POLÍTICA
El precandidato presidencial del Centro Democrático que habla con los perros, tiene 104 peludos: “Es vital conversar con los animales”
En diálogo con SEMANA, el senador Andrés Guerra, quien jugó en Atlético Nacional, dijo que Álvaro Uribe empieza a recuperar el dulce político ante los colombianos y que será clave en las elecciones del 2026.
SEMANA: ¿Por qué decide lanzarse a la Presidencia?
ANDRÉS GUERRA: Soy un hombre de centroderecha, vengo de una región que tiene más de siete millones de habitantes, 125 municipios, creo que hacen falta liderazgos regionales en lo nacional y a mis 51 años, luego de haber hecho dos procesos a la Gobernación de Antioquia con más de 600.000 votos y en el 2022 llegar al Senado con la cuarta votación del Centro Democrático a nivel nacional, me parece que estoy en un momento adecuado, de madurez, de tranquilidad y puedo ser muy útil.
SEMANA: ¿Qué le dijo Álvaro Uribe cuando usted le informó que quería ser precandidato?
A.G.: Tengo que confesar que Álvaro Uribe ha sido un hombre supremamente querido, cariñoso, un padre para mí en la política. Ya llevamos 25 años caminando juntos, me acompañó en los dos procesos a la gobernación. Solo tengo gratitud con los antioqueños, con los paisanos y Álvaro Uribe por darme la confianza. Es que me tocó enfrentar a dos generales de la política a la Gobernación: Luis Pérez en 2015 y Aníbal Gaviria en 2019. Cuando le planteé a Álvaro Uribe que quería recorrer Colombia con él y los 32 departamentos, me dijo: Andrés, adelante. Eso fue en febrero y las cosas se han ido dando.
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SEMANA: ¿Irá hasta el final o la precandidatura es un trampolín para llegar al Senado?
A.G.: El que conoce a Andrés Guerra sabe que sé competir, quien me conoce sabe que tengo un rigor. Esa misma pregunta me la hacían cuando fui candidato a la Gobernación de Antioquia en 2015 y me preguntaban si buscaba llegar a la Asamblea. Soy un hombre que jugué en el Atlético Nacional ocho años, que hago maratones de 42 kilómetros, que llevo el deporte como hábito de vida y tengo muy claro lo que es competir. Pasé la meta en 2015, en 2019 ocurrió el mismo ejercicio. La gente me preguntaba si iría hasta el final enfrentando a Aníbal Gaviria, imagínese. Saqué casi 700.000 votos, por poco ganamos la Gobernación. Yo le cuento, no iba al Congreso, pero Álvaro Uribe me hizo una llamada telefónica, yo estaba en la curul de oposición en la Asamblea de Antioquia, y recibí su invitación a las listas del Congreso. El general manda y ahí estuve. Voy a llegar hasta el final. No tengo ninguna intención de estar pensando en un proceso diferente a la Presidencia.
SEMANA: ¿Cómo cree que el Centro Democrático debería escoger al candidato único?
A.G.: Fui cuatro años director del Centro Democrático en Antioquia, gerente de la campaña de Iván Duque en ese departamento. Por mi experiencia siento que el partido debe realizar una encuesta con una empresa seria. Me parece que cuando se hacen consultas, las casas políticas se laceran, se desgarran profundamente y no es fácil unificarlas después.
SEMANA: ¿Cómo competirle a una María Fernanda Cabal, que ya fue precandidata presidencial hace tres años?
A.G.: Trabajando, con amor, cariño, con tarima, con cercanía a la gente. Si observa entre los cinco precandidatos que hay cuál ha sacado más votación en elecciones, se lleva una sorpresa: Andrés Guerra con más de 670.000 votos.
SEMANA: ¿Álvaro Uribe sumará en el 2026, según sus cálculos políticos?
A.G.: Siempre ha sumado Álvaro Uribe, es el dueño del aviso, para nosotros es el técnico, el hombre que hace la lectura más rápida de todos nosotros para saber qué viene, siempre nos habla qué pasará en presente y futuro. Pero tengo algo claro: el partido no gana solo, esto es una sumatoria de alianzas del centro y de la derecha para poder derrotar al candidato de Petro en el 2026.
