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Aquí está la reforma a la salud que radicará el Partido Liberal como ley estatutaria: estos son los detalles de la apuesta del expresidente César Gaviria
SEMANA conoció que el Partido Liberal dará un fuerte golpe en la mesa con un proyecto de ley estatutaria de reforma a la salud que se radicará en los próximos días. Será revisado con otros partidos la próxima semana, con la posibilidad de que se conforme una coalición entre tradicionales.
El Partido Liberal, cansado de no ser escuchado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, dará la sorpresa con la radicación de un proyecto de ley estatutaria para reformar la salud. SEMANA conoció el articulado de la iniciativa, que se radicará en los próximos días, y que promete reunir a los partidos tradicionales en una coalición que tendrá como objetivo tomar las mejores decisiones para el país.
Desde que se conoció el articulado de la reforma a la salud del Gobierno, el expresidente César Gaviria ha dado a conocer sus líneas rojas frente al proyecto. Específicamente, en torno al modelo de aseguramiento completamente estatal, el alto riesgo financiero y la creación de burocracia que provocaría ineficiencia y corrupción.
A pesar de las múltiples reuniones, mesas de trabajo y acercamientos, el Gobierno decidió no hacerle caso al grueso de las peticiones y la coalición implosionó. Desde ahí, el Partido Liberal, con pocas excepciones, ha sido firme en su postura de no respaldar la iniciativa.
Por los fuertes choques con el Gobierno nacional y la falta de acuerdo, desde abril se venía evaluando la posibilidad de presentar su propio proyecto. Distanciados del presidente y con la certeza de que no cambiará un ápice de su texto, el Partido Liberal elaboró una reforma técnica, moderada y que busca resolver de manera puntual los problemas en un sistema que no debe ser destruido.
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La construcción del proyecto, liderada por el expresidente César Gaviria y su grupo de asesores, contó con el respaldo de Germán Escobar, exviceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, y académicos del partido. También participaron los congresistas Héctor Chaparro, Hugo Archila y Germán Rozo, de la Comisión Séptima de la Cámara.
“Queremos que le vaya bien al país, no estamos interesados en peleas con Petro. Nos interesa proponer y conciliar una agenda legislativa de reformas sociales que se necesitan de manera urgente. El Partido Liberal no está interesado en reyertas y políticas al menudeo, sino en proponer una agenda legislativa que traiga beneficios a los colombianos. No vamos a permitir que se arrase con lo construido durante los últimos 30 años”, le dijo el expresidente Gaviria a SEMANA.
En primer lugar, el proyecto será de carácter estatutario porque modifica la materialización del derecho fundamental a la salud. Para Gaviria, el proyecto del Gobierno, al tramitarse como ley ordinaria, incurre en vicios de trámite que podrían tumbarlo ante la Corte Constitucional.
Otro eje importante es que la iniciativa del liberalismo busca que las transformaciones sean “quirúrgicas” al solucionar problemas históricos sin destruir lo que se ha construido a lo largo de los años.
En el articulado, conocido por SEMANA, se plantea un modelo de atención en salud con el Estado como garante de las operaciones. Este deberá articular los agentes del sistema en Redes Integrales e Integradas de Atención en Salud (Riis).
El principal objetivo sería identificar Determinantes Sociales de la Salud (DSS) con enfoque diferencial, que tendrán en cuenta lo cultural, lo socioeconómico, lo étnico, lo de género y los derechos, entre otras variables. Además, podrán aplicar estrategias según la población de riesgo, pacientes con cáncer y enfermedades raras.
Esta iniciativa incluye un componente diferencial para zonas rurales o dispersas y atención primaria en salud con enfoque preventivo y predictivo. Estos elementos se implementarían garantizando relaciones funcionales entre todos los agentes del sistema. Además, buscará la conformación de un Consejo Nacional de Salud que contará con la participación de los distintos actores, incluidos pacientes y usuarios, con el fin de analizar la política pública y su desempeño.
¿Qué pasa con las EPS?
