POLÍTICA
Escándalo: la cónsul de Colombia en La Paz (Bolivia), en la ‘mira’ por expedir visas irregulares. Alarmas encendidas en la Cancillería y Migración
Piedad Ramírez Ariza, ficha cercana al presidente Gustavo Petro y quien llegó a la diplomacia en este Gobierno, afronta una investigación interna en la Cancillería por la presunta expedición de cuatro permisos de entrada al país sin requisitos básicos.
Piedad Lucía Ramírez Ariza, cónsul general de Colombia en La Paz, Bolivia, es una ficha cercana al presidente Gustavo Petro en el Cesar. Se trata de una líder política afín a la Colombia Humana que apoyó al mandatario en sus últimas dos campañas presidenciales y fue precandidata a la alcaldía de Valledupar por el petrismo.
Su esposo es José Cuesta Novoa, concejal de Bogotá por el Pacto Histórico y compañero del mandatario desde cuando ambos militaron en el M-19. La cercanía es evidente desde que Petro llegó al poder, dado que Ramírez Ariza recibió millonarios contratos con el Gobierno nacional.
Primero tuvo dos contratos simultáneos con el Ministerio del Interior y la Unidad de Restitución de Tierras como asesora, por los cuales conjuntamente recibió cerca de 20 millones de pesos en un mes. Luego obtuvo otro con la segunda entidad, en el cual se iba a ganar más de 100 millones de pesos en ocho meses trabajados.
No pudo terminar el contrato porque el 8 de marzo de 2023 la nombraron cónsul en La Paz, decisión demandada por un ciudadano basándose en que Ramírez no cuenta con experiencia en el área del servicio exterior. Finalmente, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca negó las pretensiones, pero ese no habría sido el único inconveniente provocado por la falta de experiencia de la nueva cónsul.
SEMANA conoció que irregularidades provenientes de su despacho encendieron las alarmas en el Palacio San Carlos. Cuatro extranjeros intentaron entrar al país con visas de estadía corta expedidas en el consulado de La Paz, Bolivia, pero la documentación remitida para la aprobación no cumplía con los requisitos mínimos para ser aprobada.
Altos mandos de las autoridades migratorias colombianas le expusieron a este medio que hace cerca de cuatro meses un ciudadano chino intentó entrar al país con una visa expedida en La Paz. Migración Colombia detectó las irregularidades y remitió a la Cancillería, que finalmente concluyó que el extranjero sacó el documento sin ser residente en Bolivia.
El chino fue inadmitido y la conclusión fue que se trató de un error de la cónsul, quien dijo que tenía muchas tareas a su cargo y poco personal, razón por la cual no se percató de la situación.
Migración se puso alerta e indagó sobre casos similares, detectando a otros tres extranjeros con visas irregulares provenientes de India y Bangladesh, dos de ellas con documentos fraudulentos presentados al consulado. Finalmente, la Cancillería les puso una alerta migratoria posterior a la inadmisión del país.
Los controles migratorios, en muchas ocasiones, son aleatorios por falta de tiempo y personal en sitios de tránsito, como el Aeropuerto El Dorado. Por este motivo, Ramírez pudo haberle abierto la puerta a migrantes sin requisitos y con documentos ilegales. En numerosos casos, según conoció SEMANA de funcionarios de Migración Colombia, el timo obedece a un “cartel de las visas” para el “tráfico de migrantes”.
En la Cancillería sospechan lo mismo. “Son redes de tráfico de personas que estaban revisando por dónde meterse”, le contó a este medio una fuente enterada que pide la reserva de su identidad.
SEMANA conoció que la Cancillería se encargó de hacerle un llamado de atención a Ramírez, dado que sus errores pondrían en riesgo la seguridad nacional y alimentarían la crisis migratoria que padece el país a la altura de la región del Darién. La conclusión fue que no se detuvo a revisar si tenían residencia y que no tenía la “experticia” para darse cuenta de los documentos falsos.
Del mismo modo, el Ministerio de Relaciones Exteriores envió varias comunicaciones alertando a los consulados sobre estas modalidades para entrar al país sin requisitos desde países africanos y asiáticos.
Las faltas reiteradas de Ramírez Ariza tuvieron repercusiones. Después de que se conocieran los casos de migrantes entrando con las visas irregulares que expidió, el caso fue remitido a la Oficina de Control Interno Disciplinario y a la Oficina Jurídica Interna de la Cancillería con el fin de adelantar una investigación para saber qué hubo detrás de la expedición de las visas con irregularidades.
Este medio conoció que el paso a seguir es trasladar los hallazgos a los entes de control y autoridades competentes para que Ramírez responda penal y disciplinariamente.
Las falencias que llevan a la crisis
Hasta antes de que se conociera el caso de Ramírez Ariza, el proceso de visas para ciudadanos extranjeros era completamente en línea. Se llenaba el formulario con la documentación desde cualquier parte del mundo ante cualquier consulado colombiano, lo cual permitía que este tipo de hechos ocurrieran.
Estas omisiones, junto con un porcentaje de visas falsificadas, hicieron que se ordenara que los consulados llevaran a cabo entrevistas y subieran sus estándares frente a la entrega de los documentos de ingreso al país.
Además, se busca adelantar esfuerzos para que Migración Colombia tenga acceso al sistema de visas. Incluso, internamente se viene proponiendo la posibilidad de modificar las tres resoluciones de requisitos para visado con el fin de fortalecer los filtros y cambiar la lista de países.
SEMANA conoció que Migración detectó los continentes de donde provienen la mayoría de los migrantes irregulares: África y Asia. En 2023, más de 72.000 africanos, procedentes de Europa y Brasil, hicieron tránsito por Bogotá. Sin embargo, solo se inadmitió a menos del 1 por ciento de los extranjeros que arribaron de dicha región, dado que recientemente se fortalecieron los controles.
Esta revista consultó a la Cancillería sobre la investigación por las posibles omisiones de Ramírez Ariza como cónsul de Colombia en Bolivia y aseguró que se pasó por control interno y desde ahí se le hará el traslado correspondiente a las autoridades.
En cuanto al proceso de aprobación de visas, afirmaron que se sigue “el principio de buena fe del solicitante”. Sin embargo, dicen que detectaron visas irregulares bajo dos circunstancias: “La primera, la utilización de visas falsas no expedidas por el Estado colombiano, y la presentación de visas expedidas por los consulados con base en documentación fraudulenta aportada por el extranjero”. Aclararon que las encontradas fueron canceladas.
Adicionalmente, adoptaron “las medidas necesarias para fortalecer el procedimiento de expedición de visas para evitar que casos de similar naturaleza se sigan presentando”. De la misma forma, destacaron que “los casos de visas sin requisitos detectados no son un porcentaje significativo frente al alto número de expedición”.
SEMANA intentó ponerse en contacto con la cónsul de Colombia en Bolivia, pero al cierre de esta edición no se obtuvo una respuesta.
La conclusión, tanto de los funcionarios que verifican la entrada de migrantes como de aquellos encargados de constatar que se trate de visas regulares, es que existe un nivel alto de desconocimiento entre las personas nombradas en cargos consulares por parte del Gobierno Petro.
Además, todo apunta a que podría haber más casos de expedición de visas irregulares en otros consulados. La Cancillería busca soluciones ágiles para aliviar la crisis migratoria que vive el país por el tránsito a través del Darién, pero es innegable que la profesionalización del servicio consular es una necesidad para los compromisos que adquirió Colombia a fin de combatir ese grave problema.