿Por qué se opone?
IVÁN DUQUE: Es claro que la intención de la constituyente es perpetuar al Gobierno y al Pacto Histórico en el poder. Ellos saben que la reelección puede ser reactivada a través de ese mecanismo o un referendo. Quien logró la prohibición de la reelección fue Juan Fernando Cristo y ahora lo vinculan para revivirla. Además, los posibles temas que ha enumerado el Gobierno para discutir en una Constituyente se pueden tramitar en el Congreso. El plan es la perpetuación en el poder y, para ello, traen a un operador de pactos, componendas y trapisondas a que maneje eso en el Legislativo.
SEMANA: El ministro Cristo ha dicho que el trámite de la constituyente se hará cumpliendo la Constitución de 1991, es decir, a través del Congreso.
I.D.: La Constituyente es innecesaria porque las reformas se pueden discutir mediante propuestas en el Senado y la Cámara. Es altamente inconveniente someter al país a una incertidumbre institucional, normativa y constitucional. Con los bajos niveles de inversión y las dificultades que manifiestan tantos sectores, esto sencillamente va a paralizar la economía hasta que se surta todo el proceso. Para el país es muy negativo este debate en momentos en los que la economía creció el año pasado por debajo del 1 por ciento y se vaticina algo similar para este año. Están sometiendo a Colombia a una grave incertidumbre institucional.
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SEMANA: ¿Qué piensa de que el exvicepresidente Germán Vargas Lleras haya dicho que está dispuesto a participar en la constituyente propuesta por el ministro Cristo?
I.D.: Vargas Lleras ha dicho en varias ocasiones que estaría dispuesto a ser candidato a la asamblea constituyente. Respeto que haya personas que quieran aspirar políticamente a eso, pero es que este no es un tema de cálculos personales, ni de patrimonios políticos personales. Lo que está en juego es la institucionalidad del país y mucho más sabiendo que, por los tintes radicales, autoritarios y la agenda del Foro de São Paulo y del Grupo de Puebla, lo que se busca es perpetuar al Gobierno en el poder. En este caso, igualmente, queda en evidencia que hay una alianza con el santismo. Lo que se comenta es que el apoyo que se le está dando en este momento al Gobierno, con la presencia de Juan Fernando Cristo y demás gestores de la administración Santos, es para que Petro apoye a Santos en su candidatura a la Secretaría General de la ONU. El país no puede estar sometido a vanidades y aspiraciones individuales. Ya le costó mucho a Colombia la obstinación por un premio nobel de Paz. Que ahora no termine sacrificándose la institucionalidad por el respaldo a una aspiración personal a un organismo multilateral. Lo que debe prevalecer es el orden institucional, no llevar el país a un peñasco de incertidumbre, y que más bien se ocupen de los problemas que aquejan a los colombianos, la falta de confianza, la inseguridad y el deterioro de todos los indicadores sociales.
SEMANA: Aunque Santos se desmarcó de la constituyente de Petro, ¿cree que en realidad está detrás del plan?
I.D.: Creo que hay un trueque en medio de todo esto. La llegada de Juan Fernando Cristo evidencia un trueque entre el santismo y el petrismo.
SEMANA: Vargas Lleras dice que le apuesta a la constituyente porque, en 2025, Petro podría expedir un ‘decretazo’, con el aval de la Corte Constitucional, y reformar la Constitución por otra vía. ¿Qué opina de ese eventual escenario?
I.D.: El tema no es qué opina Vargas Lleras, sino que el país no necesita una constituyente en este momento. Asimismo, debe quedar claro que una constituyente solamente se puede tramitar de conformidad con los requisitos que establece la Constitución. Pero, aun cumpliendo con dichas exigencias, es inconveniente e innecesaria. La posibilidad de que busquen un mecanismo extraordinario a través de un ‘decretazo’ sería sencillamente un golpe a la institucionalidad que tiene que ser rechazado categóricamente por todos, incluyendo las Fuerzas Militares, el Poder Judicial y la sociedad civil organizada. La nación no puede cohonestar con el deseo de darle un golpe a la Constitución del 91, debilitar las instituciones y tratar de conducir a Colombia a la misma tragedia que han tenido otros países de América Latina, donde el modelo del Grupo de Puebla y el Foro de São Paulo se ha pretendido extender en el tiempo.
SEMANA: ¿Cómo interpreta la postura de algunos expresidentes, como Samper, que ya salió a respaldar la Constituyente de Petro, o el rechazo contundente de Uribe?
I.D.: Uno sabe que hay expresidentes que tienen intereses burocráticos y personales en el Gobierno. Y hay otros que defendemos la institucionalidad, que no estamos buscando ningún tipo de prebenda, ni canonjía, ni tratamiento preferencial, ni apoyo, ni ayuda en ningún trámite personal. Por eso, la postura nuestra es de rechazo total y absoluto a esa propuesta de constituyente.
SEMANA: ¿Cristo puede tener éxito en el Congreso y lograr el apoyo de los partidos?
I.D.: No la va a tener fácil porque tiene un enorme rechazo en muchos sectores liberales, y está claro que la llegada de él tiene como objetivo tomarse el poder del Partido Liberal y prácticamente darle un golpe al expresidente César Gaviria. Esa puja no la va a tener fácil. Adicionalmente, creo que hay otros sectores que han sabido identificar a Cristo como un símbolo del clientelismo y la politiquería, y lo traen es para buscar negociaciones dadivosas en el Congreso.
SEMANA: ¿La intención de Petro es reelegirse automáticamente en el poder en 2026?
I.D.: Esa es la intención última. Si el país no necesita una constituyente para tramitar los temas que se están planteando, y si se pueden discutir en el Congreso, ¿para qué una constituyente? Pues saben que ese es el mecanismo para revivir la reelección, y por esa vía que ellos se queden en el poder.
SEMANA: Pero, en las calles, la gente no está de acuerdo con una constituyente, y Petro no tiene el respaldo popular, según lo que muestran las encuestas.
I.D.: La gente está cansada de la inseguridad y está agotada de todos los escándalos. Está cansada del deterioro económico, de la incertidumbre, del grado de crisis institucional en el que está Colombia. La idea de una constituyente tiene un inmenso rechazo ciudadano. Por eso creo que, inclusive, si eso lo llegaran a someter a los procedimientos constitucionales, y como se contempla un referendo, lo perdería el Gobierno. ¿Para qué someter el país a esa incertidumbre? Si quieren hacer consensos en torno a los temas que le importan a Colombia, que lo hagan en el seno del Congreso.
SEMANA: La discusión de moda a partir de ahora será sobre la constituyente. ¿Qué tanto daño le hace eso a la confianza inversionista?
I.D.: Muchísimo. Erosiona la inversión, genera incertidumbre, debilita la percepción del país. Lo más grave es que, sencillamente, pone a Colombia como uno de los lugares con más riesgos para invertir en América Latina, en vez de ser un polo de atracción de inversión.