La principal discordia entre el Gobierno y los liberales es el aseguramiento en salud. El proyecto mantiene las EPS, dado que asegura que estas funciones pueden ser operadas por actores de naturaleza pública, privada o mixta. “Siempre bajo la rectoría y supervisión del Estado”, dice el artículo.
En la reforma del liberalismo, las EPS continuarán siendo “las principales responsables de la gestión técnica de los riesgos de salud de las personas y las comunidades, la representación del usuario y corresponsables de la gestión del riesgo financiero en salud de las personas”.
También adquirirán servicios y tecnologías en salud según las necesidades de los usuarios y darán “la primera autorización para el giro de los recursos a los prestadores de servicios de salud”, lo que dista mucho de la visión del Gobierno.
Atendiendo el problema de cobertura, el texto indica que en zonas donde no se pueda garantizar el acceso a la salud de esta forma, el Estado podrá asumir directamente esta gestión “bajo los mismos estándares de calidad y oportunidad que el resto del país”.
En otro aparte, los liberales reiteran su compromiso con la libre elección para los usuarios, quienes podrán escoger a qué EPS afiliarse. “Podrán elegir al profesional de la salud para atenciones en salud que requieran con necesidad, según la reglamentación del Ministerio de Salud y Protección Social”, se lee en el documento.
El partido del expresidente Gaviria retoma la idea del Gobierno de crear Centros de Atención Primaria (Caps) y las EPS deberán adscribir a sus usuarios a uno cercano a su lugar de residencia o trabajo, donde se les asignaría un médico con enfoque familiar y comunitario.
Tal como lo ha solicitado el partido, en el proyecto se pone fin a la integración vertical, que prohíbe que las EPS controlen otros eslabones de la cadena en el servicio de salud. La medida exceptúa aquellas situaciones y territorios en los que el derecho fundamental dependa de este tipo de figuras.
Otro freno que tendrán las EPS en el proyecto es que las Direcciones Departamentales y Distritales de Salud identificarán las necesidades territoriales de los usuarios y no responderán a “las fuerzas puras de mercado que distorsionan la disposición de los prestadores de salud en detrimento de los usuarios”.
“Este articulado establece mecanismos para que el Estado pueda ejercer su gobernanza efectiva sobre las EPS, monitorizando la gestión del riesgo sobre los pacientes e interviniendo oportunamente para solucionar los problemas de salud de las personas cuando las aseguradoras no lo estén garantizando”, destaca el expresidente Gaviria.
A su vez, la reforma contiene un programa de fortalecimiento del sistema hospitalario, pago digno, justo y oportuno para los trabajadores, y la creación de un Instituto Nacional de Desarrollo y Producción de Tecnologías en Salud, que investigará y desarrollará tecnologías para la soberanía sanitaria del país, enfocada en la producción de vacunas y medicamentos genéricos.
Se busca coalición
La próxima semana se socializará la reforma con los líderes de otros partidos políticos en busca de apoyos para que avance el trámite. Lo cierto es que el Partido Liberal cada vez está más cerca de la independencia que del presidente Gustavo Petro.
SEMANA conoció que el expresidente César Gaviria buscaría crear una coalición con los partidos Conservador, Cambio Radical, La U y Centro Democrático. El objetivo que busca el líder del liberalismo, más que hacer oposición, es plantear una agenda reformista que logre resolver los problemas de los colombianos.
“La agenda legislativa liberal se dedicará a resolver los grandes problemas de los colombianos, que reclaman soluciones, no guerras, pero sí políticas del Gobierno con los partidos. Es un Gobierno que genera más dudas que certezas”, manifestó una fuente cercana al expresidente, en conversación con SEMANA.
La contrarreforma promete ser un golpe duro para Gustavo Petro, cuya reforma no convence y se estanca en su segundo debate en la Cámara de Representantes. Los partidos tradicionales, que en buena parte apoyaron los primeros meses del presidente, ponen a tambalear la agenda programática de un mandatario intransigente.