“El presidente tiene toda la razón”: Iván Cepeda explica cuál es el “enemigo interno” del Gobierno

El miércoles, el presidente Gustavo Petro estuvo de visita en el municipio de Caldono (Cauca) para la clausura de la minga política y cultural. Un fragmento del discurso del mandatario causó polémica por asegurar que existe un “enemigo interno” en el Gobierno.

Para muchos, el presidente Petro podría haber estado hablando sobre el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Sin embargo, el mandatario salió a aclarar que se trata de un “acumulado de normas y pasos”, no de un funcionario en específico.

“El enemigo interno es el acumulado de normas y pasos hechos en la administración nacional durante décadas para defender intereses particulares poderosos e impedir los cambios en favor de la gente”, aclaró el presidente en Twitter.

Frente a eso, el senador Iván Cepeda, cercano al mandatario y uno de los constructores de la ‘paz total’, explicó cómo funciona este “enemigo interno” que no permite que se lleven a cabo los cambios.

“El presidente Gustavo Petro tiene toda la razón: nuestro ‘enemigo interno’ es el fetichismo legal, el culto a los aparatos burocráticos, el formalismo paralizante. Debemos liberar la imaginación política de esas taras, ejecutar los cambios, no anclarnos en procedimientos eternos”, dijo el senador en Twitter.

En el Cauca, el mandatario habló sobre las “historias de la dominación social y de las élites”.

“No es sino recorrer los consulados, las embajadas. Allí donde enviamos a Leonor [Zalabata], en las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Indígena ella, arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta. Nuestra representante, no solo indígena, sino de la nación colombiana ante todos los pueblos del mundo. Habría que mirar quiénes son los que viven en la casa oficial, quiénes son los funcionarios y funcionarias que la acompañan. Encontraríamos que una cosa es la embajadora y otra el resto”, dijo el presidente en Caloto.

“No solo es así en el consulado de Washington, así es en cada oficina pública de Colombia. Por eso, el principal rival del Estado, del Gobierno, está en su interior”, señaló.

Y agregó: “Entonces proponemos la reforma agraria y alguien dice no, no se pueden comprar las tierras, y entonces entre la discusión pasan dos meses, cuatro meses, ocho meses, un año, y se nos fue el tiempo”.

Poco después de que comenzara la polémica por lo dicho en el Cauca, el presidente Petro salió a aclarar que no se refería a un funcionario, sino a la estructura misma. Esto descarta una posible mala relación entre el mandatario y el ministro Ocampo, quien se ha desmentido varios anuncios del Gobierno por su inconveniencia económica.

Ocampo, el ministro ‘bombero’

En los últimos días, el ministro Ocampo ha tenido que sacar la cara por las salidas en falso del presidente Gustavo Petro en Twitter. El mandatario aseguró que el alza de la tasa de interés por parte del Banco de la República no controla la inflación. A su vez, dijo que para bajar el costo de vida se podría aplicar un “impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”.

Después de un arduo primer debate de la reforma tributaria y frente a las presiones alcistas del dólar, el ministro desmintió estas afirmaciones e invitó a los inversionistas a confiar en el país.

“El Gobierno no va a proponer control de cambios, ni va a imponer impuestos a los ingresos de capital (...). No hay ningún temor para estos inversionistas. Más aún celebramos que los capitales extranjeros estén entrando al país”, dijo Ocampo.

Finalmente, frente a la propuesta del presidente de financiar la compra de tres millones de hectáreas de tierras por medio de Títulos de Deuda Pública (TES), el ministro aseguró que no es posible.

“No sé si el presidente dijo eso o no (la compra de los tres millones de hectáreas), en todo caso desde el Ministerio de Hacienda tiene claro, ya que no se puede hacer, o sea, no se puede comprar tierras con TES”, dijo.

Ocampo señaló que tampoco es viable aumentar la deuda pública, argumentando que como prioridad es necesario que el país cumpla la regla fiscal: “Igual si hiciéramos eso (...) igual tenemos la regla fiscal que hay que cumplir”.