Entrevista
“El presidente Petro, tal vez, tiene información equivocada”: alcalde Galán descarta evacuación de Bogotá en 2025 por falta de agua
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, le dijo a SEMANA que la información dada por el presidente sobre una evacuación de la capital del país por la fuerte sequía provocó pánico.
SEMANA: ¿Bogotá se quedará sin agua en marzo de 2025, como lo advirtió el presidente Gustavo Petro?
CARLOS FERNANDO GALÁN: No hay ningún sustento en esa afirmación, no hay ningún informe, análisis o predicción técnica que indique que Bogotá se quedará sin agua en marzo de 2025. Tampoco que Chingaza se vaya a quedar sin agua. Vale la pena recordar que Bogotá no solo se surte de Chingaza, se alimenta de tres sistemas: el sur, que es el de El Dorado y viene de la cuenca del Tunjuelo, y que ha surtido el 5 por ciento del agua históricamente en la ciudad. Igualmente, Chingaza, que ha surtido el 70 por ciento, pero este año hemos logrado bajar lo que traemos al 50 por ciento. En enero de 2024, de cada 10 litros de agua que consumía Bogotá, siete venían de Chingaza y ahora vienen cinco. Esto, gracias al avance de la obra de optimización de la planta de Tibitoc, del agregado norte. Lo que hemos hecho es aumentar de 2,5 litros de cada diez que traíamos de allá a 4,5. Es importante tener eso en cuenta, porque el presidente Petro hablaba del embalse que trae el agua a la capital, y son varios, no es solo uno. No hay ningún sustento, eso no va a ocurrir. Eso no significa que no debamos mantener el esfuerzo que estamos haciendo con la restricción para garantizar que tengamos agua. No podemos decir hoy: “Ah, está garantizada el agua, entonces, relajémonos”. No. Está garantizada gracias a las medidas que estamos tomando e implementando.
SEMANA: ¿De dónde sacó Petro esa información? ¿Le informaron mal?
C.G.: No sé. Es cierto que en abril de 2024 tuvimos un nivel históricamente bajo, llegamos al 14 por ciento en el Sistema Chingaza, nunca había estado así desde su construcción. Ahora, en 2025, si bien es posible que tengamos una sequía similar o tal vez mayor a la de 2024, es importante decir que vamos a tener la planta de Tibitoc trayendo mucha más agua que la que trajo este año y nos permitirá que el líquido que tenemos en Chingaza pueda durar más. No sé si el presidente, eventualmente, está replicando la angustia que hubo este año por llegar al nivel más bajo, pero es importante que tenga la información completa para que no se hagan anuncios de esta índole que generan pánico.
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SEMANA: Petro dijo que no descartaba evacuar a los bogotanos con el Ejército.
C.G.: Nada justifica eso, no se va a necesitar al Ejército para sacar a la gente de Bogotá. Ese tipo de informaciones generan angustia y pánico. Tenemos que ser muy responsables y muy serios en el manejo de la información en temas tan delicados como el acceso al agua en una ciudad como Bogotá.
SEMANA: ¿Ya habló con el presidente sobre su afirmación?
C.G.: No he vuelto a hablar con el presidente. Sé que el día en que hubo ese pronunciamiento se citó al comité encargado de recomendarle a Petro si se debía o no declarar un desastre en Bogotá. De manera unánime consideraron que no era necesario declarar el desastre en este momento y que con la declaratoria del fenómeno de El Niño de principios de año se podrían tomar medidas para apoyar a la ciudad.
SEMANA: ¿Qué garantías les puede dar usted a los bogotanos de que no se quedarán sin agua en 2025, tal como pronostica Petro?
C.G.: Les garantizamos que con las medidas que estamos tomando (en términos de racionamiento y optimización del agua en el sistema norte) podremos enfrentar la temporada de bajas lluvias, que, seguramente, viene en los primeros meses de 2025. Tenemos que mantener las medidas. Gracias a lo que hemos hecho y estamos haciendo, podemos afirmar que el nivel de Chingaza no llegará al nivel cero en marzo. No implica que podemos relajarnos, no podemos hacerlo, tenemos que mantener el esfuerzo que llevamos hasta ahora.
SEMANA: ¿Cree que el anuncio de Petro era para atacarlo a usted?
C.G.: No sé cuál sea la intención del presidente, creo que el diálogo que tuvimos recientemente en una reunión fue constructivo, se plantearon alternativas, se analizó cómo podíamos avanzar para enfrentar los primeros meses de 2025. Tal vez el presidente tiene la información equivocada y por eso hizo esa afirmación, pero es importante que los equipos técnicos de su Gobierno le informen de la situación con las proyecciones reales. De esa forma, no se hacen informaciones que generan pánico.
SEMANA: ¿Cuál es la situación actual de los embalses?
