Entrevista
El primer obispo negro de Colombia le habla a Petro de frente: le pide que se disculpe por cuestionar al presidente de la Corte por ser “negro y conservador”. Dice que “fue racista y ofensivo”
Monseñor Wiston Mosquera, primer obispo negro de Colombia, se pronunció sobre las declaraciones de Petro contra el presidente de la Corte Suprema. Habló sobre si hay racismo en el Ejecutivo y del papel de Francia Márquez y Luis Gilberto Murillo en representación de las comunidades afro.
SEMANA: ¿Cómo se produjo la ordenanza como obispo?
WISTON MOSQUERA: Regularmente los obispos en todas las jurisdicciones deben presentarle al nuncio apostólico, que es el embajador del papa en el país, las ternas para que el papa elija algún candidato que pueda ir en algún momento a cubrir una sede vacante que pueda haber en esa jurisdicción de la nación. Colombia ha tenido varias sedes vacantes porque los obispos han sido trasladados, han renunciado por edad o porque en algunos casos han muerto. El 5 de julio sale la noticia de que el papa me eligió como obispo para la diócesis de Quibdó.
SEMANA: ¿Por qué tuvo que pasar tanto tiempo para que por primera vez se eligiera a un obispo afro?
W.M.: Es la pregunta que todos nos hacemos allá en el Chocó y en todo el litoral del Pacífico. Es raro que la Iglesia no eligiera obispos propiamente negros, si Colombia es un país multiétnico, pluricultural y con tantos matices. Pero ya la Iglesia dio ese primer paso, y tendría que agradecerle a este papa latinoamericano, porque él conoce esa realidad.
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SEMANA: ¿Incidió que los papas anteriores descartaran a monseñores negros?
W.M.: No sé si sea eso, pero no olvidemos que hay obispos y cardenales negros desde hace mucho tiempo en el continente africano y en algunos países en el continente americano. En Colombia es donde no se había dado el paso, y no sabemos si realmente tenga que ver con los papas directamente o simplemente las ternas que se presentaban nunca llevaban afrodescendientes.
SEMANA: ¿En la Iglesia hay racismo o discriminación?
W.M.: Eso se presenta en todas las instituciones de Colombia, y la Iglesia no se escapa. Para la muestra podemos hablar de por qué pasó tanto tiempo para ordenar a un sacerdote negro como obispo. Siempre ha habido segregación y no se han tenido en cuenta las comunidades negras.
SEMANA: Pero su llegada abrirá el camino para acabar esa segregación…
W.M.: Por supuesto, se abre el camino. El papa nos pidió dar el primer paso hacia la paz en 2017, cuando vino a Colombia, Ahora la Iglesia da el primer paso hacia la inclusión y no puede quedarse en una sola persona. Qué bueno que con mi llegada esto se pueda dar.
SEMANA: ¿Cuál será su principal objetivo en el Chocó?
W.M.: Hay muchos frentes por los que hay que trabajar, porque cuando se tiene un departamento tan olvidado, hay muchas necesidades. Las prioridades tienen que ver con ese trabajo que hay que hacer por la paz y la reconciliación, porque además de la pobreza y del abandono, pues nos llegó el problema de la violencia. Como ha sido un departamento olvidado, se convirtió en caldo de cultivo para los grupos alzados en armas, porque allá tienen su corredor para salir, entrar, para moverse libremente, y lastimosamente muchos jóvenes terminaron enredados en toda esa situación. Hay que trabajar por el pueblo.
SEMANA: ¿No le da temor ir al Chocó con tanta violencia?
W.M.: El Señor nos envía a estas tareas y lo primero que nos da es fuerza y la capacidad para estar allí. No me da miedo, la verdad, y trabajaré por todas las comunidades.
SEMANA: Francia Márquez celebró su ordenanza. ¿Cómo le ha ido a ella con las comunidades negras? ¿Trabajará con ella?
W.M.: No he hablado con ella, pero supongo que por ser de la comunidad afrodescendiente del país debe trabajar por las comunidades que han sido siempre marginadas. Si ella decide ir al Chocó, podremos hablar para contarle lo que pasa y la ayuda que se requiere del Gobierno nacional. En el departamento no hay servicios básicos, no hay infraestructura, hay lugares sin luz y sin agua. El mundo vive el siglo XXI, pero el Chocó se quedó en el siglo XIX.
SEMANA: ¿Y ella está representando adecuadamente a los afros?
W.M.: Su papel lo está intentando desarrollar a la medida que puede, porque no es la presidenta y las decisiones las toma el presidente. Ojalá se pudiera destacar mucho más.
SEMANA: ¿Gustavo Petro no la respalda?
W.M.: No lo sé, pero creo que puede dar mucho más porque tiene la representación de una dignidad en mandato de varias comunidades que votaron por ellos dos. Los pueblos olvidados quieren un protagonismo.
