El senador del Centro Democrático, Alirio Barrera, y su caballo antes de ingresar al Congreso.
El senador del Centro Democrático, Alirio Barrera, y su caballo antes de ingresar al Congreso. | Foto: SEMANA

POLÍTICA

“En la historia de Colombia solo dos hombres han ingresado en caballo al Congreso: Simón Bolívar y yo”: Alirio Barrera y los detalles de cómo entró su mascota al Capitolio

El senador por el Centro Democrático le dijo a SEMANA que el presidente del Senado, Roy Barreras, se portó como un “caballero” porque no se opuso al ingreso de su mascota.

28 de septiembre de 2022

La idea de ingresar un caballo al Congreso le nació al senador del Centro Democrático Alirio Barrera la semana anterior, días después de que el presidente del Senado, Roy Barreras, declarara el escenario político como un lugar libre para la circulación de mascotas.

‘Pasaporte’, como se llama el animal, era el ejemplar perfecto, pensó Barrera. Es dócil, de fácil manejo y adaptado a todos los escenarios urbanos y rurales. El equino llegó desde su finca en Casanare hasta Cundinamarca en la noche del lunes. Específicamente arribó a pastear en una finca de Chía, Cundinamarca.

Alirio Barrera llevó su caballo al Congreso

Barrera le confesó a SEMANA que sintió miedo en su momento. De hecho, presentía que podrían negarle el ingreso de su ejemplar al Capitolio, pero no ocurrió.

En los minutos previos a ingresar al edificio, el uribista le consultó a Barreras, presidente del Senado y elegido con el Pacto Histórico, y este no tuvo problema. Aceptó. Al fin y al cabo, si se permitía la entrada de los perros no podía oponerse al ingreso del equino, según dijo. “El presidente fue un caballero, un señor, autorizó la entrada e hizo valer mis derechos como senador”, expresó el congresista.

“Me dijeron que el animalito estaba asustado, pero más asustado estaba yo”, recordó el congresista casanareño.

A medida que el caballo avanzaba, los nervios aumentaban, porque temía que el animal, sorpresivamente, se pusiera nervioso, que los ciudadanos lo atacaran, que su hazaña termina mal o que los propios congresistas se molestaran. “No es fácil por el riesgo político que uno corre, pero los medios de comunicación me han respaldado; eso es bonito”, manifestó.

La prensa y la ciudadanía alrededor del Capitolio se volcaron hacia él y terminó robándose la atención y atendiendo conferencias de prensa improvisadas montado sobre su ejemplar. “En la historia de Colombia, solo dos hombres han ingresado en caballo al Congreso: Simón Bolívar y yo”, le dijo a SEMANA.

‘Pasaporte’ se portó a la altura y llegó hasta escasos metros de la plenaria, pero después de su exposición mediática terminó gozando de su propia faena: dos yeguas lo esperaban para que las saltara en Chía. “Lo llevé para que pasara un rato agradable”, expresó el congresista y experto domador de caballos.

El transporte del equino desde la finca en Casanare le costó 900.000 pesos, porque el senador aprovechó que venía hacia Bogotá una camioneta desocupada para embarcar a su animal.

Después de la polémica, el exgobernador de Casanare no tiene idea si habrá o no una próxima oportunidad de ingresar en caballo al Congreso. “Es la primera vez que un caballo entra al Capitolio después de la campaña libertadora, y yo creo que será la última”, resumió.

Los animalistas del Congreso se fueron lanza en ristre contra él. La senadora de la coalición Centro Esperanza-Alianza Verde Andrea Padilla le dijo: “Qué inmaduro su comportamiento de hoy. Pura bobería y provocación inútil que, además, le causó sufrimiento a una pobre criatura que usted dice querer. ¿En serio cree que es lo mismo llevar a la oficina a un perro que a un caballo? Adultez, senador”. Lo mismo hizo la senadora de la misma bancada Angélica Lozano.

“No pelaré con ellas, son una damas y me enseñaron a respetar a las mujeres”, respondió el dirigente uribista ante estas críticas.

Más allá de los cuestionamientos, lo cierto es que, para algunos, la historia del caballo de Alirio Barrera habría terminado opacando hasta el hecho político de este martes: el encuentro entre el expresidente Álvaro Uribe, jefe máximo del mayor partido opositor al Gobierno, y el presidente Gustavo Petro.