Diálogos de paz
ELN arremete contra la ‘paz total’ del Gobierno Petro: “Hace un lavado de cara a las bandas criminales”
La guerrilla sigue lanzando dardos a la política de paz del presidente Gustavo Petro, a pesar de estar en una mesa de diálogo.
Aunque el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) sostienen unos diálogos de paz, las diferencias entre las partes sobre la concepción de la misma es totalmente opuesta.
La prórroga de la Ley de orden público dio vida, como política de Estado, a la llamada ‘paz total’, con la que el Gobierno Petro buscará una salida negociada al conflicto con todos los grupos ilegales.
Sin embargo, al ELN no le gusta que los metan en el mismo ‘canasto’ con las bandas criminales y que tengan el mismo tratamiento.
Aunque la molestia de la guerrilla no es nueva y Antonio García, jefe del ELN, cada vez que puede lanza críticas a la ‘paz total’, sí llama la atención que un editorial de la guerrilla, que se elaboró horas después de que las delegaciones en Caracas (Venezuela) calificaran de “exitosa” la reunión en la que estuvieron, se arremeta contra la política de paz del presidente Petro.
En ese editorial, los integrantes del ELN criticaron una vez más la manera en que se ha puesto a marcha la ‘paz total’ y se muestran en contra de cómo el Gobierno Petro busca silenciar los fusiles en Colombia.
“La ‘paz total’, al parecer, está concebida como un proyecto de pacificación, que, por un lado, busca el DDR de la guerrilla para facilitar la incursión de las multinacionales, y, por otro lado, le hace un lavado de cara a las bandas criminales”, dice el texto.
Sin duda, que un grupo guerrillero afirme que un gobierno quiere “lavarles la cara a las bandas criminales” es atípico, pero demuestra la molestia de los elenos y las diferencias que hay con el Ejecutivo, aunque mediáticamente se quiera mostrar que todo va bien.
“La ‘paz total’ equivocadamente trata de generalizar los actores armados y en ese contrasentido pretende realizar negociaciones y ceses multilaterales, obviando un principio fundamental del Derecho Internacional Humanitario y la resolución de conflictos, que consiste en la categorización y determinación de un grupo armado como contendiente, ya que este estatus denota planteamientos políticos que sustentan el alzamiento armado y justifican una negociación”, dicen los guerrilleros.
En el editorial agregan que: “Por el contrario, una banda criminal carece de interés político y sus acciones obedecen al beneficio y el lucro individual, lo cual cierra de plano la posibilidad de una solución política”.
Para el ELN, un verdadero proceso de paz debe contemplar una solución política “como único camino para la resolución del Conflicto Armado, por ende, no debe tener como único objetivo el silenciamiento de los fusiles y el posterior Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR) de su contendor; su objetivo no debe ser otro que atacar las causas socioeconómicas y políticas que generan el Conflicto Armado, en otras palabras, desarrollar los cambios estructurales que gesten una sociedad con justicia y equidad social”.
Sin embargo, en ese editorial hay otro punto que puede generar polémica y se desconoce si está siendo tratado en la mesa de diálogo: la doctrina de seguridad en Colombia. Sobre ese particular, la guerrilla dice que debe haber un desprendimiento de Estados Unidos y tener una política antidrogas propia que permita solucionar ese flagelo. No obstante, no plantean cuál sería, a su juicio, el giro que debería dar el Gobierno Petro.
Con este panorama y diferencias conceptuales sobre la paz, las delegaciones se encontrarán de nuevo el 13 de febrero en México para iniciar el segundo ciclo de conversaciones.
El optimismo de Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno, quien dio que los diálogos avanzaban a la “velocidad de un ferrari” podría cambiar en los próximos días porque la negociación con el ELN no será tan fácil como lo imaginaban en la campaña presidencial.