C.G.: Tenemos el Sistema Chingaza, que surte actualmente alrededor del 50 por ciento, inclusive un poco menos del sistema total de Bogotá. La proyección que tiene el Acueducto es que, aun sin afluencias, sin que entre agua al sistema, algo muy poco probable, tendríamos por encima del 10 por ciento el nivel en el mes de marzo de 2025. Esta es la situación actual. Aun si no tuviéramos nada de afluencias, reitero, tendríamos el 10 por ciento o más del Sistema Chingaza a finales de marzo.
SEMANA: ¿Hasta cuándo se mantendrá el racionamiento de agua en Bogotá?
C.G.: Eso dependerá de las temporadas de lluvias. Hay dos elementos que definen básicamente cómo estamos en términos de capacidad de abastecimiento. Uno, algo que no depende de nosotros, depende de las lluvias que haya de aquí a diciembre y las que vengan eventualmente en la temporada de lluvias de abril. Analizaremos permanentemente cómo evoluciona el sistema para tomar la decisión de mantener la restricción, reducirla o aumentarla.
SEMANA: ¿Usted sufre porque no llueve?
C.G.: (Risas) Claro que sí, yo quisiera que lloviera, pero estamos actuando de manera responsable para garantizar que haya agua. Yo quisiera que lloviera alrededor de la cuenca donde está ubicada Chingaza, donde queda Chuza, eso para mí sería lo importante. Hemos visto lluvias fuertes en Bogotá, pero no hemos visto algo similar en Chingaza. Si bien en los últimos 15 días ya hubo unos días en los que se registró un aumento del sistema, todavía esa tendencia no es satisfactoria. Esperamos que eso cambie a finales de octubre y en el mes de noviembre.
SEMANA: Bogotá no puede depender exclusivamente de si llueve o no para abastecerse de agua. ¿Hay una solución definitiva a mediano y largo plazo?
C.G.: El Sistema Chingaza depende de las lluvias, así fue pensado. Sin afluencias no habrá agua. Lo que hemos hecho nos permite avanzar más allá de marzo sin problema. Obviamente, si no llueve en un año, tendríamos un problema muy grave, porque es un sistema que fue construido pensando en las afluencias. Ahora, ¿qué estamos haciendo? La solución de mediano y largo plazo es reducir la tendencia que traemos del Sistema Chingaza. Al comienzo de este año traíamos el 70 por ciento del agua que consumimos de Chingaza, lo bajamos al 50 y podemos seguir bajándolo. La meta nuestra es que la optimización de la planta de Tibitoc nos permita traer no 8 metros cúbicos por segundo, como ocurre hoy, sino hasta 10,5 metros cúbicos. Eso nos permitiría una solución para equilibrar y no depender totalmente de Chingaza. También estamos estudiando otras medidas.
SEMANA: ¿Cuáles?
C.G.: Vamos a actualizar estudios que hay sobre aguas subterráneas, no pensando en que sea la solución definitiva, sino parte de la solución. Hay que entender que necesitamos el complemento de diferentes fórmulas para resolver el problema y no una sola. Además de las aguas subterráneas, puede ser la reutilización de aguas, entre ellas las que provienen de la lluvia. En los planes de vivienda de Bogotá que anuncié y que vamos a llegar a 75.000 soluciones tanto en mejoramiento como en subsidio para vivienda nueva, van a incluir herramientas de optimización y reutilización de aguas grises y lluvia. Es parte de la solución. Estamos instalando sistemas urbanos de drenaje sostenibles en 60 puntos de Bogotá, en parques, eso nos ayudará. También la reutilización de agua de la planta de tratamiento, inicialmente en la de Salitre. Vamos a invertir en la cuenca alta del río Bogotá y en todas las cuencas hídricas de la capital con apoyo de Conservación Internacional; estamos trabajando en un proyecto por cerca de 90 millones de dólares de inversión. Vamos a invertir en la restauración de 1.300 hectáreas en los cerros orientales. Todo eso va a tener un impacto en las fuentes hídricas y nos ayudará a la solución de fondo del problema del agua para Bogotá.
SEMANA: Es decir, ¿todas las viviendas que construirá el Distrito en adelante tendrán herramientas de reutilización de agua?
C.G.: Exactamente, es la meta que nos pusimos. Todas las viviendas de interés social y prioritario en las que avancemos a partir de ahora tendrán herramientas que permitan optimizar o reutilizar lluvias o aguas grises.
SEMANA: ¿El Ideam qué dice? ¿Cuándo lloverá fuerte en Bogotá?
C.G.: El cambio climático ha llevado a que sea más impredecible el tiempo. Recuerde que el Ministerio de Ambiente nos informó en mayo que nos preparáramos porque venía el fenómeno de La Niña en julio, y no llegó en ese mes, tampoco en agosto, menos en septiembre y no ha llegado en octubre. Es impredecible, por eso tenemos que trabajar en otras herramientas.
SEMANA: ¿Ha rezado para que llueva? Hay que pegarse a todo...
C.G.: Sí, toca pegarnos a todo. Pero la clave es tomar decisiones con criterio técnico. El Acueducto de Bogotá tiene unos equipos que no son de este Gobierno, son institucionales, técnicos, de vieja data, son muy serios. Y con base en esa información técnica es que hay que tomar las decisiones.