SEMANA: Pero a ella la han criticado bastante. ¿Han sido injustos?
W.M.: En algunos casos, puede ser con razón, en otros no, pero veo personas que se dirigen a ella con mucha rabia, racismo y segregación. En ese caso deberían conocerla. No he tenido mucho contacto con ella, pero es una mujer de buenas intenciones.
SEMANA: Pero recuerde el episodio del helicóptero cuando ella respondió en SEMANA que seguirá montando en él y que “de malas”...
W.M.: No fue una expresión correcta, fue una salida en falso porque no se debe ser grosero con nadie. Seguro se sintió atacada y respondió; fue una respuesta ligera o primaria.
SEMANA: Gustavo Petro le dijo al presidente de la Corte Suprema, Gerson Chaverra, que poco entendía “por qué hombres negros pueden ser conservadores”. ¿Qué opina?
W.M.: Fue racista y ofensivo, además. Es una respuesta muy primaria, y habría que pensar antes de hablar en ese sentido. Todos en la vida tenemos derecho a optar por lo que nos guste. Eso merece, por parte de él (Petro), acercarse al presidente de la Corte y a la comunidad afrodescendiente para ofrecerles disculpas.
SEMANA: ¿Esta declaración de Petro muestra que en Colombia sigue existiendo el racismo?
W.M.: Lógico, es que eso no lo podemos tapar con un dedo. No hemos dado el paso en Colombia a quitar de nuestra mente y corazón la segregación que marcó a una comunidad, eso se ha mantenido.
SEMANA: ¿Se podrá acabar con el racismo en Colombia?
W.M.: Quisiera decir que sí, pero casi que está en el ADN de muchos colombianos. Será muy difícil porque, incluso, hay quienes no están de acuerdo en que el papa haya fijado sus ojos en mí para ir a Quibdó y ser obispo. Pero deben, poco a poco, entender que este país es multicultural.
SEMANA: ¿Qué llamado le hace a Petro?
W.M.: Que se trabaje para todas las comunidades porque en el Chocó hay indígenas que no han sido atendidos. Necesitamos inversión social, infraestructura, agua potable, energía para todos los pueblos, colegios en buen estado y el internet. Siempre hay excusas, pero el resto de departamentos cuentan con todo esto. Me gustaría que también se mire hacia el Pacífico colombiano. Mire a Panamá, que era prácticamente del Chocó y sí se desarrolló; nosotros no.
SEMANA: ¿Y cómo le ha ido al canciller Luis Gilberto Murillo?
W.M.: Me parece que ha tenido un papel muy destacado; de hecho, para todos nosotros en el Chocó, porque está cumpliendo con la tarea, no solo ahora en el Ministerio de Relaciones Exteriores, sino también cuando estuvo en la embajada en Estados Unidos. Yo también lo he admirado mucho a él como chocoano.
SEMANA: ¿Entonces él sí ha representado bien a las comunidades negras?
W.M.: Claro que sí, pues así lo he visto yo y me parece que lo hace bien. Varias veces ha ido al Chocó y habla con las comunidades.
SEMANA: Dicen que él podría ser candidato en 2026. ¿Lo ve en ese camino?
W.M.: Pues ojalá, no sabría decirle si será o no, pero ojalá lo pueda hacer. Cualquiera de nosotros que haga las cosas bien debe ser tenido en cuenta para cualquier tipo de responsabilidad a nivel nacional, y si en este caso fuera él, pues qué bueno que lo pueda hacer y que esa representación también sea para las comunidades afrodescendientes, no solo del Chocó, sino del país.
SEMANA: ¿Su ordenanza podría dar un aire a la Iglesia para que los jóvenes se acerquen?
W.M.: Ojalá así fuera, porque los jóvenes hoy están casi que hasta de espalda a la Iglesia, pero ojalá. Ahora no depende de mí, depende de Dios. Él es quien muestra los caminos, Cristo es quien muestra el camino a cada persona.
SEMANA: ¿Habrá pronto un papa negro?
W.M.: Eso es del fuero de Dios, porque los papas son elegidos en los cónclaves y únicamente cuando fallece el papa o cuando renuncia. Allá entre los cardenales no tenemos muchos que sean negros o afrodescendientes. Hay que esperar a que pase el tiempo.
SEMANA: Pero usted ya tiene línea directa con el papa Francisco y con el Vaticano…
W.M.: (Risas) Sí, pero para pedir por Colombia. Lo hice antes de haber sido elegido obispo para Quibdó, porque tuve la oportunidad de saludarlo el año pasado cuando los obispos de esta zona del país fuimos al Vaticano. Lo importante ahora es pedirle mucho para que bendiga a Colombia.