Política
“El tipo de congresista que le gusta al presidente Petro es el que aplaude todo lo que propone y nunca levanta una voz crítica”: Jennifer Pedraza
La representante a la Cámara aseguró que Petro no es la única alternativa de cambio en el país.
Oponerse a la reforma a la salud del presidente Gustavo Petro le significó a la representante Jennifer Pedraza convertirse en uno de los blancos de críticas del Gobierno y el petrismo. Ella asegura que el sistema sí necesita una reforma, pero no la que está proponiendo el jefe de Estado y está convencida que la única opción de cambio para el país no es Petro.
SEMANA: ¿Qué tiene que mirar el Senado con Lupa de la reforma a la salud?
Jennifer Pedraza (J. P.): El primer artículo sobre el que llamo la atención es el 53, que es el que le entrega a las Gestoras (a las EPS) entre el 5 % y el 8 % de la Unidad de Pago por Capitación, la principal fuente de financiación del sistema de salud, entre 3,5 y 6 billones de pesos por hacer las labores que la reforma les define. Pero, el problema es que hoy en día sus costos de operación están entre el 5 % y el 8 %, así que la reforma les deja la misma plata y se les quitan la mayoría de las tareas. Eso es un mico en la reforma y fue metido ahí para darle contentillo a los partidos tradicionales
El artículo 70, que estableció que mínimo se les va a girar a las prestadoras de salud el 85 % de sus facturas, sin que esté claro en el artículo que estará sometido a auditoría oportuna. Esto es grave porque genera incentivos a que los prestadores del servicio de salud sobrefacturen o inflen sus cuentas, estamos hablando de 12 millones de facturas al mes.
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También se debe llamar la atención sobre el rigor financiero. El énfasis en los centros de atención primaria en los territorios requiere una viabilidad financiera y un plan de financiación para que no se quede solamente en promesas bellas. Además, el régimen de transición de dos años es un periodo muy corto para garantizar una transición adecuada sin que se interrumpa la prestación de los servicios. Un ejemplo es que la Adres necesita fortalecerse, porque será el banco de la salud.
SEMANA: Al comienzo hablaba de contentillo a partidos políticos. ¿Cree que tal vez hubo mermelada a los partidos para que se quedaran sentados haciendo cuórum aprobando la reforma a la salud?
J. P.: Ha habido investigaciones periodísticas que así lo sugieren. Yo no tengo la prueba porque, si la tuviera, la estaría poniendo ante la Corte Suprema de Justicia. Pero todas las interacciones del Gobierno Nacional con el Congreso, su tono extorsivo con el Partido Verde y las denuncias sobre que presuntamente MinTic estaría repartiendo contratos y puestos, sumado a la participación que tienen en el Gobierno los que hicieron cuórum y votaron a favor, pues a mí me hacen sentir que el Gobierno está teniendo la misma relación que han tenido los gobiernos anteriores con el Congreso: una relación transaccional.
SEMANA: ¿Quiénes han sido los verdaderos opositores a la reforma a la salud?
J. P.: Claramente, el representante Andrés Forero, del Centro Democrático, ha sido de las voces más críticas. Nosotras cuatro (Katherine Miranda, Julia Miranda, Catherine Juvinao y yo) optamos inicialmente por tener un diálogo concertador y privado con el Gobierno, pero a la hora de presentar la ponencia no se vio ninguno de nuestros comentarios. Nosotras sí creemos que se necesita una reforma a la salud y esto debemos dejarlo explícito, porque las narrativas del Gobierno contra nosotros han sido que nosotras estamos ‘pagas por las EPS’ y nos gradúan de uribistas de un día para otro, a pesar de que votamos por Petro.
Pero cuando planteamos críticas lo que recibimos fue hablarle a una banda de maltratadores que empezaron a calumniarnos en todas las redes y medios. En ese momento vimos que no había disposición del Gobierno a concertar con las voces independientes, en parte, porque quizás ya había cuadrado con el resto de partidos. Ahí es cuando decidimos hacer públicas nuestras críticas y donde nos volvimos voces críticas. Yo voté no a la reforma a la salud porque mi principal preocupación es que se interrumpa la prestación de los servicios.
SEMANA: Representante, ¿usted cree que el Gobierno puede manipular o tener el voto de todas las personas que votaron por Petro?
J. P.: El tipo de congresista que le gusta al presidente Gustavo Petro es el que le aplaude todo lo que propone y el que nunca levanta una voz crítica. O sea, le sirven solamente o los que aplauden absolutamente o los que, por ejemplo, son del Centro Democrático, porque mi sensación es que Petro lo que quiere es reducir el espectro político al Pacto Histórico y al Centro Democrático.
