POLÍTICA
“Es muy triste ver cómo toda esta agenda progresista da mal ejemplo a nuestra sociedad”: Christian Garcés sobre proyecto que propone regulación de la marihuana
El congresista afirmó que buscarán archivar la iniciativa, que se discutirá en las próximas horas en el Congreso. Considera que es riesgosa para la salud, especialmente de los más jóvenes.
Este 9 de mayo, en horas de la tarde, está citada en la plenaria de la Cámara de Representantes para debatir un proyecto que pretende la regulación del cannabis de uso adulto en el país. Se tratará de un nuevo pulso entre la oposición y los sectores afines al Gobierno que enfrenta a dos visiones.
En entrevista con SEMANA, el representante a la Cámara por el Valle, Christian Garcés, del Centro Democrático, sacó a relucir los argumentos de por qué considera riesgosa la iniciativa. Dice que desde algunos sectores insisten en esa idea porque quieren “imponer su agenda progresista”.
SEMANA: ¿Cuál es su posición frente al proyecto que busca regular la marihuana de uso adulto?
CHRISTIAN GARCÉS (C. G.): En dos ocasiones que había pasado por plenaria de Cámara habíamos logrado hundir la reglamentación del cannabis de uso recreativo. La vez pasada fue aprobado y regresa de nuevo el proyecto para su segunda vuelta por la Cámara, donde esperamos que el día de hoy sea archivado porque lo considero inconveniente, especialmente para la población juvenil de Colombia, que es la que quedaría especialmente.
SEMANA: ¿Por qué especialmente los jóvenes?
C. G.: En los países donde se ha reglamentado la marihuana, se ha aumentado el consumo, porque al legalizarse continúan las actividades ilícitas ofreciéndola. Y la parte legal motiva el consumo con diferentes estrategias, lo que hace que se aumente el consumo.
Segundo, estudios en Estados Unidos demuestran que en el Estado de Oregón, donde la marihuana está legalizada, los jóvenes que la consumen son casi el doble de los jóvenes en el estado de Dakota del sur, donde no está legalizada. Entonces, en una Colombia donde tenemos unos niveles de educación tan bajos, violencia que afecta a nuestros jóvenes, grupos armados organizados, todos estos cultivos de coca, lo que estamos haciendo es exponiendo a nuestra juventud a mayores riesgos, y en este caso, especialmente su salud y calidad de vida.
SEMANA: ¿Qué otros argumentos tiene en contra de la regulación del cannabis de uso adulto?
C. G.: Estudios han demostrado en países donde se ha legalizado que los presupuestos de salud pública se incrementan. Hay un estudio muy interesante sobre un hospital en Colorado, Estados Unidos, donde empezó a tener déficit en sus finanzas por el aumento de pacientes que tenían que atender por consumo de marihuana y adicciones en general. Entonces, si nosotros en Colombia hoy estamos en pleno debate de una reforma a la salud, donde hay un inconformismo con el sistema de salud actual, aunque hayamos mejorado durante los últimos 20 años, cómo va a hacer el Estado colombiano para hacer algo con los nuevos consumidores y adictos a la marihuana que van a tener problemas de salud.
Si nosotros tenemos una educación tan regular en nuestro país, de acuerdo a los estándares internacionales, no hay recursos suficientes para mejorar la calidad de la educación en nuestro país. ¿De dónde van a salir los miles de millones que tendríamos que tener para campañas pedagógicas de prevención en nuestros colegios y evitar que los niños y jóvenes caigan en las drogas? Hay quienes dicen que esto es para mayores de 18, pero los estudios demuestran que automáticamente aumentan los consumidores menores de 18 años. Entonces aquí también hay un tema muy triste y es que las familias que más van a sufrir con esto son las familias de estrato 1, 2 y 3 que no tendrán cómo pagar programas de recuperación o de sacar a las personas del consumo de drogas.
SEMANA: ¿Por qué cree que los sectores que impulsan esta iniciativa siguen insistiendo en que este proyecto sea aprobado en el Congreso?
C. G.: Son sectores donde el individualismo prima sobre el bien general, los intereses colectivos con el supuesto respaldo al derecho al desarrollo de la libre personalidad no les importa vulnerar las comunidades, poner en riesgo la salud pública y la seguridad en Colombia. Son líderes que se consideran derrotados en la lucha contra las drogas, cuando en Colombia está demostrado que los presidentes que han enfrentado el narcotráfico han logrado bajar a unos niveles muy importantes, como es el caso de cuando Álvaro Uribe Vélez fue presidente, que llegamos a tener cerca de 42.000 hectáreas de coca, pero esta cifra después se disparó en el gobierno de Juan Manuel Santos donde, además, se hicieron los acuerdos de La Habana donde terminaron protegiendo grandes extensiones de cultivos ilícitos y hoy ya estamos en más de 230.000 hectáreas de coca y marihuana y esto está poniendo en riesgo la estabilidad del país.
SEMANA: Algunos congresistas que impulsan el proyecto han reconocido que son consumidores, ¿le genera alguna alerta?
C. G.: La agenda progresista quiere acabar las buenas costumbres. La palabra “dar ejemplo” o conceptos como quiénes son las personas de bien, hacen parte de los vocabularios o las narrativas que ellos quieren desaparecer de nuestro día a día y ellos por eso se sienten orgullosos de consumir marihuana, cuando está demostrado científicamente que es dañina para la salud, para el cuerpo humano.
Algunos de los riesgos que tiene demostrados científicamente es la dependencia, la adicción, deterioro cognitivo, pérdida de memoria, trastornos mentales; la marihuana termina aumentando los problemas mentales de los ciudadanos, conductas suicidas y se ha demostrado que tiene efectos sobre la salud física como las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad pulmonar, cánceres respiratorios, entre otros. Es muy triste ver cómo toda esta agenda progresista da mal ejemplo a nuestra sociedad.
SEMANA: ¿Cómo están las cuentas para votar el proyecto en la plenaria de la Cámara?
C. G.: El proyecto necesita votación de mayoría calificada, o sea, como es una reforma constitucional, debe tener más de 94 votos a favor. Así que creemos que no se van a lograr y se va a hundir.