entrevista
El ministro del Interior pone la cara por las polémicas reformas del Gobierno Petro: responde por la ‘mermelada’ y dice que espera tener dos de las iniciativas aprobadas en diciembre
En diálogo con SEMANA, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, hizo los cálculos de cuántos senadores y representantes respaldarían las reformas del Gobierno.
SEMANA: ¿Qué porcentaje de la reforma a la salud está aprobada en la Cámara?
LUIS FERNANDO VELASCO: Vamos en la mitad de los artículos; la comisión creada por la Cámara de Representantes con participación de todos los partidos que tienen asiento hizo una tarea bien interesante y terminó entregándonos una serie de consensos casi que unánimes; quedaron algunos partidos de oposición sin acompañar ese consenso, pero ayudó muchísimo a ese avance.
SEMANA: Vienen los artículos más complejos, ¿qué tanto está dispuesto a ceder el Gobierno?
L.V.: Tenemos que ser respetuosos con el Congreso, ni más faltaba que le dijéramos al Legislativo que no puede debatir, pero es evidente que la reforma, para que sea realmente reforma, tiene que tener unos cambios. Hay gente que les apuesta a unos cambios cosméticos, que movamos unas comas y hagamos unas modificaciones para que nada cambie. Esa no es la filosofía del Gobierno.
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SEMANA: ¿Cree que la reforma alcanzará a estar aprobada en segundo debate en la Cámara antes de elecciones?
L.V.: La reforma se ha venido votando mínimo con cerca de 100 votos, lo que genera una mayoría importante en el Congreso. Hay partidos que, aunque no votan la reforma, la han debatido, han presentado observaciones y han participado, cada vez que hay una votación aparecen 120, 130 votos, lo que nos da la tranquilidad de saber que hay la decisión de debatir y votar la reforma. No quiero casarme con fechas, pero lo que sí quiero decirle es que una reforma, que para muchos estaba muerta, con un ministro que los periodistas le han declarado su vida útil hasta hace unos meses, pues ahí va, está saliendo la reforma y el ministro la está defendiendo en la plenaria.
SEMANA: ¿Pero en diciembre estará aprobada?
L.V.: Esa es una meta a la que intentaremos llegar; somos respetuosos de los tiempos de la Cámara y el Senado, pero si logramos entregar esta reforma en noviembre en la Comisión Séptima del Senado, al menos, lograremos sacarla de esa comisión (...). Haremos el esfuerzo por dejarla totalmente aprobada o muy avanzada en la plenaria este mismo año.
SEMANA: A la reforma a la salud le faltan los artículos más complejos. ¿Cómo mantendrá el quórum?
L.V.: Analice la votación: la positiva por la reforma ha contado con una mayoría suficiente que me lleva a pensar que tenemos el quórum. Creo que en el marco de mantener este debate, partidos que tienen alguna diferencia con la reforma se expresarán y al votar ‘no’ nos asegurarán también el quórum en momentos de dificultad. Es obvio que un instrumento que usa la oposición –no voy a criticarlos porque yo lo hice cuando fui oposición– es no hacer quórum. Por eso, el Gobierno tiene que tener un quórum suficiente para que quienes acompañen la reforma no nos dejen levantar sesiones por la asistencia.
SEMANA: ¿Hoy cuántos representantes y senadores tiene el Gobierno a su favor?
L.V.: Suena un poco grosero decir que estos representantes son del Gobierno, pero daré una cifra. Cuando se pidió que se aplazara la votación de la reforma a la salud, 125 representantes a la Cámara votaron contra esa opción, un número muy amplio de congresistas que creen que debe hacerse una reforma a la salud en Colombia. En el Senado también creemos que un buen número de senadores, mucho más de la mitad más uno, estiman que hay que hacer una reforma.
SEMANA: ¿Por qué el MinHacienda no presenta el aval fiscal de la reforma a la salud?
L.V.: Porque el MinHacienda presentó unos primeros cálculos cuando se presentó la reforma a la salud inicialmente y está esperando, por lo menos lo que he hablado con él, los elementos centrales que defina el Congreso en los próximos días para saber exactamente hacia dónde tenemos que enfocar los cálculos, de acuerdo con decisiones congresionales. No son los mismos costos si la atención primaria llega hasta cierto punto o avanza un poco más. El MinHacienda, prudentemente, le está haciendo seguimiento al debate de la reforma, y me dicen que en los próximos días entenderían cuáles son los elementos estructurales que tendrían que acogerse para entregar un aval fiscal mucho más cercano a lo que será la reforma a la salud.
SEMANA: ¿Usted siente que le está ganando el pulso a César Gaviria? Al menos, más de la mitad de congresistas del Partido Liberal le votaron la reforma.
L.V.: No es mi norte, ese tema no me desvela. Respeto al señor expresidente, entiendo que el creador de la Ley 100 debe sentir que tiene que salir a defender su obra, es respetable. Lo que es claro es que en momentos de dificultad hemos contado con el Partido Liberal. Por ejemplo: cuando empezamos la votación a la reforma no fue la mitad, perdóneme, el señor director del partido (César Gaviria), citó a una bancada, y de los 33 representantes, creo, le asistieron 3 o 4. Los demás se quedaron fieles a sus deberes debatiendo su reforma.
SEMANA: ¿El Gobierno abrió el pote de mermelada para los partidos políticos?
