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El Museo de la Memoria en Bogotá es un ‘elefante blanco’: estos son los graves problemas de una obra que está abandonada en el centro de la ciudad
El Museo de la Memoria en Bogotá permanece abandonado. Los retrasos fueron evidentes desde un principio. El contratista incumplió y, pese a ello, demandó al Estado.
Totalmente encerrado con lonas y tejas de zinc, abandonado, lleno de escombros y con aguas encharcadas, así permanece hoy el Museo Nacional de Memoria, ubicado en Bogotá. El proyecto debió entregarse en octubre de 2022, pero hoy, 9 meses después, no solo hay retrasos en la obra, sino también posibles fallas estructurales y hasta un lío jurídico que ha impedido la liquidación del contrato y la firma de uno nuevo para culminar con lo planeado.
En septiembre de 2020 la obra le fue adjudicada a Obrascon Huarte Lain S.A. (OHLA), por 64.281 millones de pesos. Dicho contrato se firmó a través de un patrimonio autónomo administrado por Scotiabank Colpatria. En ese orden de ideas, el contrato del museo se rige por el derecho privado, lo cual no permite la terminación unilateral o la caducidad.
El plazo para entregar el museo venció el pasado 14 de octubre, pero para ese día, OHLA tan solo logró un avance del 78,26 por ciento.
SEMANA logró tener acceso a cada uno de los informes mensuales de ejecución de la obra y en ellos se puede constatar que desde hace varios meses se empezó a advertir sobre los atrasos.
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En julio de 2021 ya había un retraso leve del 1,3 por ciento. Para enero de 2022 ya era del 3,1 por ciento y en julio de 2022, era del 24,9 por ciento o de 72 días. Por estos incumplimientos, la Agencia Nacional Inmobiliaria (ANIM), encargada de la obra, impuso a OHLA dos multas por 3.214 millones de pesos.
Como si fuera poco, a principios de este año se conoció un revelador informe entregado por Ana María Trujillo, quien fue la directora encargada del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en el cual advertía que la edificación presenta graves fallas estructurales dado que el concreto instalado no cumple con las características de calidad. No obstante, frente a este tema, la ANIM advierte que no es cierto e indica que no está en riesgo la integridad de los futuros ocupantes o de la ciudadanía.
Pese a esto, el abandono y posible deterioro es evidente. “Es inaudito que el Museo de la Memoria de Colombia sea hoy la crónica de un elefante blanco anunciado porque desde su planeación se presentaron irregularidades, como por ejemplo, adjudicarle este contrato a OHLA, con un prontuario de corrupción, además no se hizo una licitación pública y desde abril de 2021 ya se conocían de los retrasos y hoy la obra principal está abandonada”, afirmó el concejal de la Aliana Verde, Julián Rodríguez Sastoque.
Antecedentes
El incumplimiento de OHLA con el Museo de la Memoria no es el primero en su historial. Este contratista también fue el encargado de la construcción del Aeropuerto del Café en Caldas, pero en julio de 2022, el Gobierno nacional ordenó la liquidación del contrato en medio de versiones por presuntos hechos de corrupción.
Además, OHLA, que es una compañía española, también fue sancionada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de España por 21,5 millones de euros. Descubrieron que durante 25 años alteraron el proceso competitivo en las licitaciones de construcción de ese país y cartelizaron el negocio junto con otras cinco compañías.
“Es una multinacional con un prontuario de corrupción en España, en México e incluso en Colombia”, puntualizó Rodríguez Sastoque.
SEMANA se contactó con OHLA para conocer su versión de por qué no completó la construcción del Museo de la Memoria, pero no quiso pronunciarse al respecto.
El futuro del museo
En estos momentos, el contrato entre la ANIM y OHLA se encuentra en fase de liquidación, pero no se ha podido completar el proceso. De forma paralela, se está adelantando las gestiones precontractuales para contratar las labores de finalización del proyecto y se espera que el Museo de la Memoria sea terminado en julio de 2024, sin embargo, las fechas pueden variar.
Ahora, pese a incumplir con el contrato y no entregar el museo terminado, OHLA demandó ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca a la ANIM con pretensiones económicas que ascienden a los 22.995 millones de pesos.
Mientras todo esto ocurre, el Museo de la Memoria sigue abandonado.