El espectro político no es solo blanco y negro. Todos esos matices y esos grises que estamos en el panorama político siento que le estorbamos al presidente, que somos una piedra en el zapato. Entonces, el presidente fácilmente se sienta con Uribe a discutir la reforma a la salud, pero el presidente emprende una atacada supremamente agresiva contra Juvinao, Miranda y contra mí porque le estorbamos estas voces y estos matices que hoy nos expresamos en el espectro político.
SEMANA: ¿Y usted ve algún componente de violencia política de género hacia ustedes en medio de toda esta puja que ha habido por la reforma?
J. P.: Claro. Toda esta gente se refiere a nosotras como las muñecas de las EPS, hay fotos hipersexualizándonos, publicaciones refiriéndose a nuestra apariencia física, calumnias, señalándonos de estar compradas y financiadas por las EPS, lo cual no es cierto. Pero no les importa decir mentiras. Sí hay un componente sexista contra nosotras.
SEMANA: En este momento, antes de que pase por Senado, ¿qué vicios podemos identificar que podrían ser objeto para que la Corte Constitucional falle en contra de la reforma?
J. P.: Hay varios vicios de procedimiento que quizás no sean suficientes para que la Corte Constitucional la hunda, pero sí hay uno que me parece a mí esencial y es el vicio del bautizo de la reforma, que fue el hecho de que la hubieran radicado como una ley ordinaria, cuando es una ley estatutaria, porque reglamenta y modifica aspectos esenciales del núcleo del derecho fundamental a la salud.
Elementos como las historias clínicas, como la libertad de elegir, entre otros aspectos de la reforma, sin duda alguna interfieren con el núcleo de la prestación y de la garantía del derecho fundamental a la salud. Y al ser una ley estatutaria, lo que intentó hacer el Gobierno fue sacarle el cuerpo a los requerimientos que implica presentar una ley estatutaria como que requiera, por ejemplo, una revisión obligada de la Corte Constitucional. Al final, quiéralo el Gobierno o no, está reforma va a terminar en la Corte Constitucional, en caso de que pase Senado. Para mí ese es el vicio central.
SEMANA: ¿Cuáles son los otros vicios?
J. P.: Hay otros vicios, por ejemplo, de antidemocracia de la reforma, como que no se nos permitiera intervenir o deliberar en la aprobación de ciertos artículos, proposiciones que no fueron sometidas a discusión o a votación en medio de la necesidad y el desespero del gobierno por aprobar la mayor cantidad de artículos cuando, por ejemplo, la bancada verde no estaba en plenaria. Ese tipo de cosas también son vicios, pero creo que el más contundente y el que puede ser sujeto, según la Corte Constitucional, de tumbar la reforma es el de que sea una ley estatutaria y no una ordinaria.
SEMANA: Ustedes le estuvieron pidiendo al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, que fuera a hablar a la plenaria, y no lo hizo. Como congresista, ¿qué le quedó faltando a usted del ministro de Salud en el contexto del debate de la reforma?
J. P.: El ministro Jaramillo, no sé si fue un error, fue supremamente agresivo contra la independencia. , Este intento de desconocer todas esas voces y la declaración del ministro Jaramillo en la que se refirió al Partido Verde, diciendo que realmente estaba en oposición, a mí me parece que es una declaración absolutamente violenta, en contra de la independencia.
Ellos quieren desconocer las voces independientes y por eso es que el ministro Jaramillo hace esa declaración tan agresiva contra el Partido Verde. Sobre la base de esa declaración recusan al Partido Verde y es ahí cuando el Gobierno más avanza en la aprobación de la reforma a la salud. Es un ministro que no estuvo dispuesto a escuchar voces críticas demócratas.
Con 12 representantes independientes y algunos de Gobierno de centro izquierda le pedimos una reunión al ministro de Salud y al presidente, y no hubo poder humano que quisiera que nos la dieran. Más fácil se reunieron con el uribismo. Es un ministro que está ensimismado.
SEMANA: Representante, ¿usted está decepcionada del gobierno Petro?
J. P.: Sí, yo estoy decepcionada. Si bien no me arrepiento, este Gobierno no ha cumplido con la promesa de cambio que había prometido. Por el contrario, esa promesa de cambio se ha quedado enredada en la politiquería tradicional. Yo no quiero darle a Petro esa posibilidad de que él sea el dueño del cambio. Él prometió cambio, pero si no pasa, el cambio en Colombia va a llegar con Petro o sin Petro.
Y no quiero que él siga siendo el dueño del cambio. Aquí hay muchos sectores que queremos un cambio, una transformación, y que no queremos volver a los partidos tradicionales, al Centro Democrático y a Cambio Radical, pero que tampoco estamos contentos con su Gobierno y queremos plantearle una tercera alternativa al país.