L.V.: Si esto fuera un proceso transaccional muy seguramente no hubiésemos tenido las dificultades que hemos sorteado para que poco a poco se vaya perfeccionando esa reforma a la salud. Lo invito a que llame a los congresistas de la oposición y les pregunte si alguna vez los hemos llamado a ofrecerles algo para que voten nuestras reformas. Somos profundamente respetuosos. Ahora, no me digan que los partidos de gobierno e independientes que acompañan a la administración no pueden ver a personas que coincidan con sus ideas en las posiciones de liderazgo dentro del Gobierno. Eso sucede en la democracia colombiana y en todas las del mundo.
SEMANA: ¿Qué representación política tienen hoy los liberales y La U?
L.V.: Sí, hay personas que mantienen su origen en el Partido Liberal, en La U, que nos han venido acompañando desde el Gobierno. Yo me he considerado toda la vida un liberal progresista y siento que mi presencia en el gabinete representa a muchos liberales progresistas.
SEMANA: ¿Pero la participación política en el Gobierno busca el trámite de las reformas?
L.V.: No ha sido un ejercicio transaccional, no es un ejercicio de venga usted me vota y tome yo le doy. No. Es la conformación de un gobierno pluralista.
SEMANA: ¿Cómo es la relación hoy del Gobierno y el Partido Conservador, incluso, con Efraín Cepeda, su director?
L.V.: El Partido Conservador es mucho más que una persona. Esa colectividad tiene historia en este país, unas bancadas en Cámara y Senado y hablamos continuamente con esta casa política. Somos respetuosos frente a decisiones que ellos han tomado y continuamente insistimos en que sigamos debatiendo sus observaciones frente a las reformas sociales.
SEMANA: ¿La U está más cercana al Gobierno?
L.V.: La U nos ha acompañado. Los hechos en política son tozudos y se revisan en cómo votan en la plenaria. Y cuando uno revisa los quorum y las votaciones, por ahora, en la plenaria de la Cámara y la Comisión Séptima del Senado, uno ve que La U ha aportado en la construcción de estas reformas.
SEMANA: Se lo pregunto porque Dilian Francisca Toro le ha lanzado críticas a Petro como candidata a la Gobernación del Valle.
L.V.: Dilian es la candidata de La U y otra coalición a la Gobernación del Valle, ya no es la directora del partido, hay seis codirectores con los cuales nosotros hablamos. Respetamos el liderazgo regional de Dilian Francisca Toro, pero en temas de Congreso hablamos con los líderes nacionales.
SEMANA: La reforma laboral parece quedada en el Congreso…
L.V.: La laboral es del corazón del Gobierno; la ministra Gloria Inés Ramírez está haciendo un esfuerzo grande por lograr el mayor grado de concertación en el Congreso (...) Yo sé que hay toreros muy valientes, pero soy de los que creen que es mucho más prudente no meterse a una plaza con 4, 5 toros bravos; vamos sacando uno por uno.
SEMANA: Es decir, ¿aprueba salud y sigue con laboral?
L.V.: Salud y pensional van avanzando, la laboral se está trabajando. Una reforma no solo es cuándo se vota sino cuándo se concerta. Que no esté en el orden del día no significa que no se esté trabajando.
SEMANA: ¿En diciembre estarán listas las reformas laboral, pensional y a la salud?
L.V.: Yo creería que algunas de estas reformas van a ser ley de la República y las otras estarán a punto de serlo. Tenemos una legislatura; yo aspiraría a que no tengamos que esperar hasta julio del año entrante.
SEMANA: Es decir…
L.V.: Tenemos la posibilidad legal de votarla hasta julio, pero aspiraría a que tengamos esas reformas mucho antes. Incluso, creo que podemos hacer el esfuerzo de sacar una o dos reformas este mismo año, las que van más avanzadas. No le envío al Congreso ultimátum ni fechas muertas.
SEMANA: Siempre ha estado en la baraja de los ministros que saldrán del cargo.
L.V.: Los ministros somos funcionarios de un día. No tengo ninguna dificultad, entre otras, porque más del 95 por ciento de mi vida pública he sido un servidor público electo popularmente por periodo, de manera que a mí no me trasnocha estar o no estar, me trasnocha que si estoy como ministro pueda servir a un proyecto político en el que creo.
SEMANA: Cada vez que la prensa lo saca del cargo, ¿qué le dice Petro?
L.V.: Muchas veces nos reímos de las fuentes que algunos periodistas dicen tener. Yo no sé qué estará pensando el señor periodista que puso un trino diciendo que el jueves de la semana pasada yo ya no sería ministro.
SEMANA: Alejandro Gaviria dice que estamos en la peor de las crisis de la salud en 30 años y que la reforma es un Frankenstein...
L.V.: Es un acto de constricción del doctor Gaviria que yo valoro, porque un hombre que fue ministro de salud ocho años entiende que cuando llega la crisis a un sector es porque se incubó en muchos años. Reconozco el valor civil del exministro para reconocer que en sus ocho años se fue incubando esas crisis que él cree que hoy tenemos.
SEMANA: ¿Por qué desaparece tanto Gustavo Petro?
L.V.: Porque es un hombre que cuando se mete en un tema es a profundidad, he llegado a reuniones con él pactadas para una hora y terminamos teniendo encuentros de 3 y 4 horas porque él no quiere simplemente que le cuenten, quiere conocer argumentos y tomar decisiones. Entonces, eso genera problemas de agenda que nadie va a desconocer.