SEMANA: ¿No cree que Uribe tiene un desgaste político tras las investigaciones en su contra?
A.G.: Claro que nos duele. Una de las estrategias de la comunicación política de la izquierda es mantener a Álvaro Uribe en ese proceso jurídico. Y, claro, si observa cada vez que se acerca una elección local, regional o nacional, vuelve a aparecer el escenario jurídico de Uribe. Eso es estratégico, pero más que el desgaste, Uribe empieza a recuperar el dulce de lo político ante los colombianos que tienen claridad que ha sido el mejor presidente de Colombia en los últimos 100 años.
SEMANA: ¿Cree que la izquierda puede tener una opción en el 2026?
A.G.: La tiene. Quien crea que Gustavo Petro y la izquierda no tienen una opción en el 2026, tienen que revaluar lo que saben de política. Tendrán la posibilidad con el poder que tienen, con los recursos que tendrán el 2025 y el año de las elecciones. Además, tienen un 30 por ciento con el que navegan hoy. Tienen posibilidades de acercarse al centro.
SEMANA: ¿Le ve opción a Francia Márquez?
A.G.: Es una mujer que no ha mostrado la condición. Cuando era candidata a la presidencia mostró profundidad en el lenguaje de la izquierda, pero le ha faltado ser más visible como vicepresidenta. Veo que a Gustavo Petro no le ha interesado la visibilidad de la vicepresidenta. Le quedará muy difícil a Francia Márquez, eventualmente, sustentar su paso de la vicepresidencia a la presidencia.
SEMANA: ¿Y Gustavo Bolívar?
A.G.: Desgastado, agotado, en lo electoral no le fue bien en Bogotá. Sufre en el gobierno Petro.
SEMANA: ¿Daniel Quintero?
A.G.: Nefasto, el peor alcalde que ha tenido Medellín, muy mal administrador.
SEMANA: ¿Quién será el candidato de Gustavo Petro en el 2026?
A.G.: Me parece que Gustavo Petro tiene una conversación larga con Juan Manuel Santos, ellos son aliados. Recuerde que en la segunda vuelta presidencial, Petro le dio la presidencia a Santos en el 2014 y luego, en el 2022, Santos le devuelve el favor. De ellos dos saldrá un candidato presidencial.
SEMANA: ¿Cómo así que usted tiene más de 100 perros?
A.G.: Me los dejaron las dos campañas a la gobernación, ocho años recorriendo Antioquia. Me dolía en el alma ver cómo las calles de Antioquia están llenas de perritos y gaticos y empecé con un perrito y fui recogiéndolos. Logré constituir un parque del buen trato animal y tengo 104 peludos, les doy calidad de vida y amor. Yo los mantengo, se van dos toneladas de comida mensuales y un grupo de trabajo que me acompaña para tener un trabajo en el día y otro en la noche y mantenerlos, especialmente, en la limpieza. Después de ir al Congreso voy a reencontrarme con los animalitos, al menos, una vez a la semana. Es vital poder hablar con 104 perros.
SEMANA: ¿Cómo así que habla?
A.G.: Hablo con ellos, converso, los perros hablan, lo hacen en su lenguaje y son más francos que nosotros, más leales. Y eso lo equilibra a uno emocionalmente. Hablo desde los mensajes, los símbolos, la semiología, un silbido, por ejemplo, es un llamado, cuando se tocan los dedos es otro llamado, cuando se ronronea con la voz se les invita a comer. Los baño cada mes, son 104, tuve que preparar una silla porque me dolía mucho la columna, la espalda y la cadera. Ahora tengo una silla especial. Me tardó tres días bañándolos, empiezo el viernes y termino un domingo al mediodía y todos felices. Los tengo en Medellín y Sucre, son dos parques de buen trato animal.
SEMANA: Además, tuvo problemas de alcohol cuando era joven, ¿cómo logró salir de ahí?
A.G.: Primero, aceptar el problema porque quien toma licor en exceso no acepta que tiene una enfermedad. Después, leer mucha literatura, ir a los grupos especializados y alejarse de los espacios que generan ese ambiente. Mucha voluntad, hacer ejercicios. Hay que buscar el don de la